En busca de los 'Six Majors'
La malagueña Carmen Arellano, auxiliar de vuelo de 43 años, ha completado cinco de los seis maratones más importantes del mundo; sólo le queda Tokio
marina rivas
Domingo, 23 de febrero 2020, 01:12

Una pasión no tiene por qué ser vocacional, a veces para descubrirla sólo hace falta probar cosas nuevas. Hasta hace siete años (2013), la malagueña Carmen Arellano no sabía lo que era correr más de 10 kilómetros. Siempre le gustó hacer ejercicio y apuntarse a las carreras anuales de El Corte Inglés. Pero un día tomó otro rumbo y cansada de trotar en la cinta del gimnasio buscó un grupo con el que salir al aire libre. Y por internet encontró Primeguis, un club sencillo, con pocos integrantes y enfocado a las carreras populares, también de trail.
Motivada por el cambio, Arellano se federó y de la noche a la mañana decidió comenzar su primer gran reto, el Maratón de Berlin (de 2014). Entonces, la malagueña (actualmente de 43 años) no sabía la preparación que una carrera tan exigente como esta requería y por supuesto, tampoco sabía de la existencia de los 'World Majors', los seis maratones más importantes del mundo. «Cuando me confirmaron que ya tenía el dorsal para Berlín me dijeron que estaba loca, porque hasta entonces no había corrido más de 10 kilómetros, pero tenía meses por delante para prepararlo y me busqué un entrenador para ello», comenta la malagueña.
Antes del gran día se probó en medias maratones pero no en los 42 kilómetros, aunque confiando en la preparación, el cambio en su dieta y en su propia fortaleza mental comenzó y terminó la prueba alemana. «Fue impresionante, un subidón de energía. Durante la carrera pensaba que nunca más correría algo así, porque es duro, pero fue cruzar la línea de meta y pensar ya en cuál sería el siguiente», asegura. Además marcó un buen tiempo de 4 horas y 10 minutos, su mejor marca en uno de los 'Majors'. Aunque no fue hasta el año siguiente cuando conoció este concepto.
Sin saberlo, al finalizar el Maratón de Chicago, Arellano ya completó dos de los 'grandes', lo que le llevó a plantearse el reto de alcanzar una gesta que muy pocos españoles han conseguido, recibir conocida como medalla de las seis estrellas, que reconoce a quienes han completado todas las pruebas: Chicago, Berlín, Londres, Nueva York, Boston y Tokio. Y así, sin pausa ni prisa, en 2016 la malagueña corrió la cita neoyorquina, en 2017 la de Boston y el pasado 2019 la de Londres. Uno por año con una única excepción, en 2018. Fue un año oscuro para Arellano, que tuvo que dejar a un lado el que ahora era su sueño para dedicar tiempo a alguien que de verdad lo necesitaba, su padre, que falleció entonces. Fue un golpe duro para la malagueña, que desde que descubrió su pasión por correr largas distancias se vio apoyada por él. Desde entonces cada una de sus carreras llevan dedicatoria.
Ahora a la malagueña sólo le queda una cita pendiente, la de Tokio, que debía disputarse el próximo 1 de marzo y que, por medidas preventivas contra el Coronavirus ha quedado restringida a un selecto grupo de atletas de élite. Ahora, su gesta tendrá que esperar. Pero no le preocupa, sólo piensa en que así tendrá más tiempo para bajar de las cuatro horas el próximo año. Haciendo balance de cómo correr le ha cambiado la vida, Arellano, que trabaja como auxiliar de vuelo para Iberia cuenta, a modo de anécdota, que ya no puede subir a un avión sin sus zapatillas y que, cada vez que aterriza y permanece uno o dos días en cualquier ciudad del mundo, sale a correr por sus calles. Cuando no trabaja tampoco para; realiza sesiones de gimnasio y largas tiradas que se incrementan según el día de la semana, en ocasiones acompañada de su marido, también auxiliar de vuelo (eso sí, él en bicicleta). Sin habérselo planteado nunca, este deporte le ha abierto un nuevo camino.
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