Paco Aguado: «Con determinación y raza Miguel Márquez fue figura en una época de grandes toreros»
El autor presenta una biografía donde reivindica la trayectoria del diestro de Fuengirola y destaca el papel de la Costa del Sol en los años 60 como «epicentro» taurino
Los años sesenta del pasado siglo fueron una época dorada para la tauromaquia y en los ruedos hicieron el paseíllo figuras como Antonio Ordóñez, El ... Cordobés, Paco Camino, Curro Romero, Antonio Bienvenida, Diego Puerta, Jaime Ostos o El Viti. En esa hornada también encontró su hueco, un malagueño, Miguel Márquez. «En esos momentos era muy difícil ser figura del toreo. Con determinación y raza Miguel Márquez lo logró y se abrió camino en una época de grandes toreros», según subraya el periodista y escritor Paco Aguado, autor de la biografía del diestro de Fuengirola.
'Miguel Márquez. El león callado' es el título de una obra presentada este jueves en la Casa de la Cultura de Fuengirola en un acto donde además del autor del libro participaron la alcaldesa de la Villa Blanca, Ana Mula, la hija del diestro, Verónica, y el ganadero Victorino Martín. Sus vínculos con Fuengirola, donde pasa largas temporadas, y «el afán» de quienes conocieron a Márquez para que su recuerdo fuera más perduradero llevaron a Aguado a embarcarse en la tarea de escribir la biografía del torero.
En el libro, editado por la Diputación de Málaga y cuyos derechos se ha cedido a la Asociación de Familiares de Enfermos de Alzhéimer –la misma para la que el torero iba a actuar en un festival benéfico cuando falleció hace quince años–, el autor ha indagado en las hemerotecas y ha hablado con quienes conocieron a Márquez para trazar un perfil del «torero y del hombre», así como del contexto histórico y social donde desarrolló su trayectoria. En las páginas del libro aparecen desde Verónica Márquez y el hermano del torero, JesúsMárquez, al doctor Val-Carreres, pasando por diestros como Dámaso González, Paco Camino, Curro Vázquez, Alfonso Galán, El Fundi o Salvador Vega y su padre, gran amigo del diestro.
«Creo que no se fue justo con Miguel Márquez y su mérito fue enorme: convivir con grandes figuras de toreo y sumar más de cien corridas en 1969 y ser líder del escalafón dos años en pleno apogeo de El Cordobés es algo que hoy nos parece impensable. En los setenta se enfrentó a las corridas más duras y de ahí que Victorino Martín siempre le haya tenido un gran cariño, mientras que en los ochenta vino la época del declive. Ahora que se cumplen quince años de su fallecimiento es el momento de reivindicar su figura», dice Paco Aguado en declaraciones a SUR.
«Un ídolo que marcó camino»
En ese análisis de enmarcar al torero en la época que le tocó vivir, en su libro Aguado también destaca que en aquellos años sesenta y setenta la Costa del Sol era un «epicentro» taurino al mismo nivel que Madrid o Barcelona y se daban por temporada una media de «entre 80 y 90 festejos».
«En esos años se está produciendo el auge del turismo en la Costa del Sol y en ese contexto se produce el despegue de Miguel Márquez, que se convirtió un ídolo de Málaga en general y de Fuengirola en particular, donde sus triunfos eran anunciados lanzando cohetes y petardos en función del número de orejas y rabos que cortaba», subraya Aguado, quien recuerda Márquez «marcó camino al crear un caldo de cultivo para futuros toreros» en la provincia.
Para el autor de la biografía, Miguel Márquez fue «un torero clásico en su estilo, con raza, que se ajustaba en los embroques, con un gran dominio de la escena y la situación y con un gran corazón». Preguntado por el título de la obra, Aguado explica: «Miguel era un león con muchísima raza y fiero en el ruedo y un león pacífico y tímido fuera de él, al que no le gustaba hablar en público, ni el ruido ni la bulla».
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