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Maribel Vila, en la sala de gas inerte que guarda las joyas documentales de la historia de Málaga. Salvador Salas/Francis Silva

El búnker de los tesoros de la Historia de Málaga

El Día del Libro que se celebra hoy sirve a SUR de pasaporte de entrada a la cámara blidanda del Archivo Municipal, que atesora los volúmenes más antiguos de la ciudad. Aquí se conservan cinco siglos de documentos, incluidos los de la fundación del Ayuntamiento

Domingo, 23 de abril 2023

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Desde fuera engaña. Pero para llegar a este santuario de los legajos hemos atravesado una puerta blindada, una antesala diáfana y franqueado una segunda puerta con su cerradura. No hay ventanas ni más salida que el acceso principal, pero dentro se respira historia y oxígeno limpio pese a sus habitantes: volúmenes primorosamente encuadernados que atesoran la crónica de Málaga desde hace cinco siglos. Ni rastro de ese olor amarillento y antiguo que despiden los libros que ya han perdido la cuenta de las décadas que les han leído. Un ambiente cuidado y constante a 20º que favorece la conservación de estos venerables ejemplares, aunque si se produce una chispa o un incendio más vale no estar aquí dentro. El aire se transforma en un gas inerte para que las llamas no puedan propagarse entre estos documentos tan frágiles como únicos. Este exclusivo espacio sólo es accesible al personal del Archivo Municipal que lo apoda el 'búnker'. El búnker de los tesoros de la Historia de Málaga.

«Este es nuestro sancta sanctórum. Aquí tenemos las joyas de la corona que son las actas de pleno desde la fundación del gobierno municipal, en las que está impreso el termómetro de la ciudad en cada momento, desde su vida más cotidiana hasta los grandes hitos de su historia o su transformación urbanística», explica Maribel Vila, jefa de Servicio del Archivo Histórico y Administrativo-Intermedio del Ayuntamiento y guardiana mayor de todo este legado que conoce sin necesidad de consultar el ordenador. Con motivo de la celebración hoy del Día del Libro, la responsable nos abre las dos puertas de la sala de gas inerte, donde en un atril descansa el volumen con el acta del 26 de junio de 1489 de la fundación del Consistorio de Málaga. Un documento fundacional que acató la orden real que mandataba la creación de la corporación municipal y que también se conserva. Le pedimos verlo y no tarda en encontrar en la cabeza la signatura y posición en las estanterías del manuscrito. Lo saca con mimo y lo abre para mostrar la cédula de sus majestades que, de su puño y letra, firman con esa fórmula que los elevaba por encima de sus nombres mortales de Isabel y Fernando: «Yo la reina» y «Yo el rey».

Documentos encuadernados en uno de los almacenes del Archivo Municipal. Salvador Salas/Francis Silva

Pese a tratarse de las actas del origen del Ayuntamiento, estas no son las más antiguas del búnker. Allí también se conserva los repartimientos de tierras tras la conquista, que datan del mismo 1487 en el que las tropas cristianas entraron en Málaga. Un año en el que también se publicó el único incunable que atesora el Archivo Municipal, 'Oratio Petri Bosca in celebritate victorie Malachitane', un libro editado en latín en Roma, la Nueva York de la época. «La conquista de Málaga fue importantísima para la cristiandad porque el reino Nazarí perdía su puerto más importante y por eso sonaron todas las campanas de Roma y se encendieron hogueras. La noticia hubiera sido la portada de todos los periódicos a nivel internacional», visibiliza de forma gráfica Maribel Vila sobre la victoria militar y el libro que daba testimonio, una joya bibliográfica de valor incalculable. ¿Y dónde está ese libro? «No lo tenemos aquí, sino en una caja fuerte», revela la archivera, que no obstante tiene un plan B para estos casos. No solo para la prensa, sino también para los investigadores y los ciudadanos.

El Archivo Municipal conserva y custodia 15 kilómetros de cajas de documentos, la longitud de dos paseos marítimos de Málaga

«En la página web tienes el libro digitalizado y además lo puedes pasar página a página», descubre Vila, que sonríe y aprovecha para introducir el presente de las tecnologías en los registros oficiales. «Estamos todo el tiempo restaurando y digitalizando documentos, lo que nos permite no solo facilitar el acceso a través de Internet a cualquier usuario interesado, sino además evitar las consultas físicas que es el mayor desgaste del papel», revela la directora del Archivo Municipal, que mira los volúmenes que tiene a su alrededor en el búnker y añade que aquí ya no es necesario que entre nadie externo al servicio porque todo está ya escaneado y a golpe de clic. Concretamente, ya hay 16.000 documentos en pdf que incluyen los 744 volúmenes de actas de los plenos del Ayuntamiento desde su inicio y durante estos cinco siglos. Lectura para varias vidas.

