Raquel Segura y Alba Pérez, una pareja de oro unida por el destino

Alba Pérez y Raquel Segura son dos chicas que empezaron en el mundo del pádel por mero capricho del destino. Su afición desde pequeñas siempre fue el tenis, deporte al que dedicaron su infancia hasta que con unos 11 años los padres respectivos de ambas comenzaron a dar clases de pádel y ahí fue cuando decidieron probar a la suerte en este mundo. «Con 12 años empecé en el mundo del pádel a raíz de que mis padres comenzaron a practicarlo, el mundo del que venía se me quedaba pequeño, me metí en las clases porque sabía defenderme y me empezó a gustar bastante, empecé a entrenar y a competir», afirma Raquel Segura.

Alba Pérez asegura que ella comenzó a base de entrenar con su hermana y de que su padre le insistiera a probar, y que al final decidió apuntarse a pádel con un grupo de clase. El pádel es un deporte muy cambiante: No existe una pareja fija. Varía dependiendo de la categoría de edad o de la posición que tengas en el ranking, un hecho que no beneficia en nada a los participantes de este deporte puesto que no es fácil acostumbrarse a una pareja para que tengan que cambiártela constantemente: «El tema de parejas es una desventaja a la hora de competir, o tienes a alguien o no juegas, a nuestro nivel es muy complicado encontrar una pareja de tu misma provincia con la que puedas entrenar, tienes una pareja que no es de tu provincia y no podéis entrenar juntas, luego hay gente que no entrena por algún motivo», admite Raquel Segura.

Ellas son como uña y carne, la suerte siempre ha estado de su lado y han tenido la fortuna de que les ha tocado en numerosas ocasiones competir juntas en diferentes campeonatos, lo que ocasionó que se creara un vínculo de amistad tanto dentro como fuera del campo: «La primera vez que nos conocimos fue con mi primera selección malagueña, fue empezar a jugar juntas y enseguida me di cuenta de que encajábamos muy bien, hemos compartido muchas selecciones y torneos, somos muy buenas amigas», admite Raquel Segura.

Aunque no llevan tanto tiempo en el mundo del pádel, ambas tienen una referente clara en la cual reflejarse: «Mi referente es Marta Marrero, desde siempre me ha gustado mucho su juego, me siento muy identificada con su forma de jugar, le gusta mucho el ataque ofensivo como me pasa a mí», confiesa Segura. Alba Pérez tiene varias referentes en las cuales reflejarse: Patricia Llaguno y Alejandra Salazar. Se siente más identificada con ellas por su juego defensivo.

Una de las características que definen al pádel es que es un deporte muy sociable en el que se conoce a muchas personas ya que se compite entre cortos períodos de tiempo: «Lo que más me gusta de este deporte es lo sociable que es, vayas donde vayas siempre conoces a alguien , y eso quieras que no, ayuda mucho a estar gusto en ese sitio», confiesa Raquel Segura. No todo es color oro para estas jóvenes, Alba Pérez asegura que hay una parte de su vida que le gustaría olvidar y que hizo que su salud mental cayera en picado, a causa de la alta intensidad competitiva que tuvo que sufrir cuando terminó la etapa de menores en pádel y tuvo que empezar a competir con los profesionales y absolutos. Fue un no parar constante, cursaba su primer año de Fisioterapia en la Universidad de Málaga a la vez que estaba compitiendo en esa categoría e incluso disputaba un mundial el mismo año: «Los profesores no me justificaban la falta, en una semana me habían suspendido tres asignaturas, fue una época de mucho agobio, no sabía si dejar de jugar al pádel o seguir estudiando, no me podía permitir compaginarlos y me creó mucha ansiedad la situación, lo pasé muy mal psicológicamente», se sincera Alba Pérez, que finalmente tuvo que tomarse un tiempo del pádel y durante segundo y tercera de carrera tuvo que dejar de competir por no poder estar a la altura en sus estudios. Una carrera que está apunto de terminar a falta de las prácticas y una asignatura.

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En cuanto a Raquel Segura, el factor que más le ha afectado de manera personal ha sido la elección de las parejas, ya que pasó por un proceso complicado en el que no encontraba una pareja que congeniase con ella: «Uno de los factores que más me han afectado psicológicamente a principio de temporada fue del tema de las parejas. Como te deje una pareja tienes que buscar a otra que te gusta y a lo mejor esa pareja no le gustas, tienes que estar todo el día dándole vueltas a la cabeza con este tema, si no tienes pareja no puedes jugar ningún torneo, te quitan puntos, bajas de ranking y no te llaman para jugar. Es un círculo constante que hace que explotes mentalmente», confiesa la joven jugadora de pádel, que en su caso, no ha supuesto una situación tan complica el tener que compaginar su vida deportiva con la de estudiante: «En la mayoría de ocasiones, los profesores se han adaptado a mí, me han permitido cambiar mis horarios, aunque me perjudica el límite de faltas que hay, es una carrera muy práctica no se puede faltar así por así, es muy difícil porque tenemos contratos con algunas marcas y tenemos que competir muchos torneos», confiesa Raquel Segura.

