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Javier González de Lara (Málaga, 1963) ha vuelto a colocar al empresariado andaluz que representa en el centro de las decisiones políticas y económicas de España. El presidente de la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA) ha sido nombrado presidente de la Fundación de la CEOE con rango de vicepresidente, lo que le otorga sitio en el núcleo duro del nuevo dirigente de la patronal española, el vasco Antonio Garamendi. Esta entrevista se realiza en el fragor de las negociaciones, en Madrid y Sevilla, para la formación de un gobierno de cambio de ciclo político en Andalucía, fruto de las elecciones del 2 de diciembre en las que la derecha ganó por mayoría absoluta, aunque dividida en tres partidos. Sobre todo ello y el papel de los agentes sociales en el futuro político andaluz habla en esta entrevista.
–Con su nombramiento, ¿gana peso la patronal andaluza en la CEOE?
–Honestamente pienso que sí, gana peso, solvencia y credibilidad. Para mí supone una gran satisfacción personal, pero sobre todo institucional. Nos va a permitir profundizar y reforzar esa idea de reconocimiento de la función social de la empresa, que tanto reitero, con una visión más humanística, más cerca de las personas.
–¿Qué funciones tiene la fundación?
– En mi opinión es como un 'think tank', una plataforma transversal para el impulso de ese concepto de función social de la empresa a través de lo que yo diría el fomento de una visión más vinculada con la cultura, con el desarrollo sostenible. Para mí la clave es trasladar de forma nítida cuál es la función social de la empresa como motor de progreso y el empleo que genera.
–En Andalucía todo indica que habrá cambio político en la Junta, a falta de materializarse con la investidura de Juanma Moreno. Le sugiero una reflexión sobre ello.
–La primera reflexión que haría es que la primera preocupación de los empresarios, y lo hemos manifestado en la campaña, era que se asegurara un marco de estabilidad política, económica y social para Andalucía tras el día 2 de diciembre. Siendo prudente, porque el gobierno no está conformado y en política, sobre todo en los últimos años, todo es posible, creemos que efectivamente no se va a producir un periodo de interinidad ligado a las elecciones de mayo y vamos a tener un nuevo gobierno para Andalucía a mediados de enero, y eso es una buena noticia. Y un gobierno que no solo va a tener carácter novedoso en cuanto a sus miembros, sino en cuanto a su composición. Es la primera vez que vamos a tener en Andalucía un gobierno de coalición real de iguales, lo cual nos pone en un modelo del que no tenemos experiencia ninguna y que requerirá de mucha cultura de consenso.
Irrupción de Vox
–Usted conoce a los dos protagonistas de ese bipartito, Juanma Moreno y Juan Marín, ¿cree que va a funcionar bien la coalición?
–Yo entiendo que por el perfil de ambos, sí. Puede funcionar, si bien es cierto que ese gobierno bipartito por sí solo no tiene apoyo mayoritario, por lo que nuevamente el Parlamento –otra idea fuerza– va a jugar un papel muy importante, porque siempre va a ser necesario el concurso de una tercera fuerza para llevar a cabo los acuerdos. Voluntad estoy seguro que va a existir, por el carácter de los dos líderes, tanto del PP como de Cs, pero, ojo, luego hay que ver el funcionamiento del Parlamento. En ese contexto se va a consolidar la estabilidad y la credibilidad del nuevo gobierno.
–Ese tercer aliado necesario es Vox, una fuerza nueva en las instituciones. ¿La patronal andaluza mira con recelo el que la estabilidad de ese gobierno bipartito esté sujeta a Vox?
–Sobre Vox sugiero una reflexión: Es un partido que hasta el momento está cumpliendo las reglas del juego democráticas, hasta el momento. Se ha presentado a unas elecciones y le han respaldado 400.000 ciudadanos. En democracia todo el mundo se merece el respeto. Evidentemente van a ocupar un espacio político que gustará mas o menos, pero al igual que lo hicieron Podemos y Cs cuando irrumpieron, porque lo de Vox ha sido una irrupción. Me viene a la memoria la casi extinta Upyd.
–La Upyd defendía la recentralización de competencias autonómicas como sanidad y educación y eso también lo dice Vox.
–Y nadie se rasgaba las vestiduras. El tiempo le dará o quitará la razón, pero hoy son un actor político más y hay que tenerlo en cuenta. A nivel empresarial, los empresarios no tenemos prejuicios contra nadie. Todos los que entran de manera democrática en un parlamento merecen nuestro respeto, otra cosa es que también nosotros seamos respetados, es decir, se tenga en consideración el papel vital de la empresa en el desarrollo económico de un territorio.
–Vox exige para apoyar la investidura la supresión de leyes sociales como las de lucha contra la violencia de género y la de igualdad y pide la recentralización de competencias. ¿Qué opina de lo que dijo la presidenta en funciones, Susana Díaz, de la amenaza de regresión histórica en Andalucía?
