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LA ROTONDA

Los sueños de Michael

LOLA TORTOSA

Sábado, 29 de agosto 2009, 03:21

MIENTRAS el virus de la gripe A cabalga cual jinete del Apocalipsis, ha llegado la confirmación de que la muerte de Michael Jackson fue un homicidio. El Propofol y el Lorazepam, las píldoras que el doctor Murray suministraba al cantante para que pudiera dormir, le enviaron al sueño eterno. El cantante por su cuenta se agenciaba otras drogas medicinales sin presagiar tal vez que su clamor, como en 'Los sueños' de Quevedo, iba a empezar en 'el almirez del boticario' camino de los guantes de su médico personal.

El ilustre cojo no tenía buena opinión de los galenos («son diablos, andan tras los malos y huyen de los buenos»). Imagino que tampoco el 'rey del pop' la tendrá ahora desde su cielo estrellado. Pero su suerte él mismo se la buscó. Una suerte que sirve de paradoja. Él se atiborraba de pastillas mientras soñaba despierto con ayudar a África, el continente herido por la enfermedad del sueño, entre muchas otras mortales. Compuso aquella bella canción, 'We are the world', para paliar el hambre de Etiopía. Muchos médicos en África se parten el alma por conseguir fármacos para curar tantas epidemias como devastan esta tierra. No quiero ni pensar qué pasará cuando les llegue el virus de la gripe A. Aquí discutimos sobre la vacunación masiva. Allí será masiva la no vacunación.

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