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Eduardo Retamero y Aniceto Murillo conversan con el público en la presentación del trabajo de estudio en La Cochera Cabaret. :: francis silva

Del aula al escenario

Dos profesores y un administrativo de la UMA unen su pasión por la música y el humor en Boleros Imperfectos

FERNANDO TORRES

Sábado, 9 de abril 2016, 00:11

Un doctor en Ciencia Política que imparte clases en Derecho, un catedrático de Álgebra y Topología que combina la docencia con la investigación, y el jefe de la sección de Alumnos de la UMA tienen algo en común más allá de los muros de la Universidad. Cuando suena el timbre que señala el final de las clases, se unen a un escultor y a una profesora de Música para dar vida a Boleros Imperfectos, un conjunto musical con el humor y la sátira por bandera. Eduardo Retamero -el administrativo- explica que el proyecto es «una tarea agradable que te aleja de la rutina». Recientemente presentaron su primer trabajo de estudio -'Palabras Mayores', grabado en 2015- en un multitudinario concierto en La Cochera Cabaret.

El quinteto tiene un aspecto poco convencional, sobre todo en cuanto a la instrumentación. Eduardo Retamero se encarga de la guitarra clásica y de poner la voz a los temas, así como de componer sus esqueletos, sobre los que trabaja el resto de la banda. Aniceto Murillo -el catedrático- es el responsable del bajo. La profesora de Música, Maica Sosa, se encarga de los teclados y del acordeón. El artista Leslie Sánchez también canta y toca las congas. Por último, Sebastián Escámez, El Tigre de Málaga -doctor y profesor de ciencia política- es quien marca el ritmo sentado a la batería y a la percusión.

Retamero afirma que el quinteto bebe directamente del legado de artistas como «Javier Krahe, Les Luthiers o Académica Palanca». En sus shows hay mucho más que música. Intentan que haya «un poco de crítica y un poco de humor». Todo esto lo fusionan con el teatro, ya que los conciertos tienen «planteamiento, nudo y desenlace», así como disfraces y rupturas constantes de la 'cuarta pared'. Explica que al público le gusta mucho que «los personajes que aparecen en las canciones salgan a escena». Para ello utilizan atrezo y se desprenden de toda vergüenza tratando de darle vida a los protagonistas de las historias , casi siempre surrealistas.

Popularidad

Aunque tener un grupo no les hace ser más populares en sus lugares de trabajo, Escámez explica que «algunos alumnos han venido a vernos a algún concierto», coincidiendo que son aquellos con los que se establece previamente una «relación de simpatía». También explica que se siente «muy contento» cuando ve que las canciones reflejan «temas sociales», aunque a nivel personal, trata de romper ciertos «tópicos humorísticos»

En cuanto al nombre, Retamero explica: «Empezamos Leslie y yo en fiestas de amigos haciendo versiones patéticas de boleros de toda la vida. Cuando empecé a componer me salieron varios y decidimos dejar el nombre. Además, bolero también significa mentiroso, ¿y qué son las canciones si no mentiras?». Esperan poder superar la escena local y que el quinteto llegue al panorama nacional. «Nadie se toma a risa el paso de la edad». Boleros Imperfectos hace críticas sociales, pero también sobre sí mismos, sobre sus errores y aciertos, y sí, sobre sus canas.

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