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Second, un íntimo desafío a la pandemia en el Auditorio Municipal
El conjunto Murciano ofrece un concierto arriesgado y valiente ante una audiencia reducida pero entregada
La llegada de los asistentes se antojó pausada, tranquila y excesivamente escalonada. No más de 300 personas respondieron anoche a la llamada, un puñado de valientes que se unió al desafío con el que Second, el veterano conjunto murciano referente del 'indie-pop', plantó cara a la pandemia. Pero no hubo espacio para la pena ni los lamentos: tanto la organización del espectáculo como la propia banda y los asistentes se arrojaron al vacío de una noche de verano, un par de horas que se grabaron en la retina del público como un momento único, íntimo y, sobretodo, especial.
Lo cierto es que había ganas de ver a los murcianos, aunque quienes acudieron al Cortijo de Torres (en la que fue su primera velada de música en directo tras el parón causado por la cuarentena) tal vez no se esperaban verlos tan de cerca, con tanto silencio alrededor.
El planteamiento del conjunto para la velada estuvo a la altura de las circunstancias. Una disposición acústica de los instrumentos, una disposición en el escenario pegada al borde del foso, cerca de los suyos, y una energía especial. Frente a las tablas minutos antes de que empezase el concierto, Rocío y Cristina tomaban una cerveza –no han tenido que hacer cola, aunque parezca imposible–, y comentaban la situación. «Para los que nos gusta la banda esto es una auténtica pasada», coincidieron. Aunque también estaban de acuerdo en que es «un palo económico» para la organización.
A pocos metros, Carlos y Paula hacían lo propio. «Los hemos visto un par de veces en festivales, pero esta es la primera vez que venimos a un concierto en el que solo están ellos, tenemos ganas de que se explayen», explicaban en la inmensidad del patio vacío, ocultos tras sendas mascarillas. Y se apagaron las luces, llegó el momento: Sean Frutos salió a escena sonriente, tranquilo, consciente de que quienes habían respondido a la convocatoria iban a darlo todo en cada estrofa y en todos los estribillos.
«No, si al final van a molar los conciertos a lo Julio iglesias», bromeó el cantante en forma de saludo, refiriéndose a la disposición de las sillas blancas«. Tras '2502', uno de sus grandes éxitos, se escucharon risas entre el público, a lo que Frutos respondió: «Es que es necesario reírse, con la que está cayendo en todos sitios y nosotros aquí... si es que tenemos que reírnos; ¡reíd, reíd!». La frase fue eclipsada por un largo aplauso del respetable, que no solo elogiaba la cercanía del conjunto, tal vez, quizá, a su propia resistencia ante las dificultades culturales.
Anoche Second dio una segunda oportunidad a este espacio musical, acostumbrado a tener la agenda del verano sin espacios en blanco. Y entre clásicos como 'Rincón exquisito', 'Nivel inexperto' o 'N.A.D.A' avanzó la noche, cargada, sobretodo, de una atmósfera (seguramente) única
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