Se incendia hasta el chasis un 'microcar' en el Limonar: «En cuanto he quitado el contacto ha empezado a arder»

El humo podía verse desde la autovía. Antonio (que prefiere no revelar su identidad), iba conduciendo este jueves de camino a casa en un coche de 49 centímetros cúbicos –conocidos como 'microcar' o coche sin carné–, cuando ha sentido que algo no funcionaba correctamente. «He notado que no aceleraba bien y ha empezado a salir algo de humo del capó», explica a SUR mientras espera a que llegue alguien del seguro. El jardinero de la urbanización junto a la que había estacionado el vehículo le alertó de que estaba empezando a salir fuego: «En cuanto he quitado el contacto ha habido una especie de explosión y ha empezado a arder del todo, me he bajado corriendo». Sin ni siquiera coger la cartera, tan solo el móvil –»menos mal»–, Antonio y el jardinero se apartaron mientras contemplaban cómo el fuego devoraba el coche desde las ruedas hasta el techo.

Por suerte, el conductor reside muy cerca del parque de Bomberos Zona 11, ubicado entre el Limonar y El Mayorazgo. Según los testigos, además del jardinero y Antonio, el retén ha llegado «muy rápido» a la escena, y en pocos minutos han conseguido acabar con las llamas. Pero la temperatura alcanzada sumada al material del coche, de marca Aixam, han hecho que el incendio dejase el vehículo hecho un amasijo de plástico derretido entre barras de metal. Lo espectacular de la escena ha hecho que numerosos curiosos se acerquen a contemplar de cerca y fotografiar el estado en el que había quedado el 'microcar'.

Con las llamas ya extinguidas y el vehículo refrescado para evitar nuevos conatos, el responsable del retén de Bomberos se ha dirigido a Antonio para comunicarle que su trabajo había concluído. De repente, el conductor ha reparado en su cartera: «Estaba en la guantera, vaya putada». El bombero ha empezado a retirar plásticos quemados en la zona del copiloto. Con gran esfuerzo ha dado primero con una carpeta semicalcinada en la que se encontraba la documentación del vehículo (sorprendentemente la ficha técnica estaba intacta entre papeles quemados). A punto de darse por vencido ha encontrado la pequeña billetera de cuero, quemada por los bordes y todavía muy caliente. Con paciencia, Antonio ha conseguido abrirla: «Hay muchas cosas que se han perdido, pero al menos la foto de mi novia no se ha quemado». El DNI y el carné de conducir tienen las esquinas derretidas y chamuscadas, pero «servirán» hasta que pueda renovarlos. «La cartera será un recuerdo de lo que ha pasado hoy».

Una vez pasado el susto no sabe si llamar primero al seguro o a su familia. Tiene el móvil en la mano, manchada de hollín tras haber revisado la cartera. Una pareja de la Policía Local ha acudido al lugar de los hechos para tomar parte de lo sucedido justo antes de que el retén de Bomberos se marchase. Ya más tranquilo, Antonio ha explicado que lleva cuatro años conduciendo el vehículo. «Me da mucha pena el cochecillo», se lamenta. «Tendría que haberme sacado el carné del grande hace un año pero lo fui dejando». Hace tres semanas que llevó el microcar al taller para una revisión y todo estaba en orden. Entre risas asegura que le queda muy poco para poder conducir coches grandes, que «seguro que arden menos», bromea: el microcar se le ha incendiado mientras regresaba de una clase de conducir con la autoescuela.