Se buscan voluntarios para navegar en un barco del siglo XVII

El Götheborg, el buque de madera oceánica más grande del mundo, fue también uno de los más importantes del siglo XVIII. Botado en 1738, el barco se encargaba de transportar mercancías en la ruta comercial entre Europa y China. En el continente europeo -fundamentalmente en el puerto de Cádiz- cargaba hierro, madera y plata para venderla en el continente asiático; mientras que allí adquiría porcelana, lana o té para traerlos hasta Occidente.

El barco se hundió frente a la costa sueca el 12 de septiembre de 1745, aunque este jueves ha arribado al puerto de Málaga una réplica exacta que incluso cuenta con algunas maderas del barco original recuperadas bastantes años después del naufragio. El Götheborg II, propiedad de la compañía sueca SOIC, es una copia a escala real del primer buque y se encuentra de viaje por el Mediterráneo para dar a conocer cómo eran las embarcaciones de aquella época y las diferencias con la navegación actual.

Convertido en buque escuela, la tripulación está formada por 20 marineros profesionales y unos 50 voluntarios, que se pueden enrolar en cada puerto para vivir una experiencia en alta mar. De hecho, los malagueños que lo deseen aún están a tiempo de embarcarse en esta pieza única para viajar hasta Niza (Francia), que es la próxima parada. El barco estará en el Puerto de Málaga, a la altura de la Farola, hasta el próximo lunes 19 de septiembre, y hasta entonces podrá visitarse en horario de mañana y tarde.

La embarcación ha atracado en el Puerto de Málaga este jueves minutos antes de las 11 horas con toda la tripulación vistiendo trajes tradicionales, lo que ha originado una gran expectación en la zona. Málaga es la novena escala de la Expedición a Asia 2022/2023, que finalizará en Shanghai en septiembre del año próximo.

El propietario de la embarcación, el empresario Lars G. Malmer, ha explicado que el objetivo del recorrido es reeditar la ruta original del Götheborg, que aunque nunca había estado en Málaga, sí llegó en varias ocasiones hasta el sur de España. Tras partir de la capital irá a Niza (Francia), La Valeta (Malta) y Barcelona, en donde pasará el invierno. Posteriormente se dirigirá a China por el Canal de Suez.

La segunda oficial del barco, Silja Jacoby, confiesa que la vida a bordo es muy diferente a la de las embarcaciones actuales. De hecho se comprueba en las maniobras de aproximación al puerto, en donde todos los tripulantes trabajan de forma armónica, como si de una coreografía se tratara, para dirigir la nave. «Es mucho más divertido porque tienes mucho trabajo con las velas y la gestión del viento». También cuando llegan a puerto -añade-, ya que es necesario cuidar que todo se mantiene a punto. «No nos da tiempo para aburrirnos», confiesa.

Sobre este viaje, Jacoby recuerda algunas anécdotas curiosas que les han ocurrido antes de pisar tierra en la capital de la Costa del Sol, como con un visitante especial que se quería unir a la expedición a su paso por el mar Cantábrico. «Durante más de una hora nos siguió una ballena a poco más de diez metros de distancia; fue increíble y todos nos quedamos mirando sin parar». Ahora, una vez en la capital, los marineros dispondrán de algunos días libres para visitar la ciudad. «Si tenéis alguna recomendación para ir, me las podéis decir», explica en un tímido español.

La embarcación salió de Gotemburgo el pasado 8 de junio y desde entonces ha pasado por Helsingborg, Helsinki, Estocolmo, Copenhague, Oslo, Londres, Bremerhaven y Lisboa. Una vez en Málaga, el Götheborg ofrecerá varias jornadas de puertas abiertas. El horario de visita será el jueves de 14.00 a 17.15 (última entrada a 16.30), el viernes y el sábado de 13 a 20.15 horas (última entrada a 19.30), el domingo de 10 a 20.15 horas (última entrada a 19.30) y el lunes 19 de 10 a 20.15 horas (última entrada a 19.30). El precio de las entradas es de 15 euros para los adultos y de 7,5 para los niños entre 5 y 16 años. Los menores de cuatro años podrán acceder gratis.

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