Así es la sala de gas inerte del Archivo Municipal

Sala de actas

Antesala

Estanterías

3 metros

2,85 metros

5,6 metros

Entrada

Así es la sala de gas inerte del Archivo Municipal

Sala de actas

Antesala

Estanterías

3 metros

2,85 metros

5,6 metros

Entrada

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Sala de actas

Antesala

Estanterías

3 metros

2,85 metros

5,6 metros

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Estanterías

Sala de actas

3 metros

Antesala

2,85 metros

Entrada

5,6 metros

Miedo a los archivos

Lo del salto digital no es algo que se esté planteando el archivo malagueño, sino que ya es una realidad. Solo hay que echarle un vistazo a sus redes sociales para comprobar que buscan nuevos lectores. O que los que tienen, repitan. «Queremos romper con ese miedo e imagen de lejanía de los archivos como un espacio exclusivos para investigadores. Lo que ha pasado en Málaga en los últimos 500 años no es tan diferente a lo que pasa hoy, por lo que nuestro reto es difundirlo y encontrar a esos usuarios que todavía no saben que a ellos también les gusta el archivo», defiende Maribel Vila que pone como ejemplo la Noche en Blanco, en las que pasan por sus instalaciones unas 700 personas que no son el público habitual de la sala de consulta. «Y muchos de los que nos descubren, después vuelven y repiten», cuenta.

Maribel Vila, en uno de los kilométricos pasillos de almacenes del Archivo Municipal de Málaga. Salvador Salas/Francis Silva

¿Y cómo es ese perfil del 'cliente' del Archivo Municipal? Pues casi tantos hombres como mujeres, aunque ganan ellas con un 51%, mientras que la motivación de la investigación académica convive con los intereses personales más variopintos. «Nos consultan de todo, desde temas de urbanismo, sanidad o economía hasta el que viene interesado por recomponer su genealogía o por simple curiosidad por algún capítulo de la historia de Málaga», añade la archivera, mientras salimos de la sala de gas inerte con doble vuelta de llave para que no se escape ningún tesoro. Vila nos lleva a otra puerta cerrada al público. Un almacén mucho grande que el búnker que guarda varias decenas de metros de cajas y manuscritos. «En este edificio tenemos el fondo histórico, que es la parte patrimonial y más bonita, pero también está el archivo intermedio que recibe documentos de entre 5 y 10 años, pero no se pueden consultar hasta que pasen 50 años, por lo que se conserva en naves», explica la responsable mientras recorre uno de los pasillos del almacén. «Tenemos 15 kilómetros lineales de documentos almacenados, suficientes para cubrir dos paseos marítimos de Málaga», ilustra la experta, que apostilla: «La historia ocupa espacio».

Y más en el Archivo Municipal que no es una institución al uso. Porque en su colección, además de los documentos históricos de la ciudad con millones de expedientes conservados en 158.000 unidades de instalación –antes se denominaban cajas o legajos– y el fondo fotográfico con más de 23.000 imágenes desde mediados del siglo XIX, también incluye una biblioteca que integra miles de obras de referencia en temas generales y, particularmente, de Málaga, además de la hemeroteca que se constituyó en 1925. Un catálogo bibliográfico encabezado por ese incunable que relata la conquista de Málaga o ediciones de coleccionista del 'Quijote', como la editada por Joaquín Ibarra en 1780 por encargo del rey y muy solicitado para exposiciones.

