

Secciones
Servicios
Destacamos
Juan Cano
Domingo, 19 de julio 2015, 18:01
Tráfico los instaló a principios de 2014 y, en menos de un año, los radares de tramo de Las Pedrizas ya están en el top 5 de los que más multan en España. Concretamente uno de ellos, el que está situado entre los kilómetros 134 y 140 (el segundo que se encuentran los conductores en la bajada hacia Málaga, después de la zona de los túneles), lidera el ranking nacional con 62.826 infracciones detectadas. El otro, que controla la velocidad entre los kilómetros 125 y 128, ocupa la cuarta posición con 37.864, según los datos facilitados por Automovilistas Europeos Asociados (AEA), desde el portal de transparencia de la DGT. Las cifras resultan aún más llamativas si se tiene en cuenta que estos dos radares no entraron en funcionamiento hasta julio del año pasado, por lo que esas 100.690 denuncias corresponden tan sólo al segundo semestre de 2014.
Los dos radares de tramo de Las Pedrizas están limitados a 80 kilómetros y, desde la puesta en marcha de la operativa 7, una iniciativa de la DGT para reducir los márgenes de denuncia, toman la foto a partir de 88 kilómetros por hora. En realidad, en la práctica funcionan como uno solo, ya que son consecutivos y los conductores nunca saben bien dónde termina uno y empieza el otro. El resultado es que muchos de los infractores denunciados el año pasado fueron cazados dos veces el mismo día, con unos minutos de diferencia, en los dos tramos controlados por radar.
Es el caso de Manuel Ramírez, una de las víctimas de estos cinemómetros. A él le llegaron seis multas en menos de dos meses, entre agosto y septiembre de 2014. Tiene 26 años y es vecino de Casabermeja; trabaja de camarero y gana unos 40 euros diarios. «Si te pillan en uno, te pillan en el otro también. A mí me llegaron las multas de dos en dos, así que imagínate, con dos días de trabajo no me llega para abonarlas (50 euros por pronto pago), tengo que echar horas extra», explica el joven, quien asegura que, desde entonces, evita la A-45 siempre que puede. «Suelo ir a Málaga a comprar o al dentista, pero ya me lo pienso dos veces. ¡Te sale más cara la denuncia que el médico!». Hay casos peores. «Conozco añade a vecinos del pueblo que tienen hasta 10 y 12 sanciones». A una turista sueca de 60 años la han multado 15 veces en 14 días con un coche de alquiler. Como las de Manuel, son todas infracciones leves: la cazaron a 88, 91, 95 km/h...
Lo cierto es que la carretera de Las Pedrizas, que hasta la puesta en funcionamiento de la autopista de peaje (octubre de 2011) era una de las principales vías de acceso de turistas hacia la Costa del Sol, se ha convertido en un auténtico calvario para los conductores, y no precisamente por los atascos. A las infracciones detectadas por los radares de tramo hay que sumar 5.103 fotografías tomadas por el cinemómetro fijo situado al principio de la bajada, en el kilómetro 118, a la altura de Casabermeja.
La operativa 7, una fórmula ideada por los actuales responsables de Tráfico para reducir a la mínima expresión el margen a partir del cual salta el radar, es una de las claves que explican el volumen de infracciones detectadas por los dispositivos de tramo de Las Pedrizas. Aunque esta iniciativa se puso en marcha con carácter general a principios de año, como adelantó SUR (ver edición del 19 de enero), la DGT experimentó el verano pasado con los cinemómetros de La Coruña y Málaga, y en ambos casos el resultado no pudo ser más doloroso para el bolsillo de los usuarios. La operativa 7 supone aplicar un descuento de 7 sobre la velocidad captada por el radar (antes se daba un margen de 10 o incluso de 20 km/h). Si el límite es inferior a 100, se restan 7 km/h. Si es superior, se descuenta un 7%. Cuando los radares de Las Pedrizas empezaron a cazar infracciones a partir de 88 km/h, las multas se dispararon.
A la vista de estos números, no hay otro itinerario similar en España con semejante número de multas ni que concentre tantos radares en 27 kilómetros de trazado. Las reacciones, como es lógico, no se han hecho esperar. Conductores particulares y profesionales, vecinos y alcaldes de los pueblos de la zona protestaron airadamente desde el primer día ante el aluvión de denuncias. De hecho, incluso se ha creado en la red social Facebook una plataforma de afectados.
Tanto la DGT como el Ministerio de Fomento, que fue quien instó a colocar los dos radares de tramo en Las Pedrizas, han defendido la instalación de estos dispositivos para mejorar la seguridad vial. Pero regidores y vecinos de los municipios que lindan con la autovía ven otros motivos. «Hay un descontento generalizado. Para la gente, tienen un afán recaudatorio, porque el límite de 80 no es real salvo en un par de curvas del trazado, y también piensan que los han colocado para animar a que los usuarios utilicen la autopista de peaje», explica el alcalde de Casabermeja, Antonio Artacho (IU-Para la Gente). El año pasado, el pleno del Ayuntamiento de esta localidad aprobó una moción para pedir a Tráfico que los límites de velocidad de los radares fuesen más reales, pero se encontraron con la negativa de la DGT a modificarlos.
El presidente de Automovilistas Europeos Asociados, Mario Arnaldo, y el secretario general del PSOE en el Congreso de los Diputados, Miguel Ángel Heredia, coinciden con la tesis de los alcaldes. El primero insiste en el afán recaudatorio como principal criterio para la instalación de los radares. «El último anuncio de la DGT sobre las ubicaciones de los dispositivos móviles busca un efecto narcotizante para tranquilizar a la opinión pública. Lo que deberían informar es por qué se han escogido esos lugares, cuántos accidentes había antes y cuántos hay ahora», sostiene Arnaldo, que asegura estar percibiendo un «mayor nivel de crispación» entre los conductores: «Las multas se han convertido en un peaje que hay que pagar a la DGT».
Heredia comparte el criterio y se apoya además en las millonarias cifras de recaudación de estos dispositivos. E una respuesta parlamentaria al líder de los socialistas malagueños, el Gobierno reveló que los dos radares de tramo de Las Pedrizas aportaron a las arcas del Estado 3.449.700 euros, que representa el 40% del total recaudados por todos los cinemómetros que la DGT tiene repartidos por la provincia. Este año, en poco más de cuatro meses, la cifra asciende ya a 908.556 euros. «El Gobierno tiene que explicar muy bien el criterio que se ha seguido para ubicar estos dispositivos, porque está haciendo caja a costa del bolsillo de los malagueños. Entendemos la instalación de radares como medida preventiva y disuasoria, nunca con afán recaudatorio. El dinero recaudado debería revertirse en nuestras carreteras en forma de inversiones», sentencia Heredia.
No en vano, Málaga tiene otro de sus radares entre los 10 primeros puestos del ranking de los que más multan. En séptimo lugar, con 23.551 denuncias, está el dispositivo situado en el kilómetro 256 de la autovía A-7 a su paso por Rincón de la Victoria (sentido Cádiz). El que casualmente no aparece en la lista pero debería estarlo por sus números actuales es el radar situado en el 246 de la A-7 (El Palo, sentido Almería), aunque el año pasado apenas estuvo operativo por problemas de metrología para calibrar y verificar el dispositivo.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Conservas Nuevo Libe, Mejor Anchoa 2025
El Diario Montañés
Publicidad
Publicidad
Recomendaciones para ti
Favoritos de los suscriptores
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.