
REGINA SOTORRÍO
Martes, 14 de enero 2014, 22:54
Más de 200 años después de su gesta, Bernardo de Gálvez sigue dando mucho de qué hablar en Estados Unidos. En su visita a Washington, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, expresó al presidente de EE UU, Barack Obama, su deseo de que el retrato del militar de Macharaviaya cuelgue de las paredes del Capitolio, tal y como aprobó el Congreso americano en una resolución de 1783 que nunca se llevó a efecto. La decisión final corresponderá a los propios congresistas de Estados Unidos, pero todo apoyo suma.
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Y ya van muchos e importantes. En la recepción celebrada ayer en Washington con Rajoy, el senador por New Jersey Robert Menéndez, una de las personas más influyentes entre la comunidad hispana, nombró en su discurso la importancia de Bernardo de Gálvez. No en vano, el militar malagueño fue crucial en la independencia de EE UU al conquistar con valentía la plaza clave de Pensacola.
Que el nombre de Bernardo de Gálvez suene en esos encuentros es uno de los muchos logros que está consiguiendo en los últimos meses Teresa Valcarce, gallega de origen malagueño afincada en Washington. Desde que conoció la historia del cuadro pendiente de colgar en el Congreso de EE UU, Valcarce contactó con la Asociación Bernardo de Gálvez para ofrecer su ayuda. En las últimas semanas se ha reunido con congresistas, senadores y ha recabado el respaldo de asociaciones como Los Hijos y las Hijas de la Revolución Americana, entre muchas otras. Ayer, Valcarce era una de las invitadas a la recepción de Rajoy. «¡Esa batalla hay que ganarla!», le exclamó el presidente del Gobierno cuando ella le habló de esta iniciativa.
El Congreso de los EE UU aprobó en 1783 colgar el retrato del malagueño gobernador de Luisiana, conde de Gálvez, capitán general de Cuba y virrey de Nueva España en el Capitolio por su contribución a la independencia de EE UU. Documentos encontrados en los Archivos Nacionales de EE UU lo demuestran. Distintos obstáculos impidieron que la promesa se llevara a término entonces, pero la Asociación de Bernardo de Gálvez trabaja desde hace años por cerrar ese capítulo de la historia.
Sin rastro del retrato original, el pintor malagueño Carlos Monserrate trabaja ahora en una fiel reproducción de uno de los cuadros más conocidos del militar. Una vez finalizado se enviará a Washington, donde el Congreso decidirá si se colgará de sus paredes...231 años después.
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