
Elena y Laura cruzaron el Atlántico solo para tocar durante diez minutos. Pero eran diez minutos determinantes, los que iban a decidir el rumbo de su carrera. Las violinistas malagueñas han sido aceptadas y becadas en dos prestigiosas escuelas americanas tras haber perfeccionado sus estudios con el malagueño Jesús Reina. Ambas superaron la exigente prueba presencial que decide en 600 segundos si alguien es apto o no para cursar un máster en sus aulas. También su compañero Carlos prepara las maletas a Estados Unidos para hacer el equivalente al Conservatorio Superior de violín en Nueva York tras pasar un examen –a distancia en su caso– al que se presentaron 3.000 aspirantes.
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Son los primeros resultados internacionales que da la Academia Ivan Galamian, un centro de formación de alto nivel que el violinista malagueño fundó hace cuatro años, con sede en el Museo Interactivo de la Música (MIMMA). Quince alumnos se forman ahora con Reina y también en su perfil la escuela se internacionaliza: el año que viene llegarán estudiantes de Serbia, Turquía y Brasil.
«Estoy nerviosa, pero emocionada. Es un salto muy grande», reconoce Elena Ruiz González, de 23 años. Tras compaginar el Conservatorio Superior en Málaga con la Academia Ivan Galamian, la joven ha sido seleccionada para hacer un máster en Mannes School of Music de Nueva York, una de las tres escuelas más importantes de esa ciudad, junto a Juilliard y la Manhattan School.
En esta última hará el 'bachelor' –el equivalente al último nivel del conservatorio– Carlos Martínez, de 19 años. «Lo tenía claro desde hace tiempo; por la buena educación que se recibe allí y también por estar en Nueva York, donde la actividad musical es intensísima y la competencia es alta. Y eso para cualquier artista es positivo y enriquecedor», asegura el joven natural de Cabra, que conoció a Reina en un curso de verano. También Laura Romero Alba, de 22 años, quiere ponerse a prueba: «Salir de mi zona de confort en Málaga, ver hasta dónde puedo llegar y ampliar el nivel musical y técnico». Para ello se irá a la Universidad de Indiana, en Bloomington, para formarse con el profesor Grigory Kalinovsky.
No es casual que los tres hayan optado por cruzar el charco tras recibir clases de Jesús Reina. «Es lo que yo conozco y me ha funcionado. Prefiero aconsejar algo que sé que funciona a algo que es una incógnita para mí. Creo en la escuela musical y técnica que me han aportado esos maestros», argumenta el violinista malagueño, que perfeccionó el instrumento con Mauricio Fuks en Indiana y, después, con Patinka Kopec y Pinchas Zukerman en la Manhattan School of Music de Nueva York.
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El programa educativo de la Academia Ivan Galamian ha sido decisivo para que se arriesguen a cambiar de país. Una vez al año, los alumnos viajan a EE UU para conocer las diferentes escuelas, ver cómo funcionan las clases, tocar recitales y visitar las ciudades americanas.«Siempre vuelven con más fuerza y con más capacidad de sacrificio y estudio. Es una inspiración por el nivel de los músicos y del profesorado», defiende el maestro Reina. «Verlo me animó mucho a decidirme», corrobora Elena Ruiz.
Elena Ruiz González Málaga. 23 años. Alumna de Reina desde 2015. Estudiará un máster en Mannes School of Music de Nueva York
Laura Romero Alba Málaga. 22 años. En la academia desde 2014. Hará un máster en la Universidad de Indiana con Grigory Kalinovsky
Carlos Martínez Arroyo Cabra. 19 años. Se prepara en la academia para hacer el 'bachelor' en la Manhattan School con Patinka Kopec
Además, profesores de esos centros hacen el recorrido inverso y son invitados por la academia a impartir clases magistrales en Málaga. Así fue como Laura Romero conoció a Grigory Kalinovsky, por ejemplo.
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Los tres han superado la prueba de corte, un filtro que deja atrás a cientos de músicos y para el que se han preparado durante años de formación. Según Reina, «se puede hacer un escáner de la musicalidad de alguien en las primeras notas», pero en diez minutos es factible cambiar la idea del tribunal si escuchan un buen minuto de música. Eso sí, «solo tienes una oportunidad para causar buena impresión».
Con el 'sí' de las escuelas, llega el segundo reto: afrontar el pago de matrículas que rondan los 30.000 dólares para el máster en Indiana, los 60.000 para los dos cursos en Mannes y los 70.000 para el 'bachelor' en la Manhattan School. Los tres han sido becados parcialmente por las universidades, pero no es suficiente. Ahora buscan la forma de financiar el resto de los estudios por la vía tradicional, llamando a las puertas de asociaciones y fundaciones, y también por la virtual. Carlos Martínez puso en marcha una campaña de crowdfunding para cubrir la otra mitad del curso, unos 32.000 euros, tras hacerse viral una carta que colgó con su historia en las redes sociales. Y el llamamiento ha dado resultado: en menos de un mes ha conseguido más de 21.000 euros, con donaciones anónimas de hasta 10.000 euros (en la página de Gofundme).
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Ellos han decidido irse, pero otros compañeros en las mismas circunstancias han optado por continuar su formación en la Ivan Galamian. Y ese era el objetivo de Jesús Reina al fundar su academia. «Estudiar fuera tiene cosas muy positivas, pero no creo que tenga que ser una obligación, sino algo que aporte un extra». Lo dice quien con ocho años tuvo que marcharse a Londres. Hoy crea escuela desde Málaga hacia el mundo.
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