Zapatero hace una crisis limitada y nombra a Blanco portavoz

José Luis Rodríguez Zapatero ya lo había anunciado y, esta vez sí, se ha atenido al anuncio previo de que la crisis de Gobierno provocada por la salida de Alfredo Pérez Rubalcaba de su gabinete sería "prudente y moderada". La sorpresa de la jornada es el nombramiento del vicesecretario general del PSOE y ministro de Fomento, José Blanco, como portavoz del Gobierno, un nuevo reconocimiento a quien ha sido durante todos estos años su escudero fiel. La viceprencia primera, como se había especulado a lo largo de la última semana, quedará vacante pero será la vicepresidenta económica, Elena Salgado, quien se encargará de presidir los Consejos de Ministros en ausencia del jefe del Ejecutivo. También como se venía rumoreando, el ministerio del Interior pasará a manos del que ha sido hasta ahora su número dos, Antonio Camacho.

Lo limitado de esta remodelación avala las tesis de quienes apuestan por un adelanto electoral en la medida en que Zapatero se ha ahorrado golpes de efecto que le permitan coger impulso para lo que resta de mandato. Se trata, al contrario, de una apuesta por la continuidad. El presidente del Gobierno, en todo caso, se ha negado a dar nada por seguro y ha afirmado que su equipo sigue "a pleno rendimiento", sobre todo, en lo que afecta a la situación económica y financiera.

Zapatero ha reconocido además su inquietud por las presiones de los mercados y el vertiginoso aumento de la prima de riesgo - que esta mañana ha superado los 300 puntos básicos- y ha insistido en que este es un momento de "gran trascendencia" en el que sólo cabe reiterar los compromisos con el objetivo de déficit y las reformas. "Necesitamos más esfuerzo y todo el apoyo posible", ha remarcado. En todo caso, ha insistido en que no es la economía española la que ha provocado esta nueva escalada de los mercados sino, una vez más, la situación de Grecia.

El hecho de que, aunque sea por la fórmula de la silla corrida, Salgado -que ha demostrado ser firme guardiana de la ortodoxia económica - vaya a ocupar las funciones de número dos en ausencia del presidente puede ser interpretado como un mensaje al exterior. Pero en todo caso, los equilibrios internos del Gobierno serán ahora más complejos. Blanco, que será cada viernes la voz del Ejecutivo, ha demostrado en las últimas semanas su intención de empujar hacia un cambio de trayectoria, en la línea apuntada por Rubalcaba en su discurso de proclamación como candidato del PSOE.

Falta de sintonía con Jáuregui

Zapatero ha explicado que su nombramiento se debe a que "conoce bien la acción global del Gobierno" y a que tiene con él una "confianza muy directa y muy trabada que facilita la tarea para ser portavoz". Estos días sonaba mucho el nombre del ministro de la Presidencia, Ramón Jáuregui, para esa función; pero nunca ha habido una gran sintonía entre el veterano político vasco, que llegó a Moncloa en la última remodelación del Ejecutivo de la mano de Rubalcaba, y el presidente.

La designación de Camacho, que ahora tendrá que hacer frente a las insistentes preguntas parlamentarias del PP sobre el 'caso Faisán', se explica, según Zapatero, por su "dilatada trayectoria" como número dos de un departamento que ha cosechado "grandes éxitos" contra ETA. Llevaba en el ministerio desde antes que el propio Rubalcaba. "Tiene un perfil adecuado", ha concluido.