
MATEO BALÍN
Jueves, 24 de septiembre 2009, 09:22
Publicidad
El asesino confeso de Carlos Palomino, el joven antifascista apuñalado en el metro de Madrid en noviembre de 2007, mostró ayer su arrepentimiento en la última jornada del juicio celebrado en la Audiencia Provincial. «Me siento arrepentido. Yo no quería quitar la vida a nadie. Me entró mucho miedo y no supe reaccionar», declaró el ex militar Josué Estébanez en la última palabra ante el tribunal.
Sabida la dura condena que se cierne sobre él -la Fiscalía elevó la solicitud de pena a 30 años de cárcel al aplicar el agravante de motivos ideológicos y homicidio en grado de tentativa-, el acusado adoptó la estrategia del perdón para buscar el atenuante del tribunal, que resolverá en las próximas semanas. Pero unos bancos más atrás, la madre del fallecido, Mavi Muñoz, no pudo aguantar y saltó al escuchar su disculpa: «Te deseo lo peor de esta vida, Josué», le gritó.
Durante la última sesión del juicio, la defensa de Estébanez pidió su libre absolución al alegar que actuó en legítima defensa por «miedo insuperable» para evitar un mal mayor: su propia muerte. Asimismo, el letrado calificó al grupo antifascista en el que militaba Carlos Palomino de «banda criminal» e insistió que su defendido no agredió a ninguna persona que estuviera manifestándose por defender unas ideas, intentando así eximirle del agravante de «odio ideológico».
Dudas
El letrado defensor Enrique Martín puso en duda la declaración de los testigos protegidos, algunos de los cuales presenciaron 'in situ' el mortal apuñalamiento, y comentó que la navaja empleada en el crimen está en el «'mínimo minimorum' de las armas, por debajo hay quizá un cortaúñas», señaló.
Publicidad
Pero en el turno de las acusaciones estos argumentos fueron contestados. Tanto la acusación particular como popular, ejercida por Movimiento contra la Intolerancia, se unieron a lo expresado el lunes por la fiscal del caso, que citó el vídeo del metro como principal prueba de cargo -«una imagen vale más que mil palabras», dijo-, y consideraron probado que Josué Estébanez formaba parte de un grupo neonazi y que cometió el crimen porque su víctima profesaba las ideas contrarias.
A la salida de la Audiencia Provincial, la madre de Carlos criticó la intervención del abogado del acusado y dijo que «Josué ha tenido un defensor con ideas muy cercanas al neonazismo». El abogado de Mavi Muñoz pidió para Estébanez 37 años de cárcel, ya que al asesinato y al intento de homicidio de otro joven le sumó los delitos de amenazas y tenencia ilícita de armas.
Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.