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MANZANAS. Los supermercados las tienen de Chile, China, Nueva Zelanda, Francia, Italia o Sudáfrica.
Un carrito globalizado
REPORTAJE

Un carrito globalizado

Más del 20% de los productos frescos que se comercializan en los supermercados malagueños viene de países lejanos como Nueva Zelanda, Sudáfrica, China o Brasil

TEXTO: ALMUDENA NOGUÉS

Miércoles, 26 de septiembre 2007, 14:49

CIGALAS de Escocia, merluzas de Namibia, calamares de India, manzanas de Nueva Zelanda, naranjas de Sudáfrica o tomates cherry de Holanda. La globalización está extendiendo sus tentáculos por los pasillos del supermercado. Los consumidores más despistados quizás ni se hayan dado cuenta. Sin embargo, los habituados a leer las etiquetas habrán comprobado ya la creciente presencia de productos frescos procedentes de paises lejanos en los estantes de los mercados de la provincia.

Los expertos del sector argumentan que la exigencias de los clientes, que demandan variedades de fruta, verdura y pescado durante todo el año, obligan a los distribuidores a importarlos fuera de temporada. La escasez nacional de determinadas especies y las nuevas necesidades de los inmigrantes son otros de los ingredientes que están propiciando que este fenómeno crezca a pasos agigantados.

Los datos de Mercamálaga son significativos. Según el mercado de mayoristas de Málaga, las frutas y hortalizas procedentes de la Unión Europea y de terceros países representan actualmente el 3,5% del volumen comercializado en sus instalaciones. En el caso del pescado fresco y del marisco, las compras realizadas fuera del territorio nacional suben hasta el 10%.

Hábitos de consumo

Su jefe de mercados, Carlos Sánchez-La Fuente, insiste en que este porcentaje aún es «testimonial», aunque reconoce que su peso está creciendo de forma importante, «por los nuevos hábitos de consumo». En el caso de este mercado, los productos de la tierra siguen ganando por goleada a los foráneos. «El 65% del pescado y el 80% del marisco que vendemos procede de la comunidad autónoma andaluza, de la que Málaga aporta un 18,5% de este total», relata Sánchez-La Fuente.

Pero no todos son productos autóctonos. Así, en Mercamálaga es posible encontrar hoy día desde kiwis de Italia y Grecia a manzanas de Francia, Italia y Austria o fresas de Holanda y Bélgica. Fuera de la Unión Europea, el mercado de mayoristas permite abastecer la despensa con frutas del otro lado del charco como la piña (de Costa Rica, Panamá o Costa de Marfil), bananas (de Ecuador, Colombia y Chile), manzanas (de Chile, China y Nueva Zelanda), naranjas (Sudáfrica, Uruguay, Brasil y Argentina), cerezas (Chile, Argentina) frambuesas (Holanda e Italia) o ciruelas (importadas de China, Sudáfrica y Chile).

En el caso del pescado fresco y del marisco, la central de abastecimiento de Málaga también ha ido acogiendo en los últimos años a especies con pasaporte. Asia, África, América y Europa se dan cita en esta gran nave, como delatan las propias etiquetas de las capturas: Bogavante de Canadá, buey de mar escocés, cigalas de Marruecos, chirlas portuguesas, gambas de Marruecos, boquerones italianos o doradas y lubinas griegas.

La mejora de las comunicaciones y de la logística ha sido clave para propiciar el aumento de importaciones. El precio también ha hecho mella en este incremento, ya que según las fuentes, en ocasiones es más económico un producto venido de fuera que el cultivado o capturado en Andalucía o España.

Mestizaje

Basta coger el carrito y enfilar los pasillos de algún hipermercado de la capital para emprender un viaje con el paladar por los cinco continentes. Sólo hay que ir atento a los carteles para constatar este mestizaje. En este sentido, el gerente de la cadena Maskom, Sergio Cubero, señala que el 35% del pescado que dispensan sus establecimientos procede de Sudamérica, Europa, África y Oceanía. En el caso de las frutas y verduras, el 20% es ya extranjero. En Carrefour este porcentaje es similar: del 15%.

Los clientes de estos establecimientos pueden surtir sus frigoríficos con peras italianas, naranjas sudafricanas, kiwis de Nueva Zelanda, langostinos de Nigeria, merluza argentina o calamares chilenos.

Preguntados por este crecimiento de la importación, desde la cadena de supermercados de barrio Mercadona insisten en que siempre priorizan la compra a proveedores nacionales. Hecho el matiz, aclaran que en muchas ocasiones tienen que recurrir a traer los productos de fuera para satisfacer la demanda de los clientes,y ponen como ejemplo el caso de la manzana. «Su producción nacional se extiende de marzo a agosto, por lo que cuando se agota, las traemos de Argentina, Brasil o China. Eso sí, siempre garantizando la trazabilidad y la calidad del producto», ilustran.

La manzana es, de hecho, uno de los productos que puede presumir de tener una familia más numerosa en la sección de frutería de los hipermercados. Hacemos la prueba en una tienda del grupo Eroski. ¿El resultado? De las nueve variedades que se comercializan tres proceden de España (la 'Pink lady', la 'Fuji' y la 'Red delicious') y el resto es de importación. La más económica es la 'Grammy Smith' de Sudáfrica -1,75 euros- y la más cara la 'Royal gala' de Nueva Zelanda, a 3,45 euros. La sección de pescadería de Mercadona da cobijo a más foráneos: lenguados de Holanda, langostinos de Venezuela, percas de Tanzania, calamares de la India o chipirones de Marruecos. En la cesta de la compra ya no hay fronteras.

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