«Me gusta implicarme con la universidad, me gusta devolver lo que se me ha dado»

Cuando Rosario Arias estudió Filología Inglesa adquirió el conocimiento teórico sobre el movimiento feminista que dio forma a preocupaciones que ella ya tenía desde hacía mucho tiempo. Reconoce que principalmente debe agradecérselo a la catedrática de literatura inglesa Pilar Hidalgo, quien dirigió su tesis doctoral y de la que aprendió mucho sobre el feminismo como movimiento y como crítica. Al terminar la carrera consiguió una beca de investigación y eligió un tema que Pilar Hidalgo le planteó. «Hice un estudio de género sobre las comedias de Shakespeare, mis comienzos se inician en el Renacimiento inglés, fueron unas cuestiones muy interesantes sobre sexualidad y género en las comedias de Shakespeare. Esto fue la tesina», explica Arias.

En la tesis doctoral trabajó más específicamente el psicoanálisis feminista aplicado a las relaciones madres e hijas en narrativa contemporánea, concretamente de tres escritoras: Doris Lessing, Margaret Atwood y Hilary Mantel. Trabajaba una temática muy feminista, desde una perspectiva teórico-crítica y al mismo tiempo revisión feminista del psicoanálisis, partiendo de Freud, pero incidiendo en cómo los psicoanálisis feministas aportaron su propia visión aplicándolo a las relaciones madre e hija que aparecían en esa selección de novelas. «Siempre he investigado sobre literatura escrita por mujeres, feminismo y perspectiva de género, desde que empecé», añade.

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En 2008 creó su propio grupo de investigación y todos los proyectos que ha tenido en los últimos años incorporan siempre líneas de género: no solamente, pero siempre. Dentro de todas las variedades de investigación, sus trabajos siempre parten de la literatura escrita por mujeres o narrativa contemporánea (finales del siglo XX y principios del XXI), o bien literatura escrita o por mujeres o sobre aspectos interesantes de la figura de la mujer en el siglo XIX: «Me interesa el pasado por las ausencias, las voces silenciadas. Y me interesa el presente por lo que ayuda a rescatar esas figuras y porque ofrece una mirada muy interesante sobre cuestiones muy actuales». Además, también siente un gran interés por los temas sobre la vejez, la enfermedad y la diversidad funcional en relación con el género.

«Una de las narrativas contemporáneas que trabajo se llama neovictoriana porque precisamente lo que hace es mirar al siglo XIX y ver cuáles son los aspectos que no se trataron en su momento y especular, aunque también descubrir», sostiene la docente. Asimismo, comparte todo este trabajo de investigación con responsabilidades de gestión: es directora del departamento desde 2013 y coordinadora del programa de doctorado Lingüística, Literatura y Traducción desde 2016, así como catedrática desde ese mismo año. «Me gusta implicarme con la universidad en general, no solo con proyectos míos de investigación, me gusta devolver lo que se me ha dado», asegura.

En todas sus asignaturas incluye la perspectiva de género. En su lista de lecturas obligatorias no solo incluye a escritoras sino que en todas las lecturas que se trabajan integra la perspectiva de género. El material crítico que trabajan en sus clases a la hora de interpretar los textos proviene en gran parte de la crítica feminista, así como de la crítica queer. «En mi dirección de trabajos de investigación como TFG, TFM y tesis doctorales también se encuentra esta temática. Llevo seis tesis doctorales dirigidas y todas han incluido la perspectiva de género», concluye.