En pleno proceso de licitación del nuevo contrato para la gestión del Centro de Arte Contemporáneo de Málaga (CAC Málaga), el director del equipamiento municipal, Fernando Francés, acude a la sección de SUR.es '5 minutos al Cubo' para repasar la actualidad cultural de la ciudad.
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–'Eso lo pinta mi hijo pequeño'. Si le escucha eso a un visitante del CAC Málaga, ¿qué le responde?
–Que su hijo pequeño es capaz de copiarlo, pero no de pensarlo.
–¿Hay mucho postureo en el arte contemporáneo?
–Como en la política.
–¿Eso es mucho, poco o regular?
–Eso es muchísimo.
–¿Por qué?
–Pues porque a la falta de contenidos y a la falta de ideas se deben contrarrestar con escenografía y teatro.
Sobre el postureo en el arte
–El CAC ha caído casi un 6% en su número de usuarios en 2018 respecto al año anterior. ¿Por qué cree que se ha producido este dato?
–Por dos razones. Primera, porque en primer lugar nuestro contrato acababa en abril y en diez días nos hicieron renovar el contrato y por tanto, montar exposiciones que no estaban previstas y la segunda cuestión importante es que ese 6% de bajada supone 100.000 visitantes más que todos los demás museos de la agencia de museos del Ayuntamiento juntos.
–Vayamos por partes. ¿Tiene menos mérito un visitante del CAC porque la entrada es gratuita?
–No, no... Qué va... El precio es una cuestión y la calidad es otra. No tiene nada que ver. Lo que tiene que ver para que nosotros hayamos conseguido, por ejemplo, tres veces o casi tres veces los visitantes del Pompidou, casi cuatro los del (Museo) Ruso o casi cinco los de la Casa Natal (de Picasso) es que nuestro proyecto es un proyecto transversal de ciudad y es un proyecto vertical de contenidos artísticos y por tanto, tanto a nivel global como a nivel local eso la gente lo valora. La gente no es tonta. Eso es lo importante.
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–¿Sigue defendiendo entonces que puede hacer un museo como el Centre Pompidou Málaga, más barato y mejor que el Centre Pompidou Málaga?
–Absolutamente. Si a mí me dan la gestión de los cuatro grandes museos de la ciudad, los rebajo en tres millones al año (suman un presupuesto anual en torno a los 14 millones de euros), aumentando todos los parámetros. Y si no, pago yo.
La propuesta del centro
–Ya que habla de gestión, en el concurso actual para hacerse con el control del CAC Málaga hay seis candidatos en liza. Se trata de un escenario inédito en la historia de la institución. ¿Esperaba tanta competencia?
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–Es normal, se han bajado todos los criterios, al revés de lo que se ha opinado en prensa. Se ha hecho que cualquiera se pueda presentar, sin experiencia artística o de gestión y por tanto una galería privada que se dedica a vender arte, pero no ha diseñar programas artísticos o una compañía de seguridad o de servicios generales se puede presentar. Antes esto era imposible, porque los niveles de control de calidad eran muchísimo más exigentes. Se ha abierto la mano y me parecen realmente pocas seis empresas.
–¿Tiene un 'plan B' si no renueva la concesión?
–Todos tenemos un 'plan B', un 'plan C' y un 'plan D'. Y quien no los tenga, es que no es una persona previsora.
–¿Por dónde pasan los suyos?
–Pasan por tenerlos pactados, negociados e implicados con mis empleados, con nadie más.
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El concurso para la gestión del CAC
–¿Y qué hay de los cantos de sirenas que llegan desde otras ciudades como Sevilla y Palma de Mallorca?
–Mi empresa siempre ha trabajado en más de una ciudad, mientras hemos estado en el CAC hemos hecho proyectos artísticos en otras muchas ciudades, dentro y fuera de España. Eso no es ninguna novedad. Mi empresa tiene contratos en muchos sitios, como algunas de las empresas que se presentan (al concurso para la gestión del CAC Málaga) tienen su sede central en Madrid o en Murcia. Nosotros la tenemos en Málaga, pero hacemos proyectos en cualquier sitio. No es que una cosa sustituya a la otra, siempre hemos hecho proyectos artísticos en otros sitios.
–Acaban de aparecer nuevos mosaicos muy parecidos a los de Invader en lugares donde fueron retirados. ¿Se arrepiente de esas fotos publicadas en el perfil de Invader en redes sociales donde aparecía usted?
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–No son parecidos, son prácticamente iguales y no acaban de aparecer, ya llevan unos meses puestos. Yo no me arrepiento de nada, como ciudadano libre puedo hacer lo que quiera.
–¿Le parece una catetada pedir la retirada de los mosaicos de Invader de la ciudad?
–En general, sí.
–¿Cree que si Invader hubiese venid a la ciudad de la mano de otro museo se hubiera liado la que se ha liado?
–Invader no ha venido de la mano de ningún museo en concreto a montar esas acciones.
Noticia Patrocinada
–Ha venido invitado por el CAC.
–No, no, no, no... No ha venido invitado por el CAC para hacer esas instalaciones. Eso es absolutamente falso.
El 'caso Invader'
–Para esas instalaciones, no, para un proyecto en el centro.
–Ah, bueno, para un proyecto que nunca se hizo.
–¿Y cree que si hubiera venido invitado por otro museo (antes de que termine la pregunta)?
–Es que no tiene nada que ver lo uno con lo otro.
–Le pregunto si cree que hay algún componente político en la controversia que ha generado.
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–No creo.
–¿No?
–Hombre, es cierto que la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía siempre trabaja en una misma dirección cuando los proyectos pueden estar vinculados al Ayuntamiento de Málaga. Esperemos que a partir de ahora esas cosas cambien.
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