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PILAR LEAL
Jueves, 18 de octubre 2012, 09:55
Una madrastra con muy mal humor, una casa muy sucia y una sola persona para hacerlo todas las tareas domésticas. No está el príncipe, pero el cuento es reconocible, Cenicienta. Con esto es lo que se encuentran los alumnos de los colegios que acuden al Centro Básico de Acogida de Málaga. Pero este cuento no tiene final feliz sino una moraleja que los niños deben aprender: las tareas domésticas no son solo para mujeres.
A la presentación de esta actividad acudió Ana Mata, vicepresidenta de la Diputación, una de las entidades organizadoras de la experiencia didáctica. Mata quiso mostrar su apoyo a esta iniciativa: «Uno de los objetivos de la Diputación es educar en igualdad y hemos invertido mucho en ello. Sin embargo las estadísticas muestran que no hemos avanzado tanto en este campo como querríamos, por eso estas actividades son necesarias».
La actividad comienza cuando uno de los educadores explica a los niños el relato de Cenicienta. Una vez contada la historia clásica, los participantes son invitados a hacer realidad el cuento. Los jóvenes quedan sorprendidos al descubrir que no es la parte buena la que tienen que revivir, sino aquella en la que Clara, la Cenicienta de esta versión contemporánea de la historia, tiene que limpiar la casa donde trabaja como asistenta del hogar para pagarse los estudios.
A cada niño se le asigna una tarea que está escrita en una tarjeta. Las reacciones son diversas. Mientras los que están acostumbrados a hacer tareas en casa las hacen sin rechistar, los otros se quejan y rehuyen la responsabilidad. «Uno de los niños cuando le di la tarjeta donde venía el trabajo que tenía que hacer me dijo, sí hombre, si quieres también te hago la compra, para eso está mi madre», cuenta Susana Torres, que interpreta a la mujer de la casa. Pero al final todos se divierten.
Después de treinta minutos adecentando la vivienda los alumnos pasan al laboratorio creativo, que no son ni más ni menos que los aposentos de Clara. Ella dejó la estancia cuando se marchó para buscar un futuro mejor con un lema en la cabeza: «Prefiero ser libre que encontrar a un príncipe». Esta frase es otra de las enseñanzas que quieren dejar claro a las chicas los organizadores de la actividad. En este aula los niños hablan y cambian impresiones sobre la vida de Clara y sus propias experiencias. Tras el debate los alumnos pueden plasmar sus conclusiones de diversas maneras: por escrito, con un dibujo o en vídeo. El resumen de cada día será publicado en las redes sociales y en el blog que tiene la actividad www.nosoycenicienta.com.
Esta experiencia didáctica empezó el día 16 de octubre y se prolongará hasta el día 30 de noviembre. Por las aulas del Centro Básico de Acogida está previsto que pasen más de 4.500 niños de los colegios de toda la provincia. La iniciativa quiere enseñar en palabras de Enrique Díaz, organizador de la actividad: «A las mujeres, que enseñen a nuestros niños, y a los hombres, que no hagan de sus reinas cenicientas».
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