El Pendón
ANTONIO LUNA AGUILAR
Domingo, 14 de junio 2009, 03:18
E N su camino hacia la recuperación total de la Península Ibérica de manos invasoras, el 11 de junio de 1485 los Reyes Católicos ... sumaron a sus reinos la Tierra de Marbella. Fue el propio rey, Fernando, quien recibió las llaves de la ciudad de manos del alcaide de la fortaleza de la misma (la reina Isabel se hallaba en Córdoba, embarazada, cuidando de la intendencia de la campaña). En la llamada calle de Málaga una cruz señala y recuerda el que tradicionalmente se ha tenido por el lugar en donde se desarrolló la ceremonia: la Cruz del Humilladero; allí, posteriormente, se postró el rey, humillándose ante el Altísimo en señal de agradecimiento al brindarle esta incruenta victoria.
Pedro de Villandrando, conde de Ribadeo, uno de los caballeros que le acompañaban, fue designado como alcaide del Castillo de Marbella que sería guarnecido con tropa suficiente. Una ulterior repoblación, civil, daría lugar a la creación del Cabildo Municipal que empezaría a regir los destinos de la población. Marbella no fue dada en 'señorío', quedando, por tanto, en propiedad de los monarcas, esto es, 'ciudad realenga' y por ello pronto sería designado un corregidor (figura equiparable, en cierta manera, a los alcaldes actuales) para su gobierno.
Como quiera que se carecía de escudo que le representara, el Cabildo solicitó a quien tenía la potestad para ello, esto es, a los Reyes Católicos la concesión; así, el escribano público Juan de Cervera cursó la solicitud, que fue atendida con la Carta de concesión de armas a Marbella, dada en la españolísima ciudad de Barcelona, en donde se hallaban los monarcas, el 3 de noviembre de 1493. La carta señala los usos que se habían de dar a dichas armas: para poner en el pendón; en el sello de la ciudad; y en las puertas y lugares donde fuere necesario.
Así, con total seguridad, sería confeccionado un pendón, que es el que aparece citado en diferentes hechos de armas de la época. Suponemos que el mucho uso que a dicho pendón se le dio propició su deterioro y desaparición. Durante el reinado de Felipe V se confeccionó uno nuevo, que es el que se conserva en una urna en las dependencias de Alcaldía del Muy Ilustre Ayuntamiento de la Muy Noble y Muy Leal Ciudad de Marbella, pendiente de una necesaria restauración que acabe con la burla que el GIL nos quiso inflingir al confeccionar uno nuevo y presentarlo como réplica del original.
Como queda dicho, el pendón es del tiempo de rey Felipe V, que reinó entre los años 1700 y 1746, y no de los Reyes Católicos, pero no por ello deja de ser una 'histórica reliquia', es más, es nuestra 'Histórica Reliquia' que debería de volver a mostrarse al pueblo todos los días 10 de junio, 'por siempre jamás'.
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