–Creo que es complejo y difícil que ocurra. Estaremos todos expectantes, como es natural. Hay que dejar que sucedan los acontecimientos. Igual que cuando entró Podemos en el Parlamento, se decía que se iba dar marcha atrás a muchas cosas. Yo lo que espero es que actúen dentro del libre juego democrático y del respeto a las instituciones y por supuesto al Estatuto de Autonomía de Andalucía. Con eso está todo dicho. Hay que ser respetuoso con el Estatuto de Autonomía, eso es incuestionable para los empresarios y yo creo que para la sociedad en su conjunto.
Peticiones de Vox
–¿Qué le parece el documento programático en materia económica firmado por PP y Cs?
–Nosotros hemos analizado positivamente que haya un tratamiento concreto al ámbito empresarial. Esto va en línea con el documento que trasladamos a las distintas fuerzas políticas (para las elecciones). Hay peticiones que el acuerdo las contiene: lo relacionado con las inversiones, la relación administrativa, tramites burocráticos, revisión de normativas ambientales, tratamiento más específico a los autónomos.
–El consejero en funciones de Economía y Hacienda, Antonio Ramírez de Arellano, dice que es incumplible porque su rebaja fiscal y otras medidas implicarían mil millones de euros menos en ingresos.
–Claro, habrá que ver luego los equilibrios presupuestarios. Es cierto que hay que andarse con mucha cautela. Nosotros somos los primeros que queremos que haya una reducción de la fiscalidad y que esta no sea tan gravosa, no solo para el mundo empresarial, sino también para la sociedad, pero es verdad que tendremos que analizar con objetividad dónde está el equilibrio presupuestario para mantener no solo los servicios sociales y asistenciales, sino también un mínimo de incentivos a la actividad productiva y a las inversiones. Todos sabemos que del Presupuesto de la Junta casi dos tercios se van a sanidad y educación; el que venga lo tiene que conocer. Cuando se habla de bajada de impuestos, tiene que estar equilibrado, hacer encajes de bolillos para que el propio modelo no se tambalee. Hay que ser mucho más humilde en los planteamientos y, para empezar, conocer cuáles son las posibilidades económicas que va a tener la comunidad; y ponerse a trabajar en la elaboración de un Presupuesto (para 2019), que no tenemos y que, curiosamente, en el documento no recuerdo que venga, no se alude a ello.
–No, no viene. ¿Esa es la primera tarea del nuevo gobierno?
–Esa y una transición para consolidar un cambio pretendido para responder a la voluntad de sus electores; si no se hace una transición inteligente, integradora y al ritmo oportuno, se creará un escenario en el que ese cambio no se consolide y sea coyuntural. No vale hablar del pasado. En una empresa no vale hablar del pasado. Lo empresarios no miranos hacia atrás, miramos hacia adelante siempre, intentemos tener una visión de altura para construir el futuro.
- ¿Le está pidiendo al PP y Cs que mire hacia el futuro en lugar de levantar alfombras?
–Yo no entro en lo de levantar alfombras. El que pierda el tiempo en eso, y lo digo honestamente, creo que se equivoca. El pasado no tiene mucha trascendencia en este momento, sino cuántos proyectos empresariales hay que impulsar, cuántas normas hay que modificar para generar empleo. Además, desde hace años están en marcha muchas normas de transparencia por lo que es dudoso que puedan existir muchas cosas opacas. Con esto no estoy defendiendo a nadie. Lo que estoy diciendo es que ya es el momento de construir una Andalucía diferente, no enrocada en el revisionismo, sin quitar que cuando se entre haya mecanismos de auditoría para ver en qué situación se está.
– ¿Y le sugeriría al PSOE que facilite la transición?
– Creo que hablo claro. Andalucía necesita una transición inteligente. Y esa transición inteligente la tienen los hombres y mujeres de Estado que son capaces de construir un futuro con altura de miras. Un futuro donde el que se marcha pone toda la facilidad y el que entra le tiende la mano y la generosidad para visualizar ante la sociedad de que los cambios son normales; y que en democracia son lo más habitual del mundo y que no deben generar crispación y frentismo. Esa es la preocupación que tenemos hoy en día los empresarios, que ese frentismo o transición poco meditada o madurada, nos puede llevar a la parálisis institucional. Si se han hecho los deberes para que exista un gobierno con relativa celeridad, hagamos la transición de funciones, de poderes y competencias, de la misma manera. Insisto, hay que hacer una transición generosa por los que puedan dejar el poder y los que puedan entrar. Los ciudadanos ya han juzgado el pasado con sus votos. Mirar hacia adelante y construir el cambio es el mejor posicionamiento de un nuevo presidente en la Junta, no entrar en políticas revisionistas que nos generan hastío, desconcierto y cansancio.
–¿Con Juanma Moreno se garantiza el cambio tranquilo?
–Él tiene ese perfil, de hombre sereno, de buen talante. Creo que va a ser mejor presidente que candidato y jefe de la oposición. No es hombre de oponerse, creo que tenía un rol equivocado, es un hombre de diálogo y consenso. No siempre te toca hacer el papel que te gusta, pero en esa línea sí pienso que va a tener una actitud abierta al diálogo.
Coalición PP-Cs
–¿Ha hablado los últimos días con Juanma Moreno?
