Zancadas de igualdad
Más de 800 personas compiten en la Carrera Urbana por la IntegraciónLa iniciativa, que se celebra desde hace doce años en Huelin, reúne a deportistas con y sin discapacidad de toda Andalucía
IGNACIO LILLO
Lunes, 16 de mayo 2011, 04:09
Niños que corretean en torno a otros que van en sus sillas de ruedas; mayores que acompañan a jóvenes con parálisis cerebral; profesionales que echan el resto para ser los primeros en llegar, y que corren codo con codo junto a atletas discapacitados, con sus llamativos equipos de competición. El deporte como excusa para poner de manifiesto que unos y otros, todos, pueden llegar a la meta, que es la misma para todos.
Hace ya doce años que dos colectivos ciudadanos, la Federación de Asociaciones de Discapacitados Físicos y Orgánicos de Málaga y la Asociación de Vecinos de Parque del Mar, con el apoyo del Ayuntamiento de Málaga, se propusieron hacer algo para que todos los deportistas, al margen de sus capacidades físicas o mentales, compartieran experiencias. De la suma de esfuerzos nació la Carrera Urbana por la Integración, que en la actualidad no es solo una cita consolidada para cientos de aficionados, sino que forma parte del circuito provincial como prueba puntuable de la Federación de Atletismo. No obstante, a fin de facilitar la participación a todo tipo de personas, con independencia de su edad o forma física, contempla tres pruebas, de 500, 1.500 y 5.000 metros.
Las posibilidades para participar son tales que incluso existe una categoría de acompañante, en el sentido amplio de la palabra, «del que acompaña a alguien con discapacidad o por el hecho de acompañar a los deportistas», explica el concejal de Accesibilidad Universal, Raúl López, cuyo departamento está entre los promotores del evento, junto con el distrito Carretera de Cádiz y la Fundación Deportiva Municipal.
Atletas en silla de ruedas
Entre los asistentes se encontraba un grupo de miembros del club de atletismo en silla de ruedas de Sevilla, «con sus equipamientos de competición, que llaman mucho la atención y que enganchan a la gente con discapacidad para que salga a hacer deporte», afirma el edil. Junto a ellos, malagueños con discapacitados intelectuales tales como la parálisis cerebral, para los que hacer la prueba de 500 metros es un verdadero logro. Y chicos sordociegos, acompañados por sus intérpretes. Precisamente, este es, a su juicio, el síntoma más claro de normalización: «Son los que lo tienen más difícil. Ellos rompen barreras y vamos consiguiendo que la gente entre en la dinámica de la normalidad».
Todo ello es posible año tras año gracias al trabajo altruista de un centenar de voluntarios, vecinos de Carretera de Cádiz y miembros de la Federación de Discapacitados, cuyo buen hacer no solo ha permitido que cada año participe un mayor número de corredores, sino que la Federación de Atletismo la haya incluido como una prueba más dentro de su programación. Eso sí es igualdad.
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