
Nació en Móstoles hace ya casi 40 años; pero «todo» en la vida y en la carrera de Raúl Arévalo «tiene que ver con Málaga». Su mejor amigo en la escuela de Cristina Rota era un malagueño: con él descubrió la feria de Málaga y también el cine del momento. «Empecé a motivarme para escribir historias y creerme que algún día podía dirigir». Cuando ya tenía claro su camino, se cruzó con Daniel Sánchez Arévalo y rodó 'AzulOscuroCasiNegro', la película con la que se estrenó en el Festival de Málaga. «Este fue mi primer festival, al que más he venido y el único en el que he sido jurado», apostilla. Después, en 'El camino de los ingleses' del malagueño Antonio Banderas pudo ver «cómo un actor afrontaba la dirección». Y hay más: su cuenta de correo está escrito en 'malaguita', una novia le dejó en Pedregalejo y su gran amigo es el malagueñoAntonio de la Torre.
Publicidad
Lo que sucedió ayer no es más que una evolución lógica de esa relación de amor con la ciudad. El actor y director Raúl Arévalo recibió en el Teatro Cervantes el premio Málaga Talent a una trayectoria joven trabajada desde los cimientos. Los dos Goya a su ópera prima 'Tarde para la ira' (al director novel y guión original) y el cabezón a su interpretación en 'Gordos' le avalan. Ahora escribe «sin plazos» el guión de su segunda película –siete años le llevó la primera– mientras actúa para la pequeña y la gran pantalla. «Pero aunque soy actor, mi gran pasión es dirigir. Cada día de mi vida pienso en planos y en historias», aseguró ayer en un encuentro informal con el director del festival, Juan Antonio Vigar, antes de recibir su Biznaga. Jugaba a ser director incluso antes de pensar en ser actor. Y grababa cosas «muy gores y violentas» con la cámara de su padre, tal y como ha redescubierto ahora buscando vídeos antiguos para el 65 cumpleaños de su madre.
Cuenta que cada trabajo como actor le ha servido de aprendizaje para la dirección. Y cada rodaje que ha hecho le ha valido para conocer a personas que luego ha integrado a su propio equipo, a su «familia» profesional. «Es importante rodearse de gente que te diga las cosas claras», sentencia. Asegura que la vanidad acaba con la carrera de cualquier director. Por eso, dice, muchos de los grandes hicieron sus mejores trabajos en sus primeros años, y lo ejemplifica con Francis Ford Coppola: «Si ves 'El padrino' y 'Apocalypse Now' piensas que es imposible que haga ningún truño. Y los ha hecho». «Cuando creces en vanidad ves, lo que era escuchar al asistente de dirección o de vestuario se convierte en un '¡qué me vas a contar a mí!'», argumenta.
sobre pedro almodóvar
Dentro de su familia Arévalo incluye ya a Pedro Almodóvar, con quien acaba de rodar 'Dolor y Gloria'. «Lo mejor de mi cameo es que me da un beso Penélope Cruz», bromea. Confiesa que le pide consejos, que se apoya en él y que su relación es «excelente»: «No sé como habrá sido en el pasado, pero en este momento tengo la suerte de disfrutar mucho de él y de sentirlo muy cercano».
Pero él «ni de coña» se atreve a aconsejar a nadie. A una joven actriz que le pregunta sobre cómo acceder a la industria, le responde con una reflexión: «Con esta cosa de tanta serie, de tantos seguidores en Instagram... parece que lo de la carrera de fondo ya no se lleva. Pero lo importante no es tener seguidores es ser buen actor».
Publicidad
sobre las series de televisión
Del 'boom' de la producción española para la pequeña pantalla a través de plataformas como Netflix y Movistar también habla. Es in momento «positivo para este oficio porque hay mucho más trabajo», con un 'pero': «la trampa de las condiciones», se paga menos, pero interesa meter la cabeza en ese mundo. «Una cosa preocupante de este momento es que así como aumenta el volumen de contenidos, las condiciones laborales no son tan buenas», admite.
el cine español
Cree que en el cine español cada vez «se tocan más géneros con menos pudor y complejos». «Pero lo curioso es que mientras la calidad de contenidos del cine americano con grandes presupuestos va en reducción y tienen que tirar de 'remakes' y superhéroes, en España en la calle se sigue pensando que lo americano es lo bueno», lamenta. Por eso defiende un «cine con identidad». Y el nombre de moda no tarda en salir:«Ahora Rosalía lo peta, pero no por imitar a Beyoncé, sino por cantar por Lola Flores y hacerlo a su manera», concluye.
Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.