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La carrera de Bahréin marca un poco el inicio de la temporada con circuitos más tradicionales, Sakhir es una pista donde prima la curva lenta ... y donde los coches deben tener una buena capacidad de tracción y ahí McLaren es el rey como ha demostrado este fin de semana, con la victoria de Oscar Piastri y la tercera posición de Lando Norris, pero tiene un problema y es que sus dos pilotos están en absoluta disposición de ganar el título, por lo que los ingleses parecen que han firmado un acuerdo secreto entre ellos; el que haga la 'pole' y luego pase primero en la primera vuelta tendrá preferencia el resto de la carrera, salvo que algunos de los coches tenga algún bajón de rendimiento por avería, una decisión tomada tras ver que Verstappen que no tiene el coche más rápido, pero que siempre está con la caña pescando en las disputas entre los pilotos del equipo 'papaya' siempre saca tajada. Aún así en Bahréin se ha vuelto a evidenciar el déficit de Red Bull, ya ni la magia de Verstappen les saca del atolladero donde están y lo cierto es que en esta carrera no estaban ni para luchar con los coches de la zona media. Una sola satisfacción para los 'energéticos', su recién llegado Yuki Tsunoda, está más cerca del holandés de lo que estaban todos sus anteriores compañeros, pero este año no parece que ni su concurso sirva para luchar por ningún título.
Por el contrario, los Mercedes a día de hoy parece ser los únicos que pueden seguir de cerca a los ingleses, George Russell que hizo una fuerte apuesta, poniendo neumáticos blandos para un largo final de carrera, fue capaz de contener a Norris y hacerse con el segundo escalón del podio, veremos si en tres o cuatro carreras sigue la evolución y están en disposición de luchar de tú a tú con McLaren. Todo lo contrario que en Ferrari, donde a pesar del paquete de mejoras aerodinámicas que traían, no parece que les vayan bien las cosas. Hicieron una estrategia diferente que parecía la acertada, utilizando de inicio neumáticos medios de dureza, pero la entrada del safety car, les arruinó la estrategia, aun así terminaron cuarto y quinto, pero sus dos pilotos Leclerc y Hamilton no pararon de quejarse de la falta de ritmo durante todo el fin de semana. Hamilton no termina de adaptarse al Ferrari, al inglés no se le ha olvidado conducir rápido, pero la adaptación al coche italiano está siendo más larga y difícil de la esperada y además el Ferrari no es el coche que todo el mundo esperaba tras la pretemporada cuando parecía que podría plantar cara a los McLaren.
Aston Martin sigue sumido en la miseria, la imagen de Alonso con el volante fuera de su sitio en los entrenamientos, no deja de ser cómica dentro del gran peligro de lo que podía haber sucedido, el equipo que sigue reforzándose con técnicos de primera línea no termina de encontrar el camino de la recuperación y ya no es ni siquiera uno de los que luchan en la zona media de la parrilla y puede que ante esta situación abandonen la evolución del coche de este año y se centren en el del año próximo donde debería producirse un inicio de la nueva era Adrian Newey, habrá que espera un par de carreras más para ver la dirección elegida. Por el contrario, Carlos Sainz parece ya en línea ascendente y su aclimatación al Williams es la que se podía prever, el madrileño parece en posición de luchar en cada Gran Premio por estar en el top 10, aunque en esta ocasión un toque con Tsunoda le obligase a abandonar.
Hasta Arabia Saudí.
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