Las migraciones de las aves en la colocación de los parques eólicos

Naturaleza. El estudio, liderado por investigadores de la Universidad de Málaga, se centra en la zona del Estrecho de Gibraltar

SOFÍA CRUZ

Martes, 20 de octubre 2020

«No vale con colocar los parques eólicos en cualquier lugar, tenemos que hacerlo de manera que sean compatibles con la conservación de la fauna de la zona». Este es el pensamiento de Antonio Román, profesor del departamento de Biología Animal de la Facultad de Ciencias de la UMA, y uno de los protagonistas de un estudio que busca minimizar al máximo los efectos dañinos que puede provocar un parque eólico en la fauna voladora del lugar donde se instalan estas infraestructuras.

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Dicho estudio trata de analizar las migraciones de aves en el Estrecho de Gibraltar, con el fin de asesorar a administraciones y empresas de su trayectoria y patrones de movimiento de forma precisa, para la instalación de aerogeneradores de energía eléctrica en los emplazamientos que menos interfieran en los hábitos de estas especies voladoras. Pero, ¿por qué esta zona y no otra?

Estamos ante una de las zonas más importantes a nivel mundial para determinados tipos de aves. Son millones las que emigran y utilizan el Estrecho como si fuera un puente para poder pasar de Europa al continente africano. Román puntualiza que hay aves que solo emigran de noche y no necesitan pasar por esta zona, pero «aquellas que emigran de día son aves planeadoras y necesitan acercarse a zonas en las que el vuelo sobre el mar sea muy corto. Estas dependen de corrientes térmicas que ascienden, como si lo hiciera un ascensor. Sobre el mar no se originan este tipo de corrientes porque el agua del mar absorbe el calor, entonces volar sobre el mar es peligroso, ya que tienen que hacer mucho ejercicio y no pueden aprovechar esas corrientes ascendentes».

«Seleccionamos rapaces diferentes que aportan información sobre emplazamientos que utilizan las aves migradoras», afirma Antonio Román«Todo desarrollo tiene un coste, pero debemos intentar que ese coste sea asumible y que sea reversible», afirma el experto de la UMA

Milanos y buitres

En Europa Occidental la zona en la que tienen que sobrevolar una menor distancia es el Estrecho de Gibraltar, por lo que esta zona tiene un valor geoestratégico muy importante, suponiendo uno de los mejores lugares del mundo para hacer este tipo de estudios.

Las aves objeto del estudio en su camino hacia las zonas de invernada en el África subsahariana han sido el milano negro y el buitre leonado, dos aves cuyo comportamiento de vuelo y sus características son muy diferentes.

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Por un lado, el buitre leonado se trata de la rapaz cuya mortalidad es mayor en los parques eólicos, ya que es un ave con un gran tamaño y que tiene muy poca posibilidad de maniobrar. Para poder entenderlo, Román utiliza un ejemplo claro: «Digamos que su equivalente sería un camión que va por una autopista y para frenar necesita una mayor distancia que un coche más pequeño. Si la carretera tiene muchas curvas, el camión tiene que tomarlas despacio. Lo mismo ocurre con el buitre, tiene una envergadura alar muy grande, pero no lo tiene tan fácil para esquivar un obstáculo a una distancia muy corta».

En el lado contrario se encuentra el milano negro, otra rapaz pero de pequeño tamaño la cual sí es capaz de evitar los molinos de estos parques. Son muy pocos especímenes de este ave los que mueren a consecuencia de estas infraestructuras, pero son unas de las rapaces que más utilizan el Estrecho para emigrar a África, de hecho el 100% de la población europea de esta especie viaja a través de él.

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«Hemos seleccionado rapaces que tienen características diferentes, pero que estudiándolas con detalle nos aportan información sobre qué emplazamientos tienden a utilizar las aves migradoras, de manera que si conocemos muy bien las zonas que por topografía o por concentración de viento utilizan, podemos evitar poner en esos lugares molinos de viento», señala el experto de la UMA.

Desde hace algunos años, aproximadamente desde el 2004, se exige a los parques eólicos tener un estudio de afección a las aves y los murciélagos. Sin embargo, estos estudios no se han llevado a cabo de la mejor manera, por lo que no permitían reconocer bien los lugares importantes para la emigración de las aves, ya que sólo se visitaban una vez al mes, tiempo muy insuficiente para poder detectar si hay alguna zona de especial valor o no. Es por ello que gracias a este análisis se pueden obtener unos resultados más detallados, valiéndose principalmente de un dispositivo GPS capaz de informar de la localización de cada uno de los ejemplares marcados en cada segundo, e incluso conocer con precisión cuántos aleteos necesitan las aves para realizar el recorrido.

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Este dispositivo es uno de los más precisos del mundo y fue colocado en cada uno de los ejemplares motivo de estudio de manera que no causara daño alguno y perjudicara su vuelo una vez fueran liberadas de nuevo.

¿Energía verde?

La energía renovable no tiene por qué ser la panacea. Todo tipo de energía conlleva daño alguno, pero de algún modo un parque eólico bien situado puede ser una buena opción. Román asegura que él no está de acuerdo en utilizar el término 'energías verdes', porque para él no existe ningún tipo de energía que sea verde, aunque sí que destaca la presencia de numerosos parques eólicos que apenas tienen daño ambiental

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«Todo tipo de desarrollo tiene un coste, pero debemos intentar que ese coste sea asumible y que sea reversible. Desgraciadamente hay localizaciones concretas, aerogeneradores concretos, que causan mucho daño y para pailar ese efecto negativo lo que exige la Consejería de Medioambiente es un vigilante. Además, en aquellos periodos de año en los que hay más aves en la zona, en los momentos más peligrosos, puedan parar los aerogeneradores», señala.

Son miles de aves las que colisionan contra estas infraestructuras. Algunos casos, como por ejemplo el buitre alimoche, considerado en peligro de extinción en Andalucía, tienen como causa principal de mortalidad la colisión en parques eólicos, sin embargo dentro de un parque no todos los molinos son peligrosos. El investigador apunta que tienen varios casos de los parques que están siguiendo de el Estrecho en el que, por ejemplo, «un parque de 18 máquinas solo hay dos que puedan matar aves. Ya no solo por la altura, si no por su orientación y por la topografía del entorno, ya que hay muchas zonas que las aves no utilizan, pero hay otras que sobre las que se generan estas corrientes térmicas a las que todas estas aves van a coger altura».

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Ya se ha demostrado que la energía eólica es una energía realmente eficiente y con la que se obtienen grandes y buenos resultados, pero siempre hay que tener en cuenta la naturaleza, hacer que estos espacios construidos por el hombre puedan instaurarse en un entorno natural sin alterar o provocar daños a la fauna y flora que allí habita o que tiene este lugar de paso.

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