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La miopía es un defecto de refracción que hace que se vea borroso, sobre todo con la visión de lejos, porque la imagen se enfoca ... delante de la retina, cuando en condiciones normales la imagen debe enfocarse en la retina para que se vea nítida, explica el jefe del servicio de oftalmología del Hospital Clínico Virgen de la Victoria, Rafael Luque. La miopía la padecen del 15 al 20 por ciento de la población y afecta por igual a hombres que a mujeres. Este viernes se celebra el Día Nacional de la Miopía.
Este defecto visual no guarda relación con el envejecimiento. Su causa es genética y constitucional. Por eso, suele aparecer en la infancia y luego aumenta con el desarrollo. Cuando el cuerpo deja de crecer, la miopía se suele estabilizar, señala Rafael Luque. Este oftalmólogo hace hincapié en que hay una serie de elementos para prevenir el avance de la miopía. El método más eficaz, durante el periodo de crecimiento y de desarrollo de la persona miope, es un tratamiento farmacológico con colirio de atropina diluido al 0,01 por ciento.
Asimismo, están las medidas higiénicas, es decir, evitar el uso abusivo de ordenadores, tablets y teléfonos móviles, sobre todo en la infancia. Por contra, son buenas las actividades al aire libre, porque favorecen la no progresión de la miopía, indica Rafael Luque. Este experto dice que las personas miopes deben llevar puestas las gafas cuanto más tiempo, mejor para frenar el avance de ese defecto visual.
Aparte, hay medidas ópticas como, por ejemplo, unas lentes de contacto llamadas orto K (ortoqueratología), que, además de corregir la miopía, moldean la córnea. También están las lentes de desenfoque periférico, que pueden ser en forma de lentes de contacto o de unos cristales montados sobre las gafas, que se encargan de disminuir la progresión del defecto visual.
La miopía puede superarse mediante una operación (corrección quirúrgica). Es lo que se denomina cirugía refractiva, que dependerá del grado de la miopía, que puede ser leve, moderada, elevada o magna, y de la córnea. Mediante un láser se talla la córnea para compensar el defecto de refracción que se tiene. Cuando la córnea no tiene un grosor suficiente o la miopía es muy elevada, lo que se hace es actuar con lentes intraoculares, es decir, se ponen lentes dentro del ojo.
Tras la aplicación de la cirugía, lo normal es que la persona deje de ser miope. «Con la cirugía lo que se hace es eliminar el defecto de refracción, pero las miopías moderadas, avanzadas o magnas suelen ir acompañadas de problemas retinianos que no se modifican con la intervención. Con la cirugía lo único que hacemos es quitar el problema óptico, pero el ojo sigue teniendo las mismas características. Por ejemplo, una retina miope lo seguirá siendo o el riesgo de tener una presión intraocular un poco más elevada se mantendrá», explica Rafael Luque.
Respecto a cómo afecta pasar varias horas al día posando la visión en las pantallas de ordenadores, tablets y teléfonos móvil, el doctor Luque señala que lo adecuado es hacer descansos y pausas cada 20 o 30 minutos, poniendo la mirada en el infinito y moviéndose un poco. «Es bueno hacer interrupciones cuando se está delante de una pantalla, en especial en el caso de los niños, que son los que tienen más riesgo de que les aumente la miopía», subraya el oftalmólogo.
Los adultos también deben descansar la vista cuando están delante de una pantalla para evitar la fatiga visual o el dolor de cabeza, pero como el ojo está totalmente formado no sufrirá un incremento de la miopía.
Cuantas más dioptrías tiene una persona más miope se es. La miopía magna, la más elevada, es a partir de 10 dioptrías, pero se puede llegar a tener por encima de 20. En esos casos, se padece una enfermedad muy invalidante y hay un proceso degenerativo de la retina y, por tanto, la miopía puede desembocar en una ceguera.
Sobre si hay que usar gafas o lentillas, el jefe de oftalmología del Clínico considera que eso va un poco al uso del consumidor, aunque lo ideal es alternar gafas y lentillas. La lentilla da mejor calidad visual, pero tiene una serie de factores de riesgo como, por ejemplo, la aparición de una úlcera o de una infección. «Todo tiene sus ventajas y sus inconvenientes. Si se toleran bien las lentes de contacto, magnífico, ya que da mejor calidad visual cuanto más pegadas al ojo estén. Como el exceso de uso de lentillas hace que el ojo sufra, lo recomendable es alternarlas con las gafas», apostilla el oftalmólogo.
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