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Daniela Miazzo, Gloria Arranz, Lidia Castro, Aintzane Cruceta, Miriam Jordán y Eryk Pall. Tenllado

Una artista en el cole: el nuevo proyecto de La Casa Amarilla

El Colegio de Prácticas Nº1 y el espacio cultural recuperan una antigua aula que perteneció a la Escuela de Bellas Artes y la transforman en un estudio de creación para artistas locales

Sábado, 28 de septiembre 2024, 00:16

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Cruzas el patio de columnas, subes las escaleras, pasas junto a un pasillo con decenas de mochilas de colores en la pared y subes más y más escaleras. Ahí, arriba del todo, está lo que en el Colegio de Prácticas nº1 conocen como el 'palomar', un espacio con techos altos de madera que primero formó parte del antiguo convento jesuita, después fue observatorio de la escuela naval, más adelante sirvió de aula para el estudio de las Bellas Artes y con el tiempo se convirtió en centro de magisterio. Cada etapa de su existencia está grabada de alguna forma en sus muros y en los objetos que decoran la sala. Y ahora empieza otra nueva: tras años de abandono, ese lugar abre como un estudio de artistas integrado en la vida del cole, de la mano de La Casa Amarilla y el CEIP N.º1.

Dos mundos habitualmente separados se unen en este proyecto singular: el arte a nivel profesional de seis creadoras de Málaga –ellas son mayoría– se integra en el programa lectivo de niños de entre tres y 12 años. Es Observatorio-Palomar. «Será un espacio abierto, queremos que los alumnos puedan acompañarles y conozcan los procesos creativos desde los inicios, que participen y eduquen la mirada en la sensibilidad del arte», explica Natalia Reina, la directora del colegio.

Doscientos estudiantes, de múltiples nacionalidades, convivirán con los artistas en residencias trimestrales. Podrán entrar en el estudio, preguntar o simplemente observar; intervendrán en la creación, inspirarán al artista y aprenderán de sus técnicas en diferentes talleres. Y antes de todo eso, los estudiarán. «¡A nosotros! ¡Qué bonito!», exclama de forma espontánea Daniela Miazzo cuando explican la dinámica. Ella será la primera en ocupar ese estudio junto a Eryk Pall a partir de la próxima semana. Daniela mezclará arte tradicional con nuevas tecnologías, pintura con realidad aumentada y animación, para analizar con los pequeños los efectos de las redes sociales en la creatividad. A su lado, Eryk Pall se reconciliará con el ámbito escolar –del que confiesa que no guarda muy buenos recuerdos– con una inmersión en este espacio a través de la pintura y el dibujo.

Tenllado

Para ellos, como para Aintzane Cruceta, Miriam Jordán, Lidia Castro y Gloria Arranz, es su primera vez en esta última planta del colegio más céntrico de Málaga, en la misma plaza de la Constitución. Y sus caras recorriendo la sala lo dicen todo. Entra mucha luz natural, hay unas vistas inéditas de los tejados de Málaga y se respira el carácter de un sitio con historia. Fantástico para crear.

Miriam Jordán avanza que usará la música y los procesos emocionales que desatan determinadas melodías en un proyecto interactivo con los pequeños del cole. Compartirá estudio con Aintzane Cruceta, que fusionará elementos de la cultura pop con su particular universo onírico. Juntas, además, revisarán una obra que hicieron juntas para una exposición hace justo diez años.

Los artistas se integrarán en la vida escolar, mostrando su proceso de creación y trabajando con los niños

A Lidia Castro le gusta trabajar con colectivos marginales y en la disidencia para llevarlos al centro. En el Colegio de Prácticas nº1 se propone vivir el espacio y documentarlo para crear algo a partir de esa experiencia, algo en donde tengan voz quienes a diario lo habitan: los niños. Junto a ella estará Gloria Arranz, que profundizará en una de sus obsesiones artísticas: la fragilidad de la realidad, la conciencia de que todo puede cambiar en segundos. Un cuestionamiento que traslada a la foto, el collage y el arte gráfico.

Se le notan las ganas de llenar el palomar de sus pinturas, sus sprays, sus telas. Objetos que se sumarán a los caballetes y bancos alargados, con la madera ya desgastada, que recuerdan que aquí, desde mediados del XIX, hubo una antigua aula de dibujo y pintura de la Escuela Provincial de Bellas Artes. A escasos metros, pero en la parte que pertenece al Ateneo, está precisamente la conocida como Aula Picasso, donde impartía clases el padre del genio universal y que ahora está en proceso de recuperación.

La Casa Amarilla, con David Burbano y Roy Laguna al frente, dan así un paso más en su apuesta por la creación al margen de los circuitos convencionales. Quieren que el arte entre en los colegios «desde la mirada del artista», no solo desde los libros, y que intervenga el entorno, que deje huella. A ellos, de momento, el CEIP Prácticas Nº1 ya les ha marcado. Todos se sienten ya parte de la «tribu» del cole.

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