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SUSANA ZAMORA
Miércoles, 27 de febrero 2013, 08:51
Corría 1992, el año de las Olimpiadas de Barcelona, de la Expo de Sevilla, de las grandes inversiones para estar a la altura de las miradas internacionales. Fue el año de España y también el de 150 preuniversitarios, que vieron en esa fecha y en Málaga su oportunidad de futuro. Nacía la Facultad de Ciencia de la Información (en el año 2000 cambiaría su nombre a Ciencias de la Comunicación) con tres titulaciones: Periodismo, Comunicación Audiovisual, y Relaciones Públicas, cada una con 50 alumnos con notas medias que rozaban el sobresaliente.
Han pasado ya dos décadas, se han titulado 4.728 alumnos y aunque veinte años no son nada, esta facultad celebró este martes un acto institucional en el que ha repasado la evolución de los estudios y el estado de la profesión, pero en el que ha habido un espacio destacado para rendir homenaje a los promotores, impulsores y profesionales que vivieron el proyecto como algo propio.
El empeño de José María Martín Delgado, entonces rector de la UMA, en que Málaga tuviera su Facultad de Ciencias de la Información ha sido valorado por todos los decanos que forman ya parte de la historia de este centro: Bernardo Díaz Nosty (1993-95), Antonio Nadal (1995-96), que se ha ausentado al estar fuera de España, Miguel de Aguilera (1996-2002) y Juan Antonio García Galindo, actual decano, elegido por primera vez en 2004. Pero entre todos ellos falta el profesor Antonio Garrido Moraga, a quien el rector le encomendó la difícil tarea, creo que durante un episodio de locura transitoria -ha bromeado- de arrancar el proyecto y poner los cimientos de la actual Facultad de Ciencias de la Comunicación.
Garrido Moraga fue el coordinador durante el curso 1992-93, pero en su intervención de esta mañana aparcó las anécdotas y los recuerdos -es un día que se presta a ello- para hacer una acérrima defensa de la universidad pública, de su vocación de servicio y de entrega a la sociedad; con pocos medios, pero con toda la ilusión y profesionalidad del mundo;eso es lo que diferencia a la universidad pública de cualquier otra institución. Me siento servidor de la sociedad, de los alumnos, magníficos alumnos, espléndidos alumnos de aquella primera promoción, bueno,y de la segunda... pero es que los de la primera tienen en nuestro corazón un lugar eminente, resaltó. Se ha referido a ellos como nuestra razón de ser, nuestra vocación de enseñar y de aprender, porque siempre es necesario aprender para seguir enseñando. Garrido ha concluido deseando poder celebrar muchos aniversarios más, pero con este espíritu de libertad y de crítica en la sociedad, con quien esté, pero siempre fieles a nuestro espíritu universitario.
Esta facultad quiso reconocer la entrega y dedicación de algunos miembros del PAS, que estuvieron en los inicios de este centro universitario y cuya implicación personal queda en el recuerdo de todos. Es el caso de Cristóbal Villar, quien no dudó en tomar el micrófono y rememorar algunas anécdotas, como el primer día que llegaron como borreguillos los alumnos preguntando por las aulas y sus profesores o como cuando el profesor José Fernández Oyarzábal enseñaba la base de la fotografía construyendo una rudimentaria cámara con una caja de zapatos o como cuando hacía que los alumnos colgaran las fotografías en el patio para que se secaran al estilo Berkeley, como el mismo Oyarzábal apuntó más tarde. La labor de este profesor y su implicación desde los inicios con esta facultad, junto con la Enrique Lavín, que ha dedicado 16 años a Ciencias de la Comunicación, fueron reconocidas al ser los dos primeros docentes que se han jubilado en estos años. Del PAS, también recogieron una placa Carmen Doblas y Ana Fernández Espada.
Uno de los momentos más emotivos los protagonizó Gema Lobillo, alumna de la primera promoción, a la que se le quebró la voz y se le escapó alguna lágrima al rememorar algunos de los grandes momentos entonces, pero sobre todo al recordar a Ana Berlanga, miembro del PAS hoy ya fallecida. En esa memoria de todos los que pasaron por Martiricos quedan las clases invernadero, con microclima natural y vistas a un maravilloso césped, recordó Lobillo, quien no evitó referirse a las fiestas y a las paellas de Cristóbal Villar.
