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MERCEDES PERIÁÑEZ
Sábado, 7 de noviembre 2009, 03:20
Un cartel en cada uno de los depósitos de la gasolinera que suministra combustible al Ayuntamiento advierte a los trabajadores. Para repostar, tienen que pagar en caja el importe de la gasolina; de lo contrario, no pueden abastecer sus coches. La medida se repite de forma intermitente en los últimos meses. La deuda que el Consistorio arrastra con esta empresa ha provocado que la compañía suministradora se niegue a dejar que los empleados municipales reposten los vehículos. En esta ocasión, la delicada situación económica va más allá porque pone en peligro la labor que desempeñan las fuerzas de seguridad.
Desde el Consistorio se ha dado la instrucción a policías locales y bomberos para que «hagan el menor uso posible» de los vehículos para sobrevivir durante el fin de semana con el combustible que tienen en sus depósitos los vehículos porque no pueden repostar en la gasolinera habitual. «Hay coches que están a la mitad de su capacidad», precisaron desde el sindicato CSI-CSIF. El aviso se dio el pasado jueves por la tarde y por el momento, desde esta central sindical desconocen el periodo de aplicación de esta advertencia.
Menos calidad de servicio
La decisión va a provocar situaciones cuanto menos singulares. En el caso de los policías, se ha decidido hacer sus turnos de vigilancia a pie hasta que sean requeridos para una intervención. Entonces harán uso de los coches. Para los bomberos la situación es más complicada. «¿Qué pasa si tienen que hacer un desplazamiento largo? ¿Cómo saben si van a poder llegar a su destino?», criticaron desde el CSI-CSIF, que destacaron que el servicio que se presta a los ciudadanos se va a resentir ante la dificultad de disponer de estos medios.
La única fórmula que tienen los empleados municipales para repostar los vehículos es abonar en metálico la cuantía del servicio. Algo que ha provocado alguna situación embarazosa. Por ejemplo, la de un trabajador que tuvo que vaciar el depósito tras repostar sin darse cuenta de la negativa de la gasolinera a suministrar combustible sin el previo pago del mismo.
No es la primera vez que los policías y bomberos sufren las consecuencias de la falta de dinero municipal en el desempeño de su trabajo. Una avería dejó durante más de un mes a los policías sin la centralita del 092. La reparación suponía un desembolso de unos 6.000 euros y la empresa que mantiene este servicio no está dispuesta a repararla hasta que tuviera garantías de que va a cobrar el dinero. La centralita de los bomberos que se emplea para distribuir las llamadas telefónicas a diferentes departamentos permaneció también más de un mes inoperativa debido a una avería.
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