El barrio de la Constitución rinde homenaje a José Andújar Amate
NAIMA MOHATAR
Domingo, 6 de diciembre 2009, 02:48
Que cada nombre de una calle esconde detrás la historia de una persona, de un acontecimiento histórico, de un país o de una ciudad ... es conocido por todos. Los cronistas e historiadores de cada zona suelen conocer con detalle el por qué se denomina a las vías de una u otra manera, tal es el caso de Fernando Saruel que incluso cuenta con un espacio radiofónico semanal para hablar de ello. Pero en pocas ocasiones los ciudadanos de a pie tenemos ocasión de ser partícipes del momento en el que una ciudad brinda una de sus calles a la memoria de un personaje con el que tuvo relación y de, además, conocer la historia del protagonista a través de sus familiares.
La tarde del sábado el barrio de la Constitución hizo realidad una petición unánime de todos los que allí viven: dar a una calle el nombre de José Andújar Amate. Quien fuera presidente de su asociación de vecinos y luchador incansable por mejorar la barriada cuenta desde ayer con un reconocimiento en forma de placa situado en el corazón de las 400 viviendas. Arropada por una numerosa familia, la viuda de Andújar no pudo contener las lágrimas cuando el presidente de la Ciudad descubrió el nombre de su marido, unas lágrimas que se contagiaron entre sus hijos y nietos y llenaron el ambiente de emoción y aplausos. Nada menos que nueve hijos tuvo José Andújar con su esposa, y no porque en sus tiempos no hubiera televisión sino «porque había entre ellos mucho amor». Con estas bellas palabras describía la viuda a su marido, un hombre que estuvo y estará ligado al barrio de la Constitución para siempre.
Haciendo un gran esfuerzo para encontrar las palabras a pesar de la emoción, sus hijos Jesús y Francisco contaron a los allí presentes que el homenajeado, además de buen padre y buen marido, fue una gran persona. Siendo capataz de limpieza, José Andújar lucho para que la gente del barrio tuviera trabajo en las peonadas del año 1985, después de las inundaciones, y porque se ampliaran las instalaciones de la asociación de vecinos y se mejoraran la iluminación y la limpieza de sus calles.
Dejando trece nietos y una bisnieta, José Andújar se marchó de este mundo hace algo más de dos años, pero su nombre quedará para siempre, porque así lo han querido quienes le conocieron y le quisieron, ligado a la historia que se esconde tras las calles de Melilla.
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