La EMT estudia subir la edad a la que los niños empiezan a pagar en el bus

«En el próximo consejo de administración de la EMT vamos a plantear la posibilidad de acercarnos a la media nacional. Vamos a estudiar las opciones de subir la edad, de forma que Málaga deje de ser la ciudad que cobra antes», aseguró Del Río, quien aún así puso el acento en dos cuestiones. La primera, que en la EMT «no consta ninguna queja o reclamación en este sentido y no hay peticiones ni debate en torno a este tema», aunque el grupo municipal de Adelante Málaga (Podemos e IU) sí que incluyó esta petición en la batería de enmiendas a los presupuestos del Ayuntamiento de este año.

Y la segunda, que «los conductores no van pidiendo documentación para acreditar la edad porque la premisa es ser flexibles, por lo que a los padres sólo se les pregunta la edad de sus hijos cuando es evidente que han rebasado la edad fijada».

Del mismo modo, el edil subraya que «pocas ciudades tienen una variedad de descuentos en sus tarifas a colectivos especiales como la que ofrece Málaga», en referencia a las distintas tarjetas de transporte de la EMT dirigidas a estudiantes, desempleados, discapacitados o jubilados. En cuanto a la comparativa con el resto de grandes ciudades, desde el Consistorio admiten esta realidad en materia de movilidad infantil, pero tratan de contrarrestarla apoyándose en el precio del billete, «que sitúa a Málaga como una de las grandes ciudades con el coste del transporte urbano más económico». En este sentido, ponen como ejemplo a Barcelona, en la que los menores empiezan a pagar a partir de los 16 años pero, en cambio, el billete para el resto de usuarios es de 2,20 euros, el más caro de todas las urbes de más de 500.000 habitantes y casi el doble de los 1,30 de Málaga, que pasarán a los 1,40 a mediados de año.

Tal y como queda reflejado en el estudio realizado por este periódico, la realidad del transporte urbano en Málaga (en el metro también empiezan a pagar a partir de los 3 años) se encuentra muy alejada de la dibujada en el resto de grandes ciudades españolas, donde la tendencia en los últimos años ha sido ampliar la edad a la que empiezan a pagar los menores. Destacan Barcelona y Palma de Mallorca, que ofrecen sendos abonos para jóvenes de hasta 16 años siempre que estén empadronados (en el caso de la Ciudad Condal expira el 31 de diciembre del año en que los cumplan) y, más aún, Ibiza, que en enero de 2018 se convirtió en la primera ciudad española en dejar de cobrar a todos los menores de 18.

Además, en Valencia y Sevilla se han lanzado sendas tarjetas infantiles que elevan la gratuidad hasta el día que cumplan los 12, mientras en Oviedo la gratuidad llega hasta el 13.º cumpleaños. En Zaragoza, hace justo un año se extendió la bonificación del 100% en la tarifa del bus y del tranvía a todos los menores de 8 años, y en Madrid también existe desde marzo de 2015 la tarjeta verde, que permite que los pequeños de menos de 7 puedan viajar gratis en el metro, el autobús o el tren de cercanías. Siguiendo con la comparativa, en Bilbao se aplica para menores de 6., mientras en Murcia, Las Palmas de Gran Canaria o Granada empiezan a pagar a partir de los 4 años.