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MAGIA. Jesús Castejón durante uno de sus trucos.
ILUSIONISTA MELILLENSE

Jesús Castejón: «El peor público para la magia es el que va de los 15 a los 30 años, es excéptico»

«El truco de los aros chinos nunca falla, siempre arranca un aplauso» «A los niños hay que adornarles el juego para que parezca real»

Mª CARMEN PALMA

Lunes, 25 de agosto 2008, 03:36

Enamorado de su trabajo y convencido de la importante labor que juegan los magos en la sociedad, el ilusionista Jesús Castejón trabaja por acercar a la ciudadanía el mundo de la magia. Para conseguir este objetivo, este melillense pondrá en marcha, junto a otros expertos en la materia, un curso de magia que permitirá a los asistentes conocer de primera mano los trucos más sofisticados y que causan furor en este tipo de espectáculos.

¿Cuándo está previsto que comience el curso?

La semana después de finalizar la Feria, sería del 8 al 13 de septiembre. Para el último día está previsto que venga un mago de Madrid para poner el punto final al curso con un espectáculo abierto al público en general.

¿Cómo surge la idea de ponerlo en marcha?

Surgió a raíz de tener constancia de una asociación de magia que existía antiguamente en la ciudad y el objetivo es reabrirla. Como no sabía cómo hacerlo pensé en buscar a gente que quisiera hacer magia y, junto a un amigo, se nos ocurrió la idea de hacer un curso y aprovechar a los participantes, si se aficionan, para reabrir la asociación. Es la única forma de juntar a gente que le gusta la magia.

¿Qué hay que hacer para participar?

Tan sólo hay que dirigirse a la Casa de la Juventud e inscribirse. Hay 30 plazas y se seleccionarán a los primeros que se apunten. El único requisito es tener, como mínimo, 14 años, ya que es más fácil el trato con gente mayor. Ya en el futuro se pensará si sacar otro curso para niños más pequeños.

¿Hay que tener conocimientos previos?

Nada. Sólo que le guste la magia, aunque no sepa hacer ningún truco. Se busca gente que quiera aprender y que, como se suele decir, respete el trabajo y no de a conocer después cuál es el truco. Sólo hace falta interés.

¿Qué cualidades crees que debe tener un mago para enfrentarse al público?

Para ser mago o hacer un juego de magia, tampoco hay que ser experto, hace falta trabajo y, sobre todo, mucha soltura. Tienes que comportarte con naturalidad, no puedes estar tenso para hacer el truco, ya que si no se nota. El secreto está en mantener la calma en todo momento. Ser mago es una responsabilidad muy grande porque no puedes fallar, si lo haces pasar a ser un joven, como pueda ser mi caso, que hace cuatro tonterías. También es muy importante dominar las manos porque hacen todo lo que nadie ve. La mirada, la voz, la posición del cuerpo influyen de igual forma en el desarrollo del espectáculo.

Todos los magos tienen un truco estrella ¿cuál es el tuyo?

Es el juego de los aros chinos, es muy conocido porque son los aros metálicos que se golpean y se unen y se separan sin ningún problema. Para mi es el más importante, lo llevo trabajando unos tres años y medio y no falta cuando subo un escenario. Lo suelo utilizar de cierre porque le tengo cariño, está bien trabajado y siempre saca un aplauso a la gente.

¿Quién es el mejor espectador para un truco, el niño o el adulto?

Son dos edades muy buenas para actuar ante ellos. La edad difícil es la central, la que va de los 15 hasta los 30, porque son los más escépticos. Los pequeños viven en un mundo mágico y sólo hace falta adornarles el juego para que parezca real, que algo puede desaparecer o aparecer. Con ellos se utilizan juegos muy visuales, con muchos cambios de colores y siempre se sorprenden. Pero también es un público muy difícil porque cree en Harry Potter o el Mago Merlín y hay que cuidar mucho la presentación del juego porque si haces desaparecer algo te puede decir 'si, eso también lo hace Harry Potter', pero dándole la presentación correcta el niño entra en la historia y se queda enganchado. Por el contrario, el adulto suele ser muy respetuoso y valora más lo que uno hace en un escenario, o magia de cerca porque todo no es en el escenario, y al valorarlo se deja llevar por lo que le vas contando y se deja sugestionar. La edad que va en torno a los 20 es muy difícil porque todos son muy escépticos. A los jóvenes no les gusta que les engañen y se toman los trucos como un reto. Piensan que te quieres reír de ellos porque sabes algo que ellos desconocen y eso no es cierto, el objetivo es hacer reír, ilusionar y entretener a la gente.

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