En pleno verano, cuando cucarachas y otros insectos campan a sus anchas y la población en los municipios costeros llega incluso a triplicarse. Ese ha ... sido el momento elegido por la empresa de control de plagas con la que tenía firmado un contrato el Ayuntamiento de Benalmádena, para presentar su renuncia al mismo. En una carta enviada al Ayuntamiento, a la que ha tenido acceso este periódico, la empresa Andasur, que era la encargada del servicio, relata cómo fue su expansión a raíz de la pandemia y como ha ido cayendo su actividad una vez que se han ido relajando las medidas de desinfección que impuso el Covid.
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Ante esto, la empresa, según continúa la misiva, está estudiando actualmente su viabilidad, aunque al mismo tiempo anuncia que ha decidido «resolver todos los contratos públicos y privados que actualmente tiene vigentes», entre ellos el que mantenía con el Ayuntamiento de Benalmádena. Esta carta se registró en el Consistorio el pasado 5 de julio, coincidiendo con los problemas con el servicio de limpieza y recogida de basura que se han dado en las últimas semanas en el municipio a raíz del cambio de adjudicataria.
Este martes el Gobierno municipal anunció la contratación por la vía de emergencia de otra empresa que se encargará de prestar ese servicio hasta la adjudicación de un nuevo contrato, que se tramitará de manera inmediata por el procedimiento de urgencia. La empresa que ahora realizará ese control de plagas lo llevará a cabo por un importe de 6.352,50 euros mensuales con cargo del área de Sanidad.
En concreto, en el contrato que tenía cerrado el Ayuntamiento de Benalmádena el servicio de control de plagas consistía en tareas preventivas con campañas de choque a lo largo del año y la atención a denuncias y problemas puntuales que pudieran surgir, ofreciendo un tiempo de respuesta que minimizara los riesgos para la salud pública, así como las molestias causadas a los ciudadanos.
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También realizaban tratamientos puntuales en viviendas cuyos titulares no disponen de recursos económicos, previo informe de los Servicios Sociales, o en aquellos lugares en los que el Ayuntamiento deba actuar de forma subsidiaria, cuya actuación queda supeditada a la tramitación del correspondiente expediente administrativo.
Fuentes municipales aseguraron que «al rescindirse el contrato actual del servicio de forma imprevista por parte del contratista» está justificada la emergencia de esta contratación al ser «un servicio de interés público, de obligada prestación para la protección de la salud pública, no disponiendo este Ayuntamiento de medios propios personales, ni materiales, ni las autorizaciones administrativas correspondientes para ser desarrollado desde el propio Ayuntamiento».
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«Hemos dado una respuesta inmediata a un problema inesperado al que ha tenido que hacer frente este Ayuntamiento en el momento en que este servicio es indispensable», señaló la concejal de Sanidad, Áurea Peralta, quien anunció que la nueva empresa atenderá las zonas pendientes tras la renuncia de la concesionaria anterior y recordó que esta misma situación se ha producido en otras ciudades como Málaga capital, donde se ha optado también por dar una solución provisional de emergencia hasta la puesta en marcha de un nuevo contrato.
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