Borrar
Imagen de archivo de una operación de estiba de cemento ensacado en el Puerto de Málaga.
El repunte constructor y la exportación sacan a la industria cementera del coma

El repunte constructor y la exportación sacan a la industria cementera del coma

El consumo de cemento en Málaga experimenta el primer crecimiento desde que empezó la crisis, aunque sigue en niveles de los años sesenta

Nuria Triguero

Lunes, 26 de octubre 2015, 00:39

La fábrica de cemento más antigua de Andalucía, que no es otra que la de La Araña, ha cumplido este año un siglo y lo hace en un momento que dista de ser el mejor de su historia. El consumo de materiales de construcción está en niveles propios de los años 60 después de sufrir caídas ininterrumpidas desde 2007 que han causado una auténtica debacle en la que era una de las industrias más poderosas de la provincia. Sin embargo, las cementeras empiezan a ver luz en el túnel. En los primeros ocho meses de este año se ha registrado el primer repunte de consumo de cemento desde que empezó la crisis. El incremento es de un 14% respecto al mismo periodo del año pasado, según las estadísticas recogidas por la Asociación de Fabricantes de Cemento de Andalucía (Afca). Este porcentaje se aplica tanto al conjunto de Andalucía como a Málaga, que representa el 17% de la demanda regional.

El gerente de Afca, Ricardo López, atribuye este tímido crecimiento al resurgir de la construcción de viviendas en zonas como la Costa del Sol. En cambio, el otro componente de la demanda de cemento, la obra civil, no da señales de recuperación sino todo lo contrario. «La licitación pública en los ocho primeros meses del año ha caído un 44% en Andalucía, lo que indica que el año que viene se construirán todavía menos infraestructuras», indica López. «Esperamos que el repunte de la edificación residencial compense esta caída de la obra civil, de forma que el año que viene siga recuperándose el consumo de cemento, aunque en un porcentaje pequeño, incluso menor al de este año», añade.

López advierte de que aunque los crecimientos que se están produciendo en los últimos meses den pie a la esperanza, son muy pequeños en términos absolutos. «Seguimos en niveles de consumo de cemento de los 60 y a este ritmo tardaremos seis o siete años en duplicar el volumen actual y alcanzar el hito de 1993 que, ojo, fue año de crisis», apunta el gerente de la patronal cementera andaluza.

Financiera y Minera pasa de manos italianas a alemanas

  • Este verano se ha cerrado una importante operación en el sector cementero que ha pasado desapercibida en Málaga, pero que implica el cambio de propiedad de la cementera de La Araña. La multinacional alemana Heidelberg llegó un acuerdo con los propietarios de Italcementi (dueña a su vez de Financiera y Minera) para comprar sus acciones. Ahora, la venta está a la espera de la aprobación de Competencia. «Se espera que para febrero o marzo tengamos un veredicto», afirma el director comercial de FYM, Tomás Azorín. «Seremos más fuertes. La suma de Heidelberg y Italcementi nos convierte en segundo productor de cemento del mundo, primero de árido y tercero de hormigón. Además, nos va a dar nuevos destinos de exportación, nos va a ayudar a avanzar en tecnología y a reducir costes», añade. Respecto a cómo puede afectar el cambio a la fábrica, es rotundo «La mejor garantía de mantenimiento del empleo y la actividad es ser una fábrica eficiente y tener buenos profesionales. Y tenemos ambas cosas».

Le da la razón el director comercial de Financiera y Minera, Tomás Azorín, que recuerda que el nivel de partida en el mercado doméstico «es casi cero» y, aunque le «ilusiona» el repunte registrado en la primera mitad de este año que se ha reflejado en un aumento del 8% en sus ventas nacionales recuerda que hay que ser «muy cautos» porque la recuperación puede frenarse o incluso revertirse.

Mercado exterior

Así las cosas, la supervivencia de la industria cementera sigue ligada a corto plazo a la exportación. El mercado exterior está siendo la tabla de salvación de fábricas como la de Málaga, que vende fuera de España el 70% del cemento. «La exportación nos ha permitido mantener la actividad y el empleo de la fábrica pese a que la demanda ha caído un 80% aquí en España. De otro modo, habríamos tenido que apagar los hornos nueve meses al año, como hacen otras fábricas del interior», reconoce Azorín, que no obstante recuerda que las ventas internacionales son «un paliativo» y no una solución, ya que tienen un inconveniente: el margen de beneficio es muy pequeño, tanto por el coste del transporte como por los precios que rigen en los mercados de destino, que son sobre todo africanos. Esta circunstancia se refleja en las cuentas de Financiera y Minera, que ha encadenado en números rojos los últimos ejercicios. «Este año estaremos ya próximos al equilibrio», apunta su portavoz, que destaca la política de mantenimiento del empleo. «Somos 250 trabajadores, entre directos e indirectos, y aquí seguimos», afirma.

Este periódico se puso en contacto con la otra industria cementera que tiene presencia en la provincia, la antigua Cementos Antequera, que fue comprada en 2013 por la empresa brasileña Votorantim. Sus responsables no quisieron hacer ninguna declaración. Según el secretario general de Construcción y Servicios de CCOO de Málaga, Alfonso Galisteo, la actividad de esta molienda de cemento es bastante baja, ya que su plantilla se ha quedado en 25 personas con jornada reducida (llegó a tener casi un centenar de trabajadores).

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

diariosur El repunte constructor y la exportación sacan a la industria cementera del coma