Solidaridad bajo la lluvia: los Ángeles Malagueños de la Noche no fallan en Nochebuena
Como cada año en estas fechas, este colectivo reparte casi 2.000 cenas especiales para que ninguna familia se quede sin comida en estos días tan señalados
CRISTINA PINTO
Viernes, 24 de diciembre 2021, 17:45
Pocos momentos en el día 24 de diciembre de este 2021 dejó de llover en Málaga. Pero al doblar la esquina de la explanada de Santo Domingo, había un huequecito donde sí que salió el sol durante una horas. Es el comedor de los Ángeles Malagueños de la Noche, que como cada día de lunes a sábado repartían sus menús de comida y el reparto de los alimentos primarios del mes. Aunque la fecha indicaba que algo especial había: garantizar un plato para que ninguna familia se quedase sin su cena de Nochebuena. Se suele decir que hay un angelito de la guarda para cada persona y, estas familias que se acercan a la asociación cada día y en especial esta Nochebuena, está claro que -sean creyentes o no- con los voluntarios de los Ángeles Malagueños de la Noche tienen ese milagro que les cuida. «Nadie se queda sin su plato de comida», se les escuchaba decir desde el comedor.
Desde Martiricos llegaban Antonio y Vanesa para ponerse en la cola llena de gente con sus paraguas para salvar el momento de los aguaceros en Málaga. Son marido y mujer y tienen dos hijas, una de nueve y otra de cinco años. Y con la inestabilidad del trabajo ya no les ha quedado más remedio que acudir a asociaciones como la de Ángeles Malagueños de la Noche para tener su plato de comida. Antonio lo explicaba así mientras esperaba la cola: «Tenemos los alimentos mensuales y algún día venimos a por la comida de mediodía, hay veces que no nos llega. Hoy tenemos el pollo con la tortilla y a ver si cae una botellita de vino», comentaba sin dejar de perder el humor mientras miraba cómplice a su mujer.
Esta pareja no estaba allí con sus dos hijas, pero José sí que estaba con su pequeña al lado. Esta familia es del barrio de Las Flores y su sueldo tampoco cubre todos los gastos: «Está el trabajo regular, no tengo nada fijo y lo que tengo es a tiempo parcial que no me llega ni para pagar el alquiler», explicaba a las puertas de los Ángeles Malagueños de la Noche. «Gracias a estas asociaciones podemos comer y tener una cena de Nochebuena hoy», completaba José. Al adentrarse en la cola había una joven de 25 años que se tapaba de la lluvia con su bolsa de plástico. Ella es Vanesa, nació en El Salvador y tiene una hija pequeña. «Vengo para recoger los menús de Nochebuena, vivo sola con mi hija», comentaba la joven.
Al llegar al principio de la cola empezaban a verse a los voluntarios de la asociación trabajando. En la puerta se iban turnando y en ese momento, a eso de las una del mediodía, estaban Bernardo, Miguel Ángel y Juan repartiendo las bolsas que sus compañeros habían preparado con los menús de Navidad y con las comidas y bocadillos del día. «¿Quieres puchero?», le preguntaba uno de ellos al joven que tenía el turno en ese momento. Todo controlado: las tarjetas de cada uno, el número de personas de la familia y lo que necesitaban. Y todo quedaba reflejado en el ordenador para que no se perdiese ningún dato.
No solo se estaban repartiendo los menús de Navidad, también se seguían repartiendo los alimentos primarios de cada mes a una segunda parte de las familias que lo solicitan (a partir del número 400), ya que los 400 anteriores fueron a recogerlos justo el día de antes. Lo explicaba Miguel Ángel a las puertas del comedor: «Ahora mismo están haciendo dos colas, las de los alimentos y las del menú de Navidad, además de los que vienen diariamente a por la comida, que son alrededor de 350 familias», concretaba el voluntario.
«Cada vez más familias»
El número de familias que se acercan cada día a por comida y que solicitan la ayuda mensual cada vez va creciendo más. El presidente de los Ángeles Malagueños de la Noche, Francisco Roldán, comentaba estos datos desde el interior del comedor: «Cada vez tenemos más. Estamos por encima de las 800 familias y ya no bajamos de los 450 diarios para la comida y los sábados casi 500. A nivel de alimentos entre las donaciones de asociaciones y particulares y las distintas campañas vamos bien. Pero lo que tenemos problema es mes a mes para subsistir con los gastos del local», lamentaba el presidente.
Y también se nota el cambio en el perfil de las familias que llegan a por los alimentos y comidas diarias. «Ahora el usuario ya no es el mismo, antes teníamos inmigrantes o personas con adicciones. Pero ahora hay gente que con la crisis del Covid-19 se han quedado sin su fuente de ingresos y el poco dinero que tienen es para hipoteca y demás. Entonces están viniendo casi a diario», desvela el presidente, Francisco Roldán.
Al llegar al fondo del comedor estaban de un lado a otro un grupo de jóvenes como Inés García o Ana María Pardo, que intentan ir cada vez que pueden a ayudar y se estaban encargando de repartir los alimentos primarios. Y en otro lado estaban Rosa, Lola y María José, que preparaban las bolsas de los menús de Navidad. Medio pollo asado, una tortilla, guarnición y postre. Eso iban echando en cada bolsa y acumulándolas para que estuvieran listas cuando llegasen las familias. Nadie sin su plato para la noche de Nochebuena. Llevaban allí desde las ocho de la mañana: «Hoy le ha pasado a estos señores, pero mañana me puede pasar a mí. Hay gente que le han quitado la casa, que incluso tiene estudios y no es como piensa la gente de que son vagabundos. Son gente que han luchado mucho, que tienen familia, que tienen sentimientos y se ven en la calle muy desilusionados. Es muy triste, eso tiene que ser terrible», reflexionaba María José.
Cuando pasaba el mediodía y ya llegaba la tarde, el presidente de los Ángeles Malagueños de la Noche hacía balance de la jornada: «Estamos muy contentos porque no nos ha faltado comida. Lo peor ha sido que el tiempo nos ha fastidiado porque hay gente que se ha mojado un poco. Pero tenemos una satisfacción muy grande gracias a los voluntarios y a la gente que colabora. Hemos repartido alrededor de 1.900 menús de Navidad», concluía Francisco Roldán.
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