La instalación de piedras no frena los aparcamientos en el cauce del río Chíllar

El paraje de Los Cahorros del río Chíllar, en Nerja, está de moda. Sólo hay que acercarse una mañana sobre las 12.00 horas para comprobarlo. Centenares de coches colapsan los principales accesos al cauce, a pesar de las señales instaladas por el Ayuntamiento para advertir de la prohibición de aparcar en el lecho del río nerjeño. Ni siquiera las piedras de gran tamaño colocadas en el principal carril de entrada han impedido que los coches sigan bajando y estacionen ahora unos metros más abajo, en la confluencia con el río Higuerón, cerca del puente de la autovía.

En las últimas semanas el Consistorio ha redoblado los esfuerzos para concienciar a la población de la importancia de preservar este entorno natural tan frágil, situado dentro del parque natural de las Sierras Tejeda, Almijara y Alhama. A comienzos de mes, la Junta de Andalucía presentó el primer plan de autoprotección contra los incendios forestales en el entorno, con una guía de recomendaciones, y anunció que se invertirán 40.000 euros en realizar labores de desbroce para prevenir fuegos.

No obstante, la posibilidad de controlar los accesos, mediante un sistema de cupos de personas, sigue en el aire. El delegado de la Junta, José Luis Ruiz, manifestó que el plan presentado es «un primer paso», y que ahora trabajarán en uno de usos y gestión, que sí podría contemplar esta posibilidad. En lo que va de verano alrededor de una decena de personas han tenido que ser rescatadas en el cauce tras sufrir caídas y accidentes, con lesiones en tobillos y rodillas.