Diez años de 'Phantom Pop', icono de Elphomega en el hip hop nacional
Música ·
El disco del MC malagueño cumple una década como referencia indispensable del género«Un líder no, necesitáis un icono...». Es la frase que cierra 'Azul místico', séptimo corte y ecuador sonoro de 'Phantom Pop' (Boa Música), el disco de Elphomega que estos días cumple una década. Y si hay pocos artistas más alejados del afán de ser un líder, pocos discos como este se han convertido en icono del hip hop nacional. El MC malagueño brindaba un trabajo redondo, pletórico en las letras siempre elegantes pero incisivas y brillante en los acordes, abiertos a sonidos e influencias diversas, desde el pop hasta el folk, pasando por la electrónica.
Abría Elphomega (Sergio Albarracín en los papeles administrativos) el disco con la luminosa 'Sol de sábado, lluvia de domingo' (“...no más de un trozo de suelo / para sentir que perteneces a esta espuma / puede llover como si el mundo se acabara / y aún así pasarlo bien / haciendo dedo en este cruce...). Toda una declaración de intenciones sobre los nuevos derroteros que tomaría su obra musical (Elphomega es también ilustrador y escritor), para dar paso a la más oscura '1.000 problemas'. La primera colaboración artística llega en el tema siguiente, con la rapera Masia One dando los versos sedosos de 'Summer breeze' hasta que Elpho toma el relevo como un torrente (“¿quieres volar como un águila / o es que quieres ser otra paloma en la cornisa?”).
De la mano del también malagueño Shabu (Rafael Cabrera) llega el segundo dúo de 'Phantom Pop'. Se trata de 'Stardust' y ese comienzo (“Tú crees en dios, yo creo en Batman...”) que da pie al fraseo rotundo de Elphomega con el acompañamiento más melódico de Shabu, de nuevo presente en 'La gran ola de calor'. El tema sirve de previa al crudo y claro retrato del malestar que brinda 'Alta ansiedad' (“quiere sentir el jazmín y no el dolor / no tiene valor ni tiempo / ni más que decir, lo siento / me has conocido en mi peor momento”).
Comparece luego el MC también malagueño Capaz (Hablando en Plata y Mala Juntera) para compartir voces en ese irónico retrato del gremio que trae 'Illpack debe morir' y que cierra el relato musical abierto por ambos músicos años antes, como recuerda José Ángel Escribano en un pormenorizado análisis del disco publicado en poscultura.com. Porque, en la línea de ese texto, cabe situar 'Phantom Pop' entre anteriores trabajos más oscuros y crípticos como 'El testimonio Libra' (2007) y 'Homogeddon' (2005) y grabaciones más abiertas a otras influencias como han sido las posteriores 'Nebuloso' (2016), 'The freelance' (2019) y el más reciente 'Truly yours' (2020).
“El camino de Elphomega se ha abierto desde la sombra hacia la luz y 'Phantom Pop' es el mejor reflejo de esta duplicidad, por eso no es casual que en sus proyectos paralelos del momento encontremos los polos opuestos: la más oscuridad y desolación de Géminis y el folk naif-luminoso de Catarata. 'Phantom Pop' es su disco bisagra. Es aquel en el que un artista ya con perspectiva de sí mismo decide que su versión hermética y personal del joven rapero (encarnado en ese 'psycho killer' arquetípico de sus dos primeros discos) coexista con un yo más maduro abierto hacia un mundo de sonidos, sensaciones y temáticas diferentes de las que el rap español nos tenía habituados”, firma Escribano sobre el disco del malagueño.
Un trabajo que se cierra agridulce con 'No happy ending', que remata: “He puesto toda la carne en el grill / lo quise hacer bonito y que dejase cicatriz...”. Y a fe que lo consiguió.
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