Hay quienes lo consideran el mejor bailarín de break del país. A sus 21 años, el marbellí, que se hizo con el título de campeón de España en el BC One de Red Bull en abril, afirma que ni en los malos momentos se ha planteado dejar su pasión
marina rivas
Viernes, 10 de agosto 2018, 00:22
Ya no quedan muchos que se refieran a él como Daniel González. Quizá sus padres, de quienes asegura que son su principal motivación desde que comenzó a practicar sus primeras piruetas, con ocho años. Tras haber bailado por medio mundo e incluso haber trabajado en un circo en Emiratos Árabes, el natural de San Pedro Alcántara realiza dobles sesiones de entrenos con vistas al BC One World Final, el campeonato del mundo que realizará Red Bull el 27 de septiembre en Suiza y al que acudirán los 46 mejores breakers del globo, Lil Dani entre ellos.
–¿Cómo es la rutina de un breaker?
–En mi caso, voy al gimnasio todas las mañanas para entrenar el físico y por la tarde hago unas tres horas de baile y técnica, al menos hasta el BC One World Final en Suiza.
–Hace tiempo que ya no se marea dando vueltas bailando…
–Ya ves, la cabeza ya se ha acostumbrado, desde los ocho años…
–¿Cómo empezó?
–Mi hermano un día vio a unos chavales haciendo eso en la tele y empezó a hacer algún paso básico, me lo enseñó y a partir de ahí empezamos a buscar y a aprender, allí en San Pedro. A partir de ahí ya conocí al que fue mi primer grupo.
–¿Cómo explicarle a su abuela lo que es el 'flow'?
–No sé cómo lo haría (ríe). El flow es el estilo, básicamente.
–¿Su familia va a verle bailar?
–Claro, mi padre me llevaba de pequeño a todas las competiciones, me ha llevado por toda España en su coche, mis padres son mi mayor motivación e inspiración, siempre me han apoyado, no todos pueden decir eso.
–Al igual que su hermano conoció este mundo por la televisión, ¿nunca ha pensado en presentarse a un programa de talentos?
–Alguno de mi grupo sí se presentó, uno estuvo en 'Fama', en la última edición, otros quedaron segundos una vez en el 'Tú sí que vales' en 2008 o así…
–¿Usted no fue?
–No, fue el que ahora es mi grupo, 'Malagangster', que se creó buscando trabajos. Yo por aquel entonces no estaba en el grupo, entré cuando se dedicaban más a la competición.
–¿No tiene la espinita clavada de poder ir?
–Ahora mismo no lo tengo en mente, pero si algún día tengo la oportunidad, iré del tirón.
–Lo que sea por ganar visibilidad…
–Visibilidad y dinero (ríe).
–¿Vive sólo de las competiciones o realiza también trabajo aparte?
–Hay de todo, pero en Málaga es más difícil desde la crisis. En Madrid, por ejemplo, hay más trabajo y seguramente me vaya allí en breve para seguir creciendo. Tengo algunas cosas en mente; me gustaría meterme en el teatro, en danza contemporánea…
–Instrumentos sí que no toca, ¿verdad?
–No, de eso ni idea (ríe).
–¿Ni los bombos?
–Pues mira, de pequeño tenía unos (ríe).
–¿Dónde le gustaría verse en un plazo de cinco años?
–Dando vueltas por el mundo con el baile.
–De momento le toca Suiza…
–Sí, porque gané el BC One de España (el campeonato de España). En Suiza se reúnen los ganadores de 46 países. Va a haber mucho nivel, yo intentaré dar lo mejor por España.
–Con el título de campeón de España le llegarían más ofertas …
–Sí, muchísimas. Me invitaron a muchos eventos, y desde que he ganado no he parado de competir fuera de España. He hecho unos nueve viajes al extranjero desde abril y ahora me queda Bélgica, Polonia…
–¿En qué países se aprecia más el break?
–En Centroeuropa. Hay mucha escuela, es decir, tienen un concepto que intentan transmitir a las nuevas generaciones a través de academias y mucha formación. No sólo transmiten en break, sino el hip-hop y de dónde viene, que se creó por los chavales sin recursos que empezaron a bailar en el Bronx para expresarse… De ahí saldrán buenos talentos.
–¿Cree que hay personas que tienen una mala visión de este tipo de vida?
–Sí, muchas, pero eso va con cada uno. Como decía antes, en Centroeuropa, Francia, por ejemplo, hacen eventos para que los pueda disfrutar toda la familia. En España no hay tanta escuela, pero eso está en nuestras manos.
–¿Ha llegado a calcular a cuántos países ha viajado?
–Uf… No, pero de los últimos además de Europa: Cuba, Emiratos Árabes, donde estuve trabajando en un circo…
–¿Un circo?
–Sí, al principio iba a estar sólo 10 días y me quedé 21.
–¿Es el trabajo más extraño que ha tenido?
–Sí, creo que sí (ríe). El formato era similar al Circo del Sol.
–¿Le gustaría trabajar en el Circo del Sol?
–Sí, el mundo de la competición no da tanto dinero, tienes que ser muy bueno y constante y viajas sin saber si vas a ganar, por lo que puedes volver a casa con menos de lo que te has ido y ese tipo de espectáculos, circos o compañías de teatro, sí dan más dinero.
–¿Se infravalora este mundo?
–Creo que más que infravalorar, no son conscientes de todo lo que hay detrás. Falta conocimiento de este mundo.
–Cuando le dicen que usted es el futuro del break en España…
–Yo entreno y punto, hay mucho flipado al que se le suben los halagos a la cabeza, yo pienso que hay que trabajar y mantener la humildad.
–¿Cómo se ve ahora cara al encuentro mundial?
–Voy a ir a dar el máximo, ya he sido campeón de España y ahora quiero ser campeón del mundo. He pasado por épocas malas, una operación del menisco, hace siete meses me partí el peroné… Muchas caídas, pero ahora estoy muy motivado.
–¿Ni en esos malos momentos se ha planteado dejarlo?
–No, llevo haciendo esto desde los ocho años; si me lesiono, me recupero y sigo. Esto es lo que soy.
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