Nacho Vegas: «Cantar no puede ser un acto neutral»

Nacho Vegas (Cantabria, 1974) reúne en sus discos los rumbos clásicos del cantautor –denuncia social, activismo, crítica política y económica–, sumado a un juego de sonidos vanguardistas y en algunos casos experimentales. Esta noche pasa por la Sala Trinchera por Málaga en el ocaso de su gira 'Violética' (mismo nombre que su último disco). Esta noche demostrará por qué «cantar implica posicionarse».

–Se aproxima al final de la gira 'Violética'. ¿Qué ha aprendido de estos conciertos?

–Con todas las giras se aprende. Una cosa bonita que tiene una gira de un disco es que en ella pones en contraste las canciones más recientes, que las sueles tener demasiado cercanas y necesitan a veces perspectiva en el tiempo, con canciones más antiguas del repertorio. De alguna manera formas un todo y ves que tienen sentido. En mis conciertos el repertorio nunca está cerrado y se va cambiando en función de lo que va funcionando.

–¿Cómo cree que se mide el éxito de un cantautor como usted?

–No sabría decirle. Cuando empecé a hacer música en la escena 'indi' de los noventa se veía un poco a los cantautores como lo opuesto a lo que éramos en realidad. Por suerte creo que son prejuicios que se fueron superando y creo que se han reconocido como auténticas influencias de la música de nuestro tiempo a los cantautores del país. Eso ha hecho que la canción de autor se mezclase con el rock con una mirada en la tradición y otra en la vanguardia, que lo que yo intento hacer.

–¿Son malos tiempos para contar historias con la música?

–Siempre es necesario contar historias con la música, siempre es necesario cantarle al mundo en el que vives. Incluso las canciones más intimistas, las que hablan de tu vida, al final de alguna manera están hablando de ese mundo. Siempre que cantas te posicionas con respecto a esa realidad, es necesario posicionarse, cantar no puede ser algo inocente, no puede ser un acto neutral. Cantar implica una manera de luchar contra la soledad, por eso es tan necesaria la música en nuestra vida.

–En 'Todos contra el cielo' dice que «va ganando el mal»…

–Ahí lo que quiero decir es que la equidistancia, una postura demasiado frecuente, siempre implica un pensamiento reaccionario y demasiado cómodo. Por eso, por lo que decía antes, cantar implica tener cierto arrojo y cierta valentía, posicionarse de alguna manera. Sabemos que demasiada gente se pone de lado para evitar entrar en conflictos, pero la vida son conflictos de todo tipo: sociales, emocionales, personales… Tenemos que abordarlos con arrojo, mirándonos con valentía.

–En Twitter ha dedicado su última canción a Isa Serra, a la que la Fiscalía pide dos años de prisión por intentar parar un desahucio. ¿Ha estado alguna vez en una acción así?

–Sí, estoy en contacto con la Plataforma de Afectados por la Hipoteca de Asturias, que llevan muchos años dando el callo y sí, he estado en varios desahucios. Hoy en día se están pasando momentos difíciles porque muchos son de alquiler. Los bancos negocian por lo que ahora te enfrentas a propietarios privados o empresas con un rostro menos visible y menos antipático que el de los bancos, muchas víctimas no tienen ningún apoyo.

–En 'Crímenes cantados' hace mención a Mohamed Bouderbala, el joven que falleció en la prisión de Archidona cuando se utilizó como Centro de Internamiento de Extranjeros, además de a otra mujer que murió en un CIE por enfermedad. ¿Qué le llevó a hacerlo?

–Hay más casos de inmigrantes muertos en los CIE. Estoy en contacto con algunas de las plataformas y con los colectivos que luchan por el cierre de estos centros, en concreto muy en contacto con la gente de 'Cies no' de Valencia. A través de ellos recibo las noticias y fueron dos casos muy sangrantes y me parecía que retratarlos de forma periodística y a la vez cantado con una vuelta emocional era una manera de denunciar estos crímenes. Como digo en la canción, ojalá no tuviéramos que cantar sobre ellos. Cualquier burrada que diga uno de Vox tiene más espacio en los informativos que ellos, no me parece justo.

–¿Se puede ser anticapitalista y vivir de la música?

–Sí, sí que se puede, se debería poder. Vivir dignamente de tu trabajo no va en contra de una postura anticapitalismo. Los que creemos que el capitalismo genera desigualdades lo hacemos porque es una cuestión de mal reparto del dinero, no porque queramos vivir en la miseria. Hay una élite que acumula cada vez más dinero a costa del resto.