Las piezas más antiguas de la colección datan del año de la conquista de Málaga, 1487, con las actas de los repartimientos de tierras y un incunable en latín editado en Roma que narra la toma de la ciudad

«Tenemos un patrimonio de cinco siglos, pero somos una institución viva que sigue generando documentación que tenemos que conservar y esa parte es clave», cuenta la archivera que también afronta aquí un gran cambio con la administración electrónica y el revolucionario cambio del espacio en los almacenes por grandes repositorios digitales. «Ahora estamos en una época de convivencia entre el papel y lo virtual, por lo que estamos trabajando para garantizar la preservación futura del soporte electrónico», cuenta. Un futuro en pantalla hacia el que también se dirigen los millones de actas, órdenes y documentos que guarda este archivo. «Me jubilaré y seguiremos digitalizando», comenta divertida la responsable sobre esta tarea que le da un nuevo sentido al concepto del ratón de biblioteca. Probablemente, el búnker del futuro Archivo Municipal tendrá que hacerle hueco a grandes computadoras con teras de discos duros para guardar todos estos siglos de historia. Aunque siempre será necesario bajar de la nube digital para encontrar el origen de todo: la palabra. Feliz Día del Libro.

  1. Los tesoros del Archivo Municipal

'Oratio Petri Bosca in celebritate victorie Malachitane', 1487. La Biblioteca Auxiliar del Archivo Municipal guarda un único incunable escrito en latín y editado en Roma por el impresor Eucharius Silver, que narra la conquista de Málaga, por lo que estamos ante el volumen de mayor valor que se guarda en la colección. Un ejemplar que se publicó el mismo año de la entrada de los Reyes Católicos en la ciudad, lo que da testimonio de la importancia estratégica de la reconquista de Málaga para la Europa cristiana del siglo XV.

'Ordenanzas para la Gobernación y Repartimiento de la Ciudad de Málaga', 1489. El 26 de mayo de 1489, los Reyes Católicos rubricaron en Jaén la orden para el origen del Concejo de la ciudad. El documento aparece firmado por «Yo el Rey» y «Yo la Reina» y su mandamiento se cumplió un mes después dando origen a la creación del Ayuntamiento de Málaga y su gobierno municipal, que se convirtió en el órgano ejecutivo y decisorio del poder local.

'Ordenanzas de la muy noble y muy leal ciudad de Málaga', 1611. Este libro tiene su relevancia histórica ya que está editado por el primer impresor de Málaga, Juan René, por orden del corregidor Don Antonio de Vélez de Medrano y Mendoza Cavallero. La obra recopila las ordenanzas dictadas hasta entonces que regulaban desde el gobierno municipal a los detalles más mundanos, como oficios ya desaparecidos (pregoneros, verdugos, esparteros, torneros...), las tasas por comerciar en las calles, la limpieza de la ciudad o el precio de venta del vino.

Acta capitular del terremoto de 1680. En la vitrina de la sala de lectura del Archivo Municipal se exhibe este documento oficial del Ayuntamiento de Málaga en el que se informa al Rey Carlos II que el 9 de octubre de 1680 «fue Nuestro Señor de castigar esta ciudad con un terremoto y temblor de tierra tan grande que ocasionó muchas ruinas de casas, viniendo al suelo sus edificios con mucho número, de manera que sus habitadores las han desamparado».

'El ingenioso hidalgo don Quixote de la Mancha', 1780. Una de las más grandes obras literarias y tipográficas de nuestra historia: el 'Quixote' de Joaquín Ibarra, editado en 1780 por encargo de su majestad el rey Carlos III a la Real Academia Española, siguiendo sus normas ortográficas y sintácticas. Tan solo se editaron 1500 ejemplares y en Sotheby's se subastó un ejemplar en 2019 que duplicó su precio estimado y se adjudicó en 15.000 euros.

'Disertación en recomendación y defensa del famoso vino malagueño Pero Ximen', 1792. La relevancia del vino en Málaga se puede rastrear en el fondo bibliográfico con ejemplares como éste del presbítero Cecilio García de la Leña, que dedica a la Antigua Hermandad de Viñeros para defender el vino malagueño que hoy día sigue siendo una marca muy cotizada en gastronomía.

'Vida gráfica', 1925-1936. Uno de los grandes fondos del Archivo Municipal es su hemeroteca, que se constituyó en 1925 cuando la Corporación acordó que se conservara un ejemplar de los diarios y revistas de Málaga. Entre ellas no faltan dos preciados semanarios que tenían alcance y reconocimiento nacional, 'La Unión Ilustrada' y 'Vida gráfica'. De esta última se reproduce la portada del 9 de agosto de 1926 con una imagen titulada 'Un alegre aspecto del Balneario del Carmen. La hora del baño'.

Para visitar on line el Archivo Municipal de Málaga:

https://archivomunicipal.malaga.eu/es/index.html

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