

Secciones
Servicios
Destacamos
Francisco Gutiérrez
Sábado, 27 de agosto 2016, 00:47
Curtidos en muchas batallas, Cristóbal Rodríguez y Rafael Porras tardarán en superar la impresión que les ha causado pisar el terreno devastado por el potente terremoto que el miércoles sacudió el centro de Italia. Han estado dos días en la zona cero de la tragedia, con tres de los perros de la unidad canina del Consorcio Provincial de Bomberos de Málaga, ayudando en las tareas de rescate. Ayer, sobre las tres de la tarde, aterrizaron en el aeropuerto Adolfo Suárez-Barajas, con la sensación de haber vivido una experiencia que «tardaremos en olvidar», comentaban a SUR poco después de pisar de nuevo territorio español.
Con ellos, los perros Blaky, Mara y Lula, tres de las pastoras belgas que forman parte de la unidad canina del Consorcio de Bomberos de Málaga. Llegaron «muy cansados» y un vehículo del consorcio fue a recogerlos al aeropuerto de Madrid para llevarlos a sus localidades de residencia, Ronda y Cártama.
«Han sido días intensos, hemos visto mucha devastación, pero también mucha organización y medios», señaló Rafael Porras poco después de aterrizar en Barajas, con la sensación agridulce de no haber podido rescatar a personas.
Zona cero
Nada más producirse el terremoto, les llamaron de la ONG El punto de recogida, que colabora con otra ong, Mano a mano, iniciativa de los empleados de Iberia que trata de aprovechar los recursos de la compañía para enviar ayuda humanitaria. «Nos dijeron que necesitaban bomberos para Accumoli, uno de los pueblos más afectados por el terremoto del miércoles», recordaba Rafael. Pidieron autorización a los responsables del Consorcio Provincial y un coche oficial los trasladó a Madrid. Ya en Roma «nos pusimos a disposición de Protección Civil, y nos llevaron al campamento base situado a 2 o 3 kilómetros de Accumoli». Cuando ellos llegaron al pueblo estaba totalmente evacuado y les encargaron revisar las zonas que ya habían limpiado para descartar la presencia de personas entre los escombros.
«Por el tipo de construcción, de piedra, los pueblos han quedado muy dañados», explicó Rafael Porras, quien destacó también la gran cantidad de medios desplegados en la zona. Después de Accumoli fueron enviados a Amatrice, otro de los pueblos que más han sufrido los efectos del temblor. «Se ve mucha organización, mucho despliegue de efectivos de todos los cuerpos de seguridad, desde el ejército hasta agentes forestales», afirmó.
Rafael y Cristóbal han estado en dos de los municipios más afectados por el terremoto, Accumoli, una pequeña localidad que no llega a los 700 habitantes, y después en Amatrice. Son pueblos «muy turísticos», explicó Cristóbal, y que han quedado arrasados por el fuerte temblor del miércoles, de más de 6,2 grados, y sus posteriores réplicas. También les ha sorprendido el gran número de periodistas que han acudido a la zona afectada por el terremoto.
«No puedes creer lo que estás viendo. Ha sido bastante desolador. Uno de los pueblos estaba derruido por completo», manifestó Cristóbal Rodríguez. Este bombero destinado en el parque de Ronda se mostró también muy sorprendido por las muestras de solidaridad que ha encontrado entre la población afectada.
Unidad canina
Ha sido la primera misión en el exterior de estos bomberos de Ronda, aunque desde el Consorcio Provincial se ha prestado ayuda en catástrofes anteriores, como los de Filipinas, Nepal o Ecuador. Han estado acompañados por Mara, Lula y Blaky, tres perras de raza pastor belga malinois que forman parte de la unidad canina del Consorcio de Bomberos, que completan otros dos ejemplares. Esta unidad fue creada en 2012 y está dirigida por el guía canino y bombero del servicio Rafael Porras.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.