De la postal de Picasso a la herencia de Onassis, empieza la puja desde Málaga

El 2 de enero de 1919, Pablo Ruiz Picasso echó al correo una postal dirigida a 'Monsieur y Madame Defosse' con el siguiente mensaje: «Queridos amigos, ahí tienen, con esta mesa bien servida, nuestros mejores deseos». El artista incluyó un dibujo de una típica mesa navideña. La misiva iba destinada al director de orquesta Henri Defossé, con el que había trabajado Olga Khokhlova, bailarina en los Ballets Rusos y entonces pareja de Picasso; sin embargo, ahora espera nuevo destinatario.

La postal picassiana es una de las piezas más destacadas en la subasta que la empresa malagueña International Autograph Auctions Europe, con sede en Estepona, ha organizado este miércoles y jueves. La cita iba estaba prevista en el Hotel Puente Romano de Marbella, pero el estado de alarma decretado ante la expansión del virus Covid-19 ha provocado un cambio de planes.

«Este tipo de subastas suele tener una presencia reducida de público en sala, ya que con el avance de las telecomunicaciones la inmensa mayoría o puja 'on line' o manda su puja máxima por adelantado o pide pujar por teléfono. Lo teníamos todo preparado, pero con la irrupción del coronavirus hemos anunciado a nuestros clientes en todo el mundo que centraremos la puja a través de medios telemáticos», avanza el director de International Autograph Auctions Europe, Francisco Piñero. Y, pese las circunstancias, remata: «Esta subasta es muy especial, porque es de dos días, cuando solemos hacerlas sólo en una jornada, y con nada menos que 1.050 lotes. El más barato tiene un precio de salida de 100 euros y el más caro puede acabar en torno a los 150.000 euros».

La postal picassiana tiene un precio de salida de 30.000 euros, uno de los más elevados del catálogo. Y, aunque a cierta distancia de partida con sus 14.000 euros, la subasta ofrece una tentadora rareza para mitómanos: el contrato suscrito entre Christina Onassis, hija del magnate griego Aristóteles Onassis, y Jacqueline Kennedy, viuda del empresario, por el que la descendiente de Onassis pagaba 20,5 millones de dólares a cambio de que la también viuda de John Fitzgerald Kennedy renunciase a seguir pleiteando por la multimillonaria herencia de Onassis. El documento está fechado el 7 de mayo de 1975, apenas dos meses después del fallecimiento del armador griego.

«Se trata del documento original y viene a decir que si bien Onassis no tiene responsabilidad con los hijos de Kennedy, llegaban a ese acuerdo con el compromiso de que Jacqueline y sus descendientes renunciaran a futuras reclamaciones. Este documento se ocultó durante mucho tiempo ante el temor de que repercutiera de manera negativa en la imagen de la viuda de Kennedy y Onassis y ahora sale a la luz en este lote», avanza el director de la firma especializada en manuscritos, cartas y autógrafos.

La postal picassiana y el documento en torno a la herencia de Onassis brillan en el amplio catálogo del lote. Como explica Piñero, la sesión de este miércoles está dedicada a documentos relacionados con el deporte, el cine y otros espectáculos, la música pop (con piezas autografiadas por Jimi Hendrix o John Lennon); la música clásica con obras firmadas por Rossini, Puccini, Donizetti, Verdi o Brahms y una última sección en torno al arte y la literatura con referencias de Dalí y varias cartas de Matisse, Monet, Gauguin y Cezanne, entre otros autores.

El jueves está reservado para una miscelánea de personajes famosos que va de la mencionada Jacqueline Kennedy al terrorista Chacal, pasando por un emblema de los Estados Unidos firmado por siete presidentes de la nación o manuscritos de Napoleón, Albert Einstein, Sigmud Freud o Mahatma Gandhi. Del activista indio sale a subasta una carta con un precio de salida de 10.000 euros. Está fechada el 29 de marzo de 1929 y en ella, el político convertido en icono de la no violencia se despide de su interlocutor firmando la misiva como 'Bapu', apodo con el que era conocido en su lengua materna y que quiere decir 'Papá'.

Y va a ser cierto aquello de que la letra es buen espejo de quien la escribe, porque la que Gandhi llega sencilla, limpia, casi cálida.