Arte ruso desde la entrada a su museo en Málaga
El centro estrena una recepción inspirada en Malévich con un nuevo acceso a través de la fachada sur de Tabacalera
A vista de pájaro, o de plano, recuerda mucho a una de las composiciones de Kazimir Malévich; desde el suelo, parece una instalación escultórica. Las siete piezas, de colores vivos y algunas de escala monumental, dan desde hoy la bienvenida a la Colección del Museo Ruso, que por fin alcanza una de sus metas más esperadas: la apertura de sus instalaciones por la fachada sur de Tabacalera a través de la plaza situada entre el paseo marítimo y el equipamiento cultural.
Así lo contemplaba el proyecto inicial del Museo Ruso, que ha tenido que esperar a cumplir su quinto aniversario para hacerse realidad, una vez que el Ayuntamiento de la capital ha desarrollado la plaza que ya figuraba en el diseño planteado hace más de una década. El proyecto de la nueva recepción del Museo Ruso lleva la firma de la diseñadora, ilustradora y fotógrafa Gabriela Martín, que ha trabajado para empresas públicas y privadas como Loewe, Heineken, Seur o Renfe.
«El diseño del área de recepción de la Colección del Museo Ruso de San Petersburgo –detallan desde el estudio de Martín– está basado en las formas y teorías innovadoras de Malévich. Creemos que en un edificio de corte tradicional, este sistema de mostradores se puede convertir en todo un icono de transformación dinamizadora del espacio».
Con esta premisa, la nueva recepción se articula en siete módulos que pueden desmontarse para dejar todo el espacio diáfano bajo el lucernario que corona el acceso del público al equipamiento. De las tres alternativas planteadas, los responsables del Museo Ruso han escogido la que ofrece los colores más vivos.
Líneas rectas y curvas
Así, el elemento más llamativo es la estructura amarilla que cubrirá el escáner. Al lado se coloca un mostrador semicircular en beige y un panel naranja para delimitar ambos espacios. El otro mostrador para la recepción de usuarios está diseñado en azul oscuro sobre una peana de cristal. En la parte central del espacio se levanta un módulo también en beige con forma de trapecio y 2,6 metros de altura, en cuya parte superior puede verse la imagen corporativa del museo malagueño y una pantalla con información audiovisual.
Las instalaciones de luz, telefonía, Internet y seguridad quedan ocultas en listones que cruzan la nueva recepción, cuyo presupuesto es de 30.000 euros (IVA incluido) y que ha sido producida por Ingeniería Cultural y de Ocio.
Y así, el arte ruso recibe al visitante nada más cruzar la puerta de su museo en Málaga.
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