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María de los Ángeles Revello de Toro, Beatriz González y Remedios Trujillo. C. San Martín

Un proyecto para empoderar y crecer

Acción solidaria ·

AME trabaja para ayudar a mujeres prostituidas y en riesgo de exclusión social en Málaga

claudia san martín

Lunes, 6 de enero 2020

España se sitúa la tercera a nivel mundial en un ranking deplorable. Es uno de los países donde más se demanda la prostitución. ¿Qué es lo primero que se piensa cuando se habla de este colectivo? Hay un gran estigma hacia las mujeres que la ejercen, la mayor parte (contraria a la creencia colectiva) en contra de su voluntad, víctimas de la trata y explotadas a un nivel tristemente insospechado. En Málaga todas ellas tienen una mano amiga a la que pueden recurrir en cualquier momento. La asociación Mujer Emancipada (AME) lleva trabajando desde 1995 para ayudar, cambiar y mejorar la situación de este colectivo, y no sólo en el ámbito de la prostitución; cualquier mujer en riesgo de exclusión social y laboral también puede encontrar un apoyo en el trabajo de esta agrupación.

Mujer Emancipada nace de la inquietud de tres profesionales del ámbito psicológico y social para ayudar a aquellas mujeres que ejercían la prostitución en Málaga, muchas de ellas en situaciones de drogodependencia. Beatriz González, presidenta y una de las fundadoras de AME, relata cómo ha cambiado su forma de trabajo a lo largo de los años. «Cuando empezamos, la población inmigrante era minoritaria y nos implicábamos con el tema de las adicciones», explica. Ahora, el grueso de mujeres que ejercen la prostitución es mayoritariamente extranjero.

«Reducción de daños»

Por aquel entonces, su forma de asistencia era diferente: Crearon una casa de acogida que se sostuvo entre los años 1998 y 2012. Por allí pasaron más de cuatrocientas mujeres en situaciones muy diversas, con el objetivo de realizar una desintoxicación plena y una deshabituación de su forma de vida anterior. Al detectar cuáles eran las necesidades de esas mujeres años después, comenzaron a forjar otros proyectos, algunos de ellos en alianza con otras entidades.

En el polígono Guadalhorce comenzaron en 2008 a ofrecer asistencia en un centro con horario vespertino. El objetivo de este proyecto, según cuenta Remedios Trujillo, pedagoga de AME, es «la reducción de daños» para las mujeres prostituidas en el polígono, que se dividen por zonas y nacionalidades. Allí atienden a una media de 10 ó 15 chicas al día, alrededor de 130 durante todo el año, aunque muchas de ellas repiten en las intervenciones. Este centro, que recibe el nombre de 'Federica Montseny', ofrece la recepción, la intervención personal individualizada y las terapias en grupo.

María de los Ángeles Revello de Toro, miembro de la asociación, explica que muchas de las mujeres nuevas que acuden al centro saben dónde está gracias a otras usuarias. «Además de la terapia, ofrecemos meriendas. Esto nos da la oportunidad de establecer un vínculo de confianza con las mujeres de allí y detectar sus necesidades. En un primer momento no nos van a contar lo que les ocurre», relata. Desde allí, trabajan en diferentes áreas para ofrecer una ayuda integral; en el ámbito de la salud, el jurídico, la atención social o la orientación laboral.

Remando hacia el empleo

«Nos adaptamos siempre a las necesidades de ellas. Si necesitan test para el control de VIH, test de embarazos, preservativos o lubricantes», explica Remedios Trujillo. En el ámbito jurídico, se encargan de ayudarlas para poder tramitar la documentación pertinente para que aquellas mujeres en situación irregular puedan residir de forma legal en España. «También asistimos en el apartado de las ordenanzas de convivencia de Málaga. Se les multa a las mujeres por ofrecimiento si se encuentran a 200 metros de establecimientos públicos, ya más allá del cliché de la vestimenta». Sin embargo, además de ofrecer la ayuda y asistencia necesaria, uno de los grandes objetivos de AME es la inserción laboral. Este aspecto requiere tiempo y dedicación, asistencia que se realiza directamente desde la sede de la asociación, en el Soho. Uno de los programas que llevan a cabo y que está funcionando es mano a mano con la asociación Arrabal-AID. 'Kapaces' es el nombre de un proyecto para empoderar a las mujeres en situaciones de prostitución y capacitarlas para obtener un empleo.

Esta asociación malagueña ofrece desde 1995 apoyo psicológico, sanitario, jurídico y de orientación laboral

En una primera toma de contacto, AME realiza la formación prelaboral y la instrucción en habilidades sociales. «Ellas tienen que conocer el mercado laboral al que se enfrentan. Hablamos mucho de autoestima y les hacemos ver cuáles son sus puntos fuertes y débiles», relata Revello de Toro.

Una vez terminada la formación, que se extiende en el periodo de un mes de lunes a jueves, las usuarias de 'Kapaces' (programa que se realiza también con la colaboración del Área de Participación del Ayuntamiento de Málaga) se trasladan a Arrabal para la orientación laboral y encontrar las prácticas que mejor se adapten a sus necesidades, pero sin desconectar de AME. Parece sencillo al relatarlo, pero realmente es un proceso difícil y que en muchos casos requiere años de intervención. «Algunas mujeres que han hecho Kapaces este año las conocemos desde hace cuatro. Hay un día que sus cabezas hacen 'click', y para cuando ellas deciden dar el cambio ahí estamos nosotros», explica la integradora social.

La trata y la explotación, una lacra del siglo XXI

Beatriz González, presidenta de AME, explica que la perspectiva de la asociación con respecto a la prostitución es de abolición. La legalización, para ellos, sería regularizar una forma de esclavitud moderna que afecta a millones de mujeres en todo el mundo. «Hay que condenar y perseguir todo lo que lo rodea, a los clientes y a las mafias. Muchísimas mujeres ejercen en contra de su voluntad a costa de pagar una deuda que asumieron engañadas», relata. Para hacer patente esta injusticia y disipar el estigma hacia la mujer prostituida, realizan talleres de sensibilización en institutos de toda la provincia de Málaga. «La prostitución está tan normalizada que tenemos que hacerle ver a esos futuros 'clientes' que las mujeres están siendo obligadas, y que si no hay demanda no hay oferta», explica Remedios Trujillo.

El pasado año, 14 mujeres participaron en este programa; ocho de ellas encontraron empleo, once realizaron la formación y seis de ellas prácticas. En otros programas para llegar a esta meta, AME ofrece también talleres de castellano, orientación laboral, alfabetización digital y acompañamientos en visitas médicas, además de salidas culturales por Málaga con mujeres de la asociación para conocer la cultura y el estilo de vida de la ciudad en la que viven y que muchas veces ignoran. «Con estas actividades vamos construyendo una red de apoyo entre mujeres que no se conocen y no tienen nada que ver la una con la otra. Es otra forma de trabajar con ellas porque se expresan distinto. Están en un ambiente más relajado», relata Trujillo sobre los proyectos de AME, en los que seguirán trabajando y adaptando hasta alcanzar su meta: Abolir la prostitución.

Mujeres de AME, en la sede de la asociación, en el Soho. C. San Martín
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