Borrar
VIVIR

Cuando el sudor se convierte en problema

La hiperhidrosis es una enfermedad que causa un exceso de sudoración, lo que dificulta seriamente la vida diaria

J. G.

Sábado, 26 de julio 2008, 03:22

A quién no le ha resultado alguna vez incómoda la situación de sudar. Sobre todo en momentos importantes de nerviosismo, en los que precisamente menos apetece que el sudor aparezca. Entre sus efectos está que resta seguridad y confianza a quien lo padece. Pero hay ocasiones en que el exceso de sudor puede llegar a convertirse en todo un problema, o incluso una enfermedad, y dificultar en gran medida la vida social y laboral de una persona. Es lo que en términos médicos se conoce como hiperhidrosis.

Sólo un pequeño porcentaje de la población sufre este trastorno que incrementa de manera exagerada la sudoración en algunas partes del cuerpo como las manos, las plantas de los pies, las axilas o la zona cráneo facial, sin que necesariamente haga calor.

El dermatólogo Leandro Martínez asegura que se trata de un problema muy serio que llega a afectar de manera importante en el ámbito personal y social. «Las personas con hiperhidrosis no pueden, por ejemplo, estrechar la mano por vergüenza, o escribir sobre un papel porque lo mojan». Por si fuese poco, este trastorno puede llegar a producir otras enfermedades debido a la humedad continua a la que están sometidas la zonas afectadas.

Estudiar al paciente

La hiperhidrosis se produce por un fallo del sistema nervioso simpático (parte del sistema nervioso autónomo) originando que el organismo produzca más sudor del que necesita para regular la temperatura corporal. Esta alteración suele iniciarse en la infancia o la pubertad y normalmente dura toda la vida. La enfermedad afecta de igual manera a hombres y mujeres. Según las regiones afectadas por exceso de transpiración, se distinguen: sudoración palmar, sudoración axilar y sudoración facial (un fenómeno asociado a la sudoración facial es el rubor facial, que consiste en el enrojecimiento del rostro).

El primer paso para tratar la hiperhidrosis consiste en estudiar la historia clínica del paciente, al objeto de descartar una enfermedad secundaria. Y es que en ocasiones, la sudoración excesiva es un reflejo de problemas de otra naturaleza (neurológicos, endocrinales). Una vez se ha descartado esta opción, existen distintos tratamientos.

Entre ellos está es denominado 'toxina botulímica' que se suele aplicar para las axilas o las manos. L a inyección de esta toxina paraliza la actividad de las glándulas sudoríparas, disminuyendo la secreción de sudor. El resultado es realmente bueno aunque tiene una duración limitada de seis a ocho meses después de los cuales hay que volver a repetir el proceso.

En última instancia, cabe la posibilidad de recurrir a la cirugía. La operación se denomina simpatectomía y en ella se extirpan los ganglios nerviosos que regulan la acción de las glándulas sudoríparas.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

diariosur Cuando el sudor se convierte en problema