¿A quién vas a llamar? ¡A los 'cazabichos'!

Nueve de cada diez barrios de la ciudad de Málaga han tenido en sus calles alguna actuación de control de plagas contra ratas o cucarachas el pasado año. Eso significa que, con toda probabilidad, cerca del domicilio de cualquier malagueño han actuado los técnicos del Servicio de Vigilancia Sanitario-Ambiental del Ayuntamiento de Málaga, nuestros particulares 'cazabichos'. Pero que no cunda el pánico. La mitad de las actuaciones son programadas y, precisamente, este programa de control que llega a casi todos los barrios de la ciudad es garantía de que los bichos no campen a sus anchas.

Además de las actuaciones programadas, el Servicio de Vigilancia Sanitario-Ambiental atiende las peticiones de los ciudadanos en el teléfono gratuito 900 900 000, en la aplicación móvil Málaga Funciona o en la web saic.malaga.eu. «Cualquier petición se responde. Aunque el ciudadano haya visto dos o tres especímenes, se va», explica Luis Medina-Montoya, director general de Medio Ambiente y Sostenibilidad del Ayuntamiento de Málaga. Además, «el servicio tiene actualmente un índice de calidad que ronda las 24 horas de respuesta», apunta el responsable municipal.

En Málaga se actúa en diversas especies de animales, aunque las ratas y las cucarachas, por la tradicional animadversión social que reciben, son las protagonistas de la mayoría de las actuaciones de los 'cazabichos'.

Al analizar el número total de actuaciones contra ratas y cucarachas en los años 2019, 2020 y 2021, sorprende la tendencia. En 2020 hubo 1.364 actuaciones más que en el año anterior, una diferencia del 35,9%. Esta subida de las operaciones se debió a una mayor presencia de ratas y cucarachas en la ciudad. Luis Medina-Montoya explica los motivos: «No han habido residuos de hostelería y también el confinamiento ha coincidido con mucha obra pública». Esta última no sólo ha removido tierras y tuberías, sino que también algunas construcciones se han paralizado por la pandemia. Esta combinación de factores, sumado al encierro de la población, ha insuflado valentía a los bichos para salir más al exterior. De 2020 a 2021 se ha experimentado una ligera bajada de las actuaciones, pero, aún así, sigue habiendo un control mayor que antes del confinamiento.

El portal de datos abiertos del Ayuntamiento de Málaga ofrece los datos de todas las actuaciones de control de plagas de la ciudad, día por día, calle a calle. Gracias a esto, se puede tener un mapa de situación de Málaga con respecto a los bichos y ver visualmente la evolución de los controles por años. (Muchos puntos coinciden en el mismo lugar, ya que algunos datos indican como dirección el número uno de la calle de manera predefinida cuando ésta no se especifica. Cuando esto ocurre y hay varias actuaciones en la misma ubicación, el punto se representa de un color más intenso).

Dentro de las actuaciones planeadas, existen unos programas especiales contra ratas, en madrigueras y saneamiento, de periodicidad mensual. Éstas se concentran en determinadas zonas de la ciudad que son seleccionadas por el Servicio de Vigilancia Sanitario-Ambiental, basándose en sus propias estadísticas elaboradas según las peticiones de los ciudadanos o a través de las mociones municipales de la comisión.

Al sumar las actuaciones por barrios, tenemos un mapa de calor de la ciudad. En él podemos observar que el mayor número de actuaciones en 2021 se acumula en polígonos industriales, pero también en barrios populares del centro de la ciudad como La Trinidad o el propio barrio del Centro histórico.

Estacionalmente, las actuaciones contra ratas se distribuyen de manera homogénea a lo largo del año. Sin embargo, las operaciones contra cucarachas se concentran en los meses más calurosos.

En definitiva, un trabajo minucioso donde la clave está en la vigilancia y actuación periódica. Y que parece no tener fin. Como explica el director del servicio Luis Medina-Montoya: «Nosotros insistimos en que lo llamamos 'Control de plagas' porque las plagas se controlan, no se van a poder eliminar jamás». Y sentencia: «Las ratas y las cucarachas son cosustanciales con la vida urbana». Así que no queda otra, hay que seguir llamando a los 'cazabichos'.

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