Fiebre por los tatuajes en Málaga

Raúl Agudo es un habitual de las convenciones nacionales de tatuajes. Este sevillano, propietario del estudio Once Tattoo, apenas ha tenido respiro desde que llegó a la capital de la Costa del Sol este pasado viernes, ya que su 'stand' de la convención nacional de tatuajes es uno de los más solicitados, y eso que las opciones en la convención nacional que termina hoy en el Palacio de Ferias se cuentan por decenas.

Málaga Tatto Convention celebraba este año su quinto aniversario, y la respuesta de público ha sido similar a la de otros años. Miles de personas han acudido estos días para tatuarse o simplemente ver trabajar a cientos de tatuadores creando obras de arte en la piel mientras los shows, performances, 'live acts' y exhibiciones han convivido con ello como actividades alternativas.

Según fuentes de la organización, en esta edición han participado además profesionales y artistas de 20 países y de varios continentes:Estados Unidos, China, Filipinas, Brasil, Chile, Colombia, Venezuela, Ecuador, Argentina, Uruguay, Suecia, Suiza, Bélgica, Reino Unido, Alemania, Francia, Italia y Portugal han estado representados. Solo Japón se quedó finalmente sin sus propuestas después de que los dos tatuadores nipones que iban a acudir se tuvieron que quedar en su país de orígen a causa de la meteorología.

Uno de los concursos más llamativos es 'Miss & Mister Tattoo – Málaga 2018' que se celebra a lo largo de los tres días con el fin de que los hombres y mujeres tatuados «luzcan orgullosos sus tatuajes, entendiéndolos como parte de su belleza, bajo la luz de los focos en el escenario principal de la convención», explicaron ayer desde la convención. Finalmente, la competición concluiría en el escenario principal con un desfile y la entrega de premios del certamen.

«No venimos con la idea fija de tatuarnos, sino más bien para ver las propuestas para otro año. Pero bueno, no descartamos nada», comentaba entre risas Juani y su grupos de amigos, que iban tatuados prácticamente hasta las cejas. Al entrar a la convención se dio de bruces con la realidad. Aunque algunos expositores mostraban precios y diseños –y carteles de 'citas libres'–, casi todos tenían sus horarios cubiertos para los tres días desde antes de llegar. «A mí, dos días antes de llegar a la convención me cancelaron todas las citas», cuenta Raúl Agudo, «y sin embargo el mismo viernes lo volví a llenar todo». En el caso del sevillano, su estilo es el de realismo, uno de los favoritos entre los asistentes a la convención. «En zonas más al norte de España se llevan otras cosas –con trazos más grandes–, pero en Andalucía ha triunfado absolutamente este estilo», explica el tatuador, que sostiene que se ve incapaz de definir un perfil de cliente. «Esto no es como antes, ahora todo el mundo se tatúa», afirma.

De esta manera, el Concurso de tatuajes ha contado con 51 Premios en esta quinta edición de la Málaga Tattoo convention. Cada día, al cierre de la jornada, se han presentado a concurso los mejores tatuajes realizados durante la convención, con placas de ganadores en las categorías de: Negro/Gris (1, 2 y 3); Color (1, 2 y 3); Old & New School ( también los tres primeros);Realismo; Free Hand;y mejor del día, que solo se entregaba un un artista. Los ganadores de la categoría mejor del día de cada jornada automáticamente competirán en la categoría mejor de la convención. Hoy se incluirá una categoría especial para tatuajes realizados antes de la convención, con placas de ganadores para el primero en libre femenino y masculino, valorando de esta manera la calidad de los tatuajes que lucen en su piel tanto los visitantes como los propios tatuadores participantes. Se ha incluido también un premio al Stand Mejor Decorado, para agradecer a los artistas participantes que conviertan cada expositor «en una obra de arte».

Íñigo Abril, portavoz de la organización de este evento por toda España, aseguró que esta edición ya estaba siendo un «éxito», y que esta ciudad siempre había acogido muy bien la convención. «En una ciudad en la que hay tatuadores con más de un año de lista espera, no extraña».