Rafael Lima: «La crisis inmobiliaria ya se está notando en los bufetes»
Lima apunta a la necesidad de que los letrados marbellíes se reciclen para adaptarse a las nuevas demandas del mercado El colegio pide la creación de un juzgado penal y otro laboral
M. J. CRUZADO
Domingo, 27 de abril 2008, 03:47
Desde su nombramiento hace algo más de un año como delegado presidente del Colegio de Abogados en Marbella, a Rafael Lima le ha tocado lidiar con los problemas derivados de los casos más famosos de presunto blanqueo y corrupción del país. 'Malaya', 'Ballena Blanca' o 'Hidalgo' han restado prestigio a los letrados marbellíes, han colapsado los órganos judiciales y han puesto en el punto de mira a numerosos bufetes que se sienten atacados en su secreto profesional. Para colmo de males, la crisis de la construcción se está dejando sentir en los despachos, la mayoría especializados en asesoría inmobiliaria. El lema ahora es renovarse o morir.
Abogados de Marbella se manifestaron hace un par de meses en contra del requerimiento del Servicio de Prevención de Blanqueo de Capitales. ¿Cuál es la situación actual?
La manifestación fue organizada por un grupo de abogados a título personal, no estaba auspiciada por el colegio. El problema es complicado. España está obligada a trasponer determinadas directivas europeas como la de Prevención de Blanqueo de Capitales. A lo mejor hemos sido muy quijotes o simplemente no nos hemos enterado, pero la normativa se ha aplicado de forma muy estricta sin implantarse poco a poco como hubiera sido lo deseable. No es un problema puntual de Marbella, pero sí es cierto que en la ciudad se están buscando focos de blanqueo de capitales concretos.
¿Realmente está en peligro el secreto profesional?
Hay un problema de colisión entre el secreto profesional y la aplicación de esta directiva, pero es discutible hasta dónde llega el secreto del abogado. Hay quien opina que llega a todas partes. Mi opinión es que llega hasta la defensa y asesoramiento del cliente. No es un secreto de confesión y ahí está el error por parte de algunas personas.
¿Cómo ha dañado al prestigio de la profesión la imputación de letrados en casos como 'Malaya' o 'Hidalgo'?
Es evidente que ha afectado. Pero somos muchos abogados en Marbella y es más fácil que haya cinco abogados deshonestos entre 800 letrados que un juez entre 12. Es un problema que puede darse en todas las profesiones. Estos casos han supuesto una mayor presión para los despachos, aunque hay que distinguir el 'caso Malaya', que es un caso de corrupción política y económica, con 'Ballena Blanca' o 'Hidalgo', que son operaciones de blanqueo de capitales.
¿Pagan justos por pecadores?
No lo sé. Lo que sí es cierto es que falta una especialización técnica por parte de los jueces instructores y de la policía para temas tan extraordinariamente complicados como es el blanqueo de capitales. El hecho de que un bufete lleve 800 sociedades no significa que esté blanqueando dinero y no puede entenderse como un indicio de delito. Se han cometido verdaderas tropelías.
¿Los letrados marbellíes están en el punto de mira?
Con dos o tres despachos implicados en casos de blanqueo de 800 abogados no se puede decir que Marbella esté en el punto de mira. Sin embargo, ¿por qué se están haciendo tantas inspecciones a abogados y no se controla más a los bancos? Porque la fuerza y el estatus de un banco no es el de un despacho de abogados.
¿Cómo está afectando la crisis inmobiliaria a los bufetes?
Todos los sectores profesionales están sufriendo una crisis importante. Los despachos en Marbella, la mayoría especializados en asesoramiento inmobiliario, no iban a ser una excepción. El comentario general es que está afectando al volumen de trabajo porque han descendido las transacciones inmobiliarias, aunque se está produciendo un aumento de los procedimientos judiciales por impago, fruto de la crisis económica. Es necesario, por tanto, que los abogados marbellíes se reciclen para adaptarse a las nuevas demandas del mercado si quieren sobrevivir.
Un informe del Colegio de Abogados de Málaga revela que más de la mitad de los letrados de la provincia ha tenido algún problema con la Administración de Justicia. ¿Es así también en Marbella?
Marbella no es diferente a Málaga. Hay personas con mala educación en las dos partes. Hay veces que los problemas son propiciados por el personal de la administración, ya sean jueces o funcionarios, y otras, somos nosotros mismos los que tenemos que tener un poco más de mano izquierda. No es un caso alarmante. El problema es que la administración funciona regular, y eso hace que haya más fricción.
¿Influye el colapso que sufren los juzgados de la ciudad?
Naturalmente. Si uno se da una vuelta por los juzgados de Instrucción se lleva las manos a la cabeza y por los civiles, igual. El problema de la administración en Marbella no sólo está en la que tenemos, sino en la que no tenemos. Necesitamos órganos de lo laboral y penal en el partido judicial. Es una vieja reivindicación, máxime cuando otras ciudades similares como Motril, Algeciras o Reus los tienen. Es necesario que la justicia se acerque un poco más al ciudadano. Marbella, en cuestión de medios, está de chiste. Ya es hora de tener un palacio de justicia.
¿Es un problema también de medios humanos?
En el turno de oficio, después de 20 años hemos conseguido un letrado más. Ahora son tres, pero desde la creación del nuevo edificio y del Juzgado de Violencia tenemos verdaderos problemas de organización, porque las sedes judiciales están dispersas. Además no hay coordinación entre los juzgados.
¿Ha aumentado el número de solicitudes de un abogado de oficio?
En 2006 el colegio registró 2.640 solicitudes de asistencia jurídica gratuita; en 2007, entraron 3.006 peticiones, un 14% más en tan sólo un año. También somos cada vez más abogados. Con el 'boom' inmobiliario se ha producido un 25% más de incorporaciones en los últimos cinco años .
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