–Sí, si, hablo habitualmente con él, hay una relación fluida y respetuosa, en unos casos coincidentes y en otros podemos tener nuestras diferencias. La relación es fluida, cordial y de reconocimiento. De él lo que puedo decir es que es un gran luchador, es un hombre constante, ha tenido un enorme mérito, ha superado enormes dificultades y puede alcanzar el sueño de ser presidente de la Junta. Y en muchos casos pocas personas apostaron por él.
–¿Y con Susana Díaz ha hablado?
–Nos hemos intercambiado mensajes y la relación ha sido tremendamente fluida, muy constructiva. Tengo que decir que la presidenta (ahora en funciones) ha tenido una enorme visión de Estado, una enorme generosidad incluso cuando tuvo que asumir la responsabilidad de dar el salto a Madrid. Ha tenido una proximidad al mundo empresarial que es de agradecer. Creo que cuando se gobierna, se muta, el peso de la responsabilidad saca lo mejor de si misma. Susana Díaz ha hecho una labor encomiable.
– ¿Cree que Susana Díaz debe quedarse en el Parlamento o buscar otros horizontes?
–Ignoro cuál debe ser su futuro. Ella lo debe estar pensando y creo que las ideas las tiene claras, siempre las ha tenido. Creo que no es ninguna deshonra ser la máxima responsable de la oposición. Andalucía necesita personas como ella, que puedan tener una visión de la gestión en el ámbito que corresponda después de tener una responsabilidad de cinco años (en la Presidencia de la Junta). Es un capital político importante y para nosotros no valen los colores. Los empresarios no nos dejamos llevar por los colores políticos, sino por la utilidad. Creo que perder una persona de su talento es un lujo que Andalucía no se puede permitir. Esté donde ella quiera estar, siempre será una persona que aplaudiremos por la generosidad que ha tenido. Hay que reconocer los esfuerzos de las personas que nos han precedido. Y también quien ha precedido al nuevo presidente se lo ponga fácil al equipo que llegue.
–¿Qué le pedirá al futuro presidente?
–El gobierno debe venir acompañado de inmediato por unos Presupuestos de la Junta y ese presupuesto es lo que te va a permitir priorizar una serie de medidas. Y ahí los empresarios vamos a apostar seriamente por el diálogo social que es un elemento muy relevante. Lo que quiero decir es que la legitimación de un gobierno se produce por el resultado de los votos electorales, pero cuando ya se gobierna la legitimación viene dada por la participación social. Y eso se articula con el diálogo. Es lo que permite que haya un apoyo de los agentes sociales, que son imprescindibles. Insisto, el diálogo social no es una cuestión de partido, sino una institución de Estado. Imagino que los sindicatos dirán algo parecido. No olvidemos que el principal problema de los andaluces sigue siendo el desempleo y de esto se habla poco. Ahora, una vez que haya nuevo gobierno, hay que tener muy en cuenta cómo se construye la paz social que, por ejemplo, Francia ha perdido, con 1.500 detenidos, calles revueltas, chalecos amarillos. ¿Con esto qué quiero decir? Que construyamos entre todos. Vamos a estar de acuerdo en negociar cada vez que se nos requiera. Ambas cuestiones son importantes. Intuyo que el futuro presidente de la Junta, si se confirma que es Juan Manuel Moreno Bonilla, lo tendrá muy en cuenta.
–En su trayectoria es conocida su sensibilidad por la cultura y la defensa del papel social del empresario en la sociedad. Antonio Garamendi, ¿ha acertado con su elección como presidente de la Fundación CEOE?
–Ojalá sea así (sonríe), él decidió que fuera presidente de la fundación con rango de vicepresidente. Para mí es un honor y una satisfacción, pero sobre todo una responsabilidad, la de poner Andalucía en su lugar, en su sitio. Tener una mayor presencia en Madrid. Es importante tener una mayor presencia social y política en Madrid, y esto va en esa línea.
sobre juanma moreno
–Con su nombramiento se le da a la patronal andaluza un relieve en la nacional del que carecía hace tiempo, si bien los nombres clave en la cúpula siguen procediendo de País Vasco, Cataluña, Madrid y Valencia...
–Eso es la interpretación que se quiera hacer, yo entiendo que es una visión más integradora. Un presidente innovador e integrador tiene que hacer sitio a todos los territorios y no siempre son fáciles los equilibrios. Ser presidente de la fundación de la CEOE puede tener incluso mayor valor. El peso de Andalucía va a ser potente, ya que además la presidencia de Cepyme puede recaer en un andaluz.
Sobre susana díaz
–Es conocida la apuesta que hace usted para que Gerardo Cuevas sea el sustituto de Garamendi al frente de la Cepyme.
–Sí, a finales de enero es el proceso de elección. Y con ello el reconocimiento de la patronal andaluza va a salir más reforzado. Gerardo Cuevas va a ser el tercer presidente andaluz de la pequeña y mediana empresa. Todo esto no deja de ser una operación interesante. Es un paso importante para Andalucía, tener esa presencia en un ámbito nacional. Quiero contribuir a romper esos estereotipos tan negativos de Andalucía, a que se nos valore, por eso es importante que estemos allí.
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