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EL PERFIL

Una abuela feliz

Villalobos ha sido diputada, europarlamentaria, alcaldesa de Málaga y ministra. Además, ahora disfruta de su nieta

PPLL

Viernes, 7 de marzo 2008, 03:16

Como abuela se le ve «feliz y encantada». Su hija Macarena le ha dado una nieta, Cristina, que tiene sólo cinco meses. «No se puede explicar lo que significa ser abuela», señala con una sonrisa en la que se le cae la baba. Celia Villalobos Talero, malagueña de 58 años, tiene a sus espaldas una carrera política envidiable: diputada nacional en dos etapas, europarlamentaria, alcaldesa de Málaga y ministra del Gobierno de la nación. Ha estado en las verdes y en las maduras, conoce los sinsabores de la oposición y las mieles del gobierno. Haber estado en los dos bancos le permite tener una visión más real y amplia de las cosas.

Una política indomable

Celia Villalobos es un animal político indomable. Controvertida, de fuerte carácter, acérrima defensora de la igualdad, de la mujer y... de Málaga, ciudad en la que nació el 18 de abril de 1949, aunque con dos semanas la llevaron con sus padres a Arroyo de la Miel. Allí estuvo hasta los 9 años. Luego se vino al camino de Antequera, donde se crió. Estudió en el colegio de Gamarra, donde jugaba al balonmano, y en el instituto Gaona, donde pocos años después también estudiaría Magdalena Álvarez, aunque no llegaron a coincidir.

Se casó con el sociólogo Pedro Arriola, asesor de José María Aznar, primero, y de Mariano Rajoy, ahora. Incluso fue uno de los designados por el Gobierno para hablar con ETA. Son padres de dos hijas y de un hijo. Los tres están independizados.

Esta funcionaria del Estado lo ha sido casi todo en su partido. En 1982 ya pertenecía a la junta directiva Nacional de la entonces Alianza Popular. Fue responsable de relaciones sectoriales de AP desde 1983 hasta 1987.

La primera vez que concurrió a unas elecciones fue en 1986, ocupando el número dos de la candidatura al Congreso de los Diputados por Málaga. Ha sido vicepresidenta de la Comisión de Política Social en el Congreso y portavoz de Política Social y Empleo desde 1987 hasta 1996.

Alcaldesa

El 12 de junio de 1994 fue elegida diputada en el Parlamento europeo, habiendo sido presidenta de la Comisión de Empleo de la eurocámara. Sin embargo, la mayor alegría de su vida se la llevó cuando los malagueños la eligieron en 1995 alcaldesa de Málaga. Ella lo ha repetido en varias ocasiones: es la mayor satisfacción que se ha llevado. Al frente de la Alcaldía, aun gobernando en minoría, realizó una labor que los ciudadanos premiaron cuatro años después con una mayoría absoluta.

Aznar la reclamó en mayo del año 2000 en su segundo mandato y le confió el Ministerio de Sanidad y Consumo. En la última legislatura fue nuevamente elegida diputada nacional y ocupó la secretaría segunda de la Mesa del Congreso de los Diputados a propuesta del PP.

Villalobos se distingue por ser una mujer peleona, apasionada, sin recovecos. Llama al pan, pan, y al vino, vino. Eso le ha costado algún que otro disgusto. Incluso llegó a romper la disciplina de voto en su partido. «En política hace falta que alguien sea alguna vez indisciplinado», apunta esta abuela feliz.

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