
Pensábamos que después de las quejas sobre la Plaza de Enrique Navarro, que han sido muchas y repetidas, la situación estaba solucionada. Nada más lejos de la realidad. Hace dos días llegaban al correo de esta sección algunas fotos sobre la acumulación de basura justo enfrente de la Archicofradía de La Expiración. «No solo hay basura en el suelo que parece que lleva aquí varios días, sino que todo el mobiliario urbano está roto o desgastado, lo que genera una sensación de dejadez terrible» explicaban algunos denunciantes en octubre del año pasado.
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Estas mismas declaraciones podrían suscribirse hoy mismo, ya que, por lo que puede verse en las instantáneas, las bolsas de basura siguen a la espera de ser recogidas y el mobiliario urbano necesita arreglos que nunca acaban de llegar. Además, los jardines que hay cercanos también se encuentran llenos de desperdicios, como vidrios, latas, cartones y restos de comida que atraen a gran cantidad de bichos, algo que genera incomodidad a los ciudadanos que pasean o que deciden sentarse en los bancos de la zona.
La pregunta que se hacen muchos de estos malagueños y este periódico es: si desde agosto del año 2021 se suceden las críticas hacia este enclave, ¿por qué ninguna ha tomado medidas para solucionarlas? Serán las instituciones públicas quienes deban dar respuesta, o lo que sería mejor, soluciones.
En plena época de sequía, los vecinos de La Cala del Moral tienen una duda que exponen a este periódico: «Aunque llevo poco tiempo viviendo en La Cala del Moral, he observado que a diario se está baldeando buena parte de la carretera (antigua N340). Dado que es el Ayuntamiento del Rincón de la Victoria, no sé si en la otra parte del municipio también se realiza este riego matutino. Nos gustaría saber a qué se debe que se realice esta labor diariamente en una época tan complicada por la sequía». Quizá haya motivos que desconocemos, pero no se entiende que se malgaste agua de esta manera.
«Muchos padres se paran en el paso de cebra en el semáforo y los niños que tenemos con movilidad reducida a veces no pueden cruzar el semáforo». Esta es la frase con la que empieza su queja una profesora del colegio Virgen Inmaculada Santa María de la Victoria, que explica que tanto a los horarios de entrada como de salida del colegio muchos padres y madres estacionan mal sus vehículos, provocando un caos de coches y peatones que dificulta la movilidad y en ocasiones puede generar situaciones peligrosas.
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