Una vida de color junto a su gran amor

'Del gran sur' es el título que ha elegido el genial Eduardo Morillas para dar sentido y significado a la exposición que, hasta el 22 de noviembre, se muestra en el Real Club Marítimo. Fiel a su amor por Marruecos, este pintor melillense ha optado por mostrar al público 16 acuarelas con las que, de nuevo, consigue su objetivo de, con los colores precisos y el grueso del pincel idóneo, expresar la luminosidad y la plasticidad de una tierra por la que, reconoce, siente verdadera pasión. Compartiendo la opinión de aquellos que aseguran que «quien conoce África se enamora de ella», Morillas regresa a sus orígenes pero, en esta ocasión, en esa mirada atrás, al pasado, a una vida bien vivida no puede más dedicar esta aventura a una persona «que me ha acompañado desde siempre». Su mujer Francis es, en esta ocasión, la protagonista callada, «la amiga, madre, confidente y soporte de mi intensa vida, porque ha sido timón y guía de esta nave en la que llevamos navegando tantos años». Oficio y dedicación Preparada para ser expuesta fuera de Melilla, los caprichos del destino hicieron posible que la ciudad reciba de nuevo a uno de sus pintores más reconocidos en todo el país, si bien ha tenido que realizar una selección de las acuarelas para que alcancen una sintonía perfecta con una sala de muestras «acogedora y versátil», subrayando desde el valor de los rincones escondidos de la Medina de Fez hasta las zonas casi desérticas del Sáhara, «tierras cálidas, calientes y rojizas de cielos casi anaranjados». Lamenta que, «al igual que sucede en España», las tradiciones que forman parte del país se pierdan a la misma velocidad con la que avanza el progreso, pero Eduardo Morillas no es de los que se guían por el precepto de que la vida es el azar por el azar, sino que todo lo que ha conseguido se debe a su oficio, a sus muchos años de dedicación por la pintura, por los matices y por la fuerza de los colores. «Todo no es llegar y pintar porque, entonces, todo el mundo sería pintor. Es cuestión de técnica, de oficio, trabajo, paciencia, insistencia y, sobre todo, de no aburrirse», apunta. Con el universal Pablo Picasso comparte Morillas que el arte es un 20 por ciento de inspiración y un 80 por ciento de transpiración, pero también defiende que el pintor nace con una sensibilidad especial «que luego se perfecciona». Defendiendo que «los melillenses somos como esta tierra, claros, diáfanos y buena gente», el Real Club Marítimo guardará como una joya 'Del gran sur' hasta el próximo sábado. El horario de visitas, de 18.00 a 21.00 horas.