A ese histórico año 1992 se refirió otro exdecano Bernardo Díaz Nosty. Hace 20 años, Al Gore comunicó las autopistas de la información y en 1994, dos años después de la aparición de Internet, la Facultad de Ciencias de la Comunicación fuimos los primeros en conectarnos y también los primeros en desconectarnos, afirmó con una clara crítica a quienes en su día no tuvieron visión de futuro y consideraron aquella inversión casi como una malversación de fondos públicos, dijo. Díaz Nosty aseguró que el centro nació con aspiraciones de centro modélico con pocos alumnos y tres objetivos: sin merma del aprendizaje de los alumnos, pues, según comparó, para aprender a conducir no hacía falta un mercedes, bastaba con un seiscientos y nosotros teníamos muchos de esos; con estudios con entidad propia, y con una defensa de la universidad pública, de la ética, de la cultura democrática y de la meritocracia.
La vocación de servicio público de la UMA fue una constante en las intervenciones, pero también en el papel para formar a profesionales que fueran capaces de transformar la situación de crisis actual. En estos términos se refirió Miguel de Aguilera. Aludió a esos profesionales como los que han contribuido al desarrollo del tejido productivo e incluso a la creación de un sector económico específico, el de las industrias culturas y creativas, sector que en 2009 llegó a alcanzar el 3% del PIB español y a proporcionar más de 550.000 empleos de alta cualificación. Hoy están en crisis, pero se encuentra en un momento refundacional a poco que los profesionales, académicos, las autoridades sepamos reconocer las enormes posibilidades de empleo, negocio y de progreso social relacionadas con este sector, expuso.
Entre esas autoridades, se encontraban el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, que tuvo que marcharse antes de que concluyera el acto por motivos de agenda, no sin antes afirmar que todas las titulaciones son importantes, pero estas de comunicación son muy necesarias y, ahora, en estos momentos de crisis, más que nunca.
En este sentido, el delegado de la Junta de Andalucía en Málaga, José Luis Ruiz Espejo advirtió que la sociedad no se puede permitir tantos despidos en el sector de la comunicación, porque necesita de ella para informar a los ciudadanos y confío en que la comunicación siga siendo un elemento de primera necesidad. Junto a él estuvo la delegada de Economía e Innovación de la Junta, Marta Rueda, y el director general de Comunicación Social de la Junta de Andalucía, David García Ostos, quien reflexionó sobre el estado del sector audiovisual y anunció la aprobación de una orden de alfabetización informativa, que creemos necesaria para que los ciudadanos sepan encontrar la información y logren así ser más libres.
Por su parte, el decano actual de Ciencias de la Comunicación, Juan Antonio García Galindo apuntó que la de Málaga fue la undécima facultad de España que nació en un momento de gran auge de estos estudios.No se equivocó el rector en esta apuesta. Pero García Galindo no evitó referirse a las actualización constante de los estudios, en gran medida provocada por la nuevas tecnologías, pero también al complicado momento que vive el sector y los profesionales. Insistió Galindo en el esfuerzo para formar alumnos y para que con independencia del soporte y del medio desarrollen su trabajo con veracidad y ética. En este sentido, resaltó el compromiso firme con las libertades públicas y aludió también a la amenaza del paro, que se ceba con nuestros profesionales y dificulta el futuro de nuestros estudiantes y egresados. Esa lacra no deja de ser una paradoja en una sociedad que se define a sí misma como sociedad de la información o sociedad del conocimiento, y son las profesiones dedicadas a la transferencia de conocimiento las más amenazadas y fagocitadas por un ercado que solo parece entender de cuenta de resultados.
La rectora de la UMA, Adelaida de la Calle, cerró el acto con un mensaje cargado de agradecimiento a los promotores y profesores de esta facultad, a los profesionales que salieron de ella y del papel que desarrollan en la sociedad, porque quien no se da a conocer, no existe, pero también con pinceladas de esperanza: Los tiempos actuales no son buenos, pero el punto de mayor oscuridad de la noche es el que precede al amanecer y pronto amanecerá, y volveremos a vivir todos de su luz.
Tras sus palabras, se presentó una proyección con fotografías de la primera promoción en Martiricos y de la llegada de esta facultad a Teatinos en 1996, donde comparte edificio desde entonces con la Facultad de Turismo. En la actualidad, los dos departamentos de la facultad (Periodismo, y Comunicación Audiovisual y Publicidad) cuentan, según precisó el propio secretario del centro, Juan Francisco Gutiérrez, con 95 docentes, más 77 profesores provenientes de 17 departamentos de la UMA.
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