MALVADA. La actriz logró un gran éxito con 'Falcon Crest'. / SUR
CULTURA Y ESPECTÁCULOS

Muere Jane Wyman, la inolvidable Angela Channing de 'Falcon Crest'

La intérprete, que tenía 93 años, fue la primera mujer de Ronald Reagan y alcanzó fama mundial gracias a la serie

MERCEDES GALLEGO

Martes, 11 de septiembre 2007, 05:49

Llegó a la cima de su carrera con papeles de mujeres sacrificadas y víctimas de la injusticia, pero se ha quedado en la memoria de varias generaciones como la malévola Angela Channing, protagonista de 'Falcon Crest'. Desde que acabó esa serie de televisión tras nueve temporadas, Jane Wyman se recluyó en su casa de Palm Spring (California) dedicada a la pintura, hasta que falleció el lunes a los 93 años de edad, sin que se conozcan los detalles.

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Para otros, Wyman es conocida como la primera esposa del presidente Ronald Reagan, otro actor al que conoció en Warner Brothers cuando él parecía triunfar con películas de vaqueros y ella estaba encasillada en películas de serie B, donde siempre hacía de «rubia descarada», decía ella misma. Sus carreras dieron un vuelco cuando él se fue a servir en la II Guerra Mundial y ella entró en la carrera de los Oscar, tras convencer a Jack Warnes para que la prestase a Paramount en la película 'Días sin huella' (1945), que ganó un oscar.

Ganó un oscar

Su primer y único galardón en esa categoría llegaría poco después en el papel de una sordomuda violada, 'Johnny Belinda', nominada para doce oscar. Ese mismo año la pareja se divorciaba, pero no parece que fuese por el éxito de Wyman , sino por la nueva afición a la política de Reagan, algo de lo que ella decía no tener ni idea. «La política levantó un muro entre nosotros», dijo una de las pocas veces que habló de ese matrimonio.

Reagan, que pronto se convertiría en gobernador de California, se casó después con Nancy Davis. En su autobiografía 'An American Life' no dedica más que dos líneas a su primera esposa. «Aquel mismo año hice la película Knute Rockne y me casé con Jane Wyman, otra actriz en la nómina de Warners. Nuestro matrimonio produjo dos maravillosos hijos, Maureen y Michael, pero no funcionó y nos divorciamos en 1948», zanjaba.

Wyman , por su parte, decidió guardar un exquisito silencio «porque es de mal gusto hablar de los ex maridos y las ex esposas», dijo. Lo rompió a la muerte del ex presidente, con una frase de admiración y respeto. «EE. UU. ha perdido un gran ex presidente y un gran hombre, amable y caballeroso».

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