El pádel siempre ha sido un deporte que ha jugado en un segundo plano y que no tiene mucha popularidad entre los jóvenes. Sin embargo, se podría decir que la situación de la pandemia ha sido una fiel aliada de este deporte de palas. Todos conocemos a alguien que durante esta situación se ha vuelto el fan número uno del pádel, así lo afirma Alba Pérez: «A partir del confinamiento el pádel se ha popularizado mucho, como ha sido uno de los primeros deportes que se podía jugar con el tema de la distancia de seguridad, se ha puesto muy de moda en la cuarentena, antes mis amigas no sabían ni como se jugaba el pádel, ahora son las primeras en decirme: ¿Cuándo nos bajamos a jugar?», afirma la marbellí Alba Pérez.

Esta vez, el Campeonato Universitario de Pádel 2021 se disputó en la Universidad Francisco de Vitoria en Madrid. Un viaje que fue una completa odisea para las representantes de la Universidad de Málaga, que tiene una anécdota que contar sobre esta travesía: «A la vuelta a casa nos pilló la huelga general de trenes y no teníamos como volver, los chicos del fútbol-sala se fueron un día antes en autobús, pero nosotras nos quedamos tiradas, pensamos hasta en coger un taxi, hubo pánico porque volvíamos un jueves y el viernes teníamos competición», confiesa, entre risas, Alba Pérez. Al final consiguieron alquilar un coche y pudieron llegar a tiempo.

Esta pareja ha logrado la medalla de oro en la modalidad de pádel femenino en el Campeonato Universitario de Pádel 2021. Tras una fase de grupos magnífica, consiguieron superar en la semifinal a la Universidad de Murcia, una de las favoritas para ganar el campeonato por el alto nivel que tiene la pareja representante de esta universidad: «El rival que más nos costó batir fue la Universidad de Murcia en las semifinales, porque una chica juega con nosotras en el circuito profesional y otra aunque no juega mucho tiene muy buen nivel», admite Raquel Segura, que añade que el segundo set de este partido se les complicó mucho: «Nos relajamos y nos desactivamos, se vinieron arriba, y dijimos o nos ponemos las pilas o nos íbamos a un tercer set. Lo teníamos muy controlado hasta el momento, teníamos más posibilidades de ganar», declara Segura.

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Finalmente, el resultado del partido fue de 6-1/6-4, mientras que en la final derrotaron a la Universidad de Navarra por 6-1/7-5. Raquel Segura ha debutado por primera vez en este campeonato por lo que es su primera medalla de oro, un obsequio del que afirma que quiere empezar a coleccionar: «Estoy muy contenta de haber ganado este medalla, si siempre va a ser así, estoy impaciente por competir el año que viene», afirma risueña Raquel Segura. La unión fue el punto clave para llevarse el oro a a casa. «En el universitario participan parejas que no suelen jugar casi nunca juntas, nosotras sí tuvimos la ventaja de que nos complementamos muy bien y nos conocemos mucho, estamos más acostumbradas a jugar juntas», señala Alba Pérez, que es la más veterana de este dúo llevando a cuestas dos campeonatos de Andalucía ganados y un bronce en el universitario.

Ambas tienen el mismo objetivo frente a lo profesional pero no tanto en lo personal. Raquel Segura admite que quiere alcanzar la cúspide máxima en el pádel, quiere llegar a lo más alto como deportista profesional: «Me gustaría entrar en un cuadro final, llegar muy alto y subir de ranking, después del bache que pasé quiero sentirme a gusto en pista y con una compañera con unos mismos objetivos que yo, que esté dispuesta a comprometerse a unos ciertos torneos, es todo muy cambiante en este mundo en el que nadie se compromete», y que a sus tan solo 20 años se encuentra en la posición 109.º del ranking del World Padel Tour Femenino. Se puede decir que esta jugadora de pádel tiene la misión de seguir cuidando su salud mental, en cuanto a Alba Pérez, está más centrada en volver a empezar de nuevo en este mundillo.

Tras estar dos años parada, asegura que su forma física no es la misma que la de hace unos años y que su futuro es un tanto incierto porque termina la carrera y eso le impediría seguir compitiendo en este tipo de torneos: «El año que viene no sé que hacer. Estoy centrada en volver a ponerme bien físicamente en forma, estar cómoda en la pista y volver a tener esa seguridad, también pensar en subir de ranking, pero sobre todo sentirme yo bien», declara Pérez, que a sus 23 años ocupa el puesto 120.º en el ranking del World Padel Tour Femenino. Una vez más, se demuestra la vida tan sacrificada que tienen que vivir los deportistas de alto nivel, Raquel Segura entrena todos los días de la semana, exceptuado el fin de semana en el que tiene que competir, Alba Pérez, por ahora, está volviendo a pisar pista tres veces a la semana para ponerse a punto.

La Universidad de Málaga no ha terminado de escribir la historia de esta pareja dorada, nos queda mucho por ver y numerosos triunfos que contar por parte de Alba Pérez y Raquel Segura, dos alumnas que, sin duda, seguirán deslumbrando allí donde vayan a toque